LA PRESENTACIÓN

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—¿Debo recordarte lo que sucedió la última vez que estuvimos en un edificio abandonado? —exclamo mientras ella se quita el cinturón de seguridad

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—¿Debo recordarte lo que sucedió la última vez que estuvimos en un edificio abandonado? —exclamo mientras ella se quita el cinturón de seguridad.

Agita una mano, despreocupada.

—Esto es completamente diferente —dice—. Sé lo que hago y ahora soy superpoderosa. —Muestra una sonrisa ladeada y baja del coche.

—¡No es verdad! —grito cuando cierra la puerta, aunque puede oírme de todos modos.

La veo avanzar hacia el edificio a través del parabrisas. Aferro el cinturón con fuerza, considerando las opciones; no es que tenga muchas, pero la idea de quedarme dentro del coche a modo de protesta danza en mi mente durante unos segundos antes de que la considere demasiado infantil como para llevarla a cabo. No sé qué vaya a suceder, pero no puede ser peor que la noche en el hotel, ¿o sí? Y Bianca tiene razón, de cierto modo. No es superpoderosa, pero posee dones que pueden protegerme, llegado el caso.

Tomo aire y salgo del coche para seguir a Bianca, que sonríe victoriosa, así que le dedico una mueca de molestia. Sube por los escombros con facilidad, ayudándome cada vez que lo necesito mientras escalo con manos tentativas los fragmento del edificio.

—¿No podíamos usar una escalera? —pregunto cuando por fin apoyo los pies sobre el suelo llano del segundo piso.

El cuarto está cubierto en polvo debido al derrumbe parcial, desprovisto de muebles y con paredes desnudas. No es más que una habitación cuadrada, gris y triste, olvidada tras un intento fallido o abortado de destrucción. Los ventanales altos pero delgados por donde ingresa la luz matutina me hacen suponer que este edificio fue construido con el fin de servir como hospital o biblioteca.

Deinmediato, oigo pisadas sobre nuestras cabezas y desde la parte superior de laabertura asoma el chico que me amenazó en la puerta de mi casa y que acosó aBianca esa noche en la playa. Sin duda, él debe ser Iván. Se acuclilla al borde del tejado y clava los intensos ojos oscuros en mí.

Ah, mierda. Es el monstruo, encaramado sobre mi cabeza.

Elchico ladea la suya y, en un movimiento grácil, se deja caer con una piruetaque lo hace girar en el aire. Un gemido muere en mi garganta cuando aterrizacon facilidad sobre sus pies, como si la gravedad no le afectara en absoluto;cuando se endereza, lo hace agitando las aletas de la nariz de ese modoparticular que he visto antes. Me mira con la mandíbula tensa, claramentedisgustado, mientras que yo solo atino a observarle con los ojos muy abiertos,temiendo que quiera lastimarme.

Que tenga una conexión especial con Bianca no significa que no vaya a intentar cumplir sus amenazas.

Esta se acerca a él. Por un momento, da la impresión de que se fundirán en un abrazo, pero cuando se tienen a unoscentímetros de distancia ambos levantan una mano y las juntan antes de chocar sus hombros.

No soy la protagonista #PGP2024Where stories live. Discover now