¡Os presentamos a Violette Knife!

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Pasó de largo, mirándome un tanto extraño, hasta ponerse de cuclillas al lado de la pilla, herida en el suelo. Se agachó hasta ponerse a su altura y poder ver por primera vez y con cuidado, la herida que él mismo le había provocado en su pobre cuerpo. Estaba sangrando y tenía pinta de que, con eso, poco tiempo de vida le quedaba. Por eso había pensado en lo de las dos opciones. Sin duda, creo que escogí bien, creo...
—Me llaman Sherif —empezó diciendo Boone, el chico del pelo largo al cual había rescatado —Pero no soy un sheriff. Pasearme por ahí con un arma en mano no significa que sea un tipo importante, y menos que me guste ayudar.
—Entonces, lárgate, imbécil... —logró decir la pilla, tratando de aguantar el dolor de la herida.
—No.
No sabía si tomarme aquello a risa o serio. Aun así, levanté la mirada. No sabía el nombre de la pilla todavía, pero estaba seguro de algo; ella no era a quien quería. Me giré ahora para hablar con Aiden, que estaba todavía dando vueltas de la alegría con Maulo en su hombro. Le cogí por el hombro para detenerle y hablar. Preferí susurrar, por lo que pudiese pasar. A veces se me olvidaba que estaba en un videojuego.
—¿Conoces el nombre de esta chica? —empecé diciendo, luego ya presionaría.
—Sí, por supuesto —dijo asintiendo dos veces y sonriendo —La llaman Violette Knife.
Suspiré al momento cuando escuché el nombre. No era real, lo sabía porque había jugado a un videojuego hacía mucho tiempo y su asesino se llamaba así, Violette Knife. Knife de cuchillo, sugerí. Aun así, aparte de que no era el Sujeto W que buscaba, ni siquiera sabíamos su nombre real.
—¿La llaman? ¿Y el real?
—¿Qué real...? —dijo bajando su cara de sabelotodo.
Volví a suspirar, pero con una sonrisa. En verdad, era graciosa su inocencia. Dejé sus hombros libres para dirigirme a Boone desde atrás. Ni me giré.
—Boone—dije sin seguridad —¿Conoces a un tal Sujeto W?
—¡¿Sujeto W has dicho?! —saltó al momento Aiden de la emoción, o probablemente del miedo.
—Sí, ¿cuál es el problema?
—Ash —intervino Maulo —Ya te contaré.
Me hizo una señal con su cabeza y yo asentí. Luego, le di un toque a mi amigo que seguía algo alterado mientras sonreía. El bosque no era el mejor lugar para hablar sobre aquello, lo tenía claro. Mi misión ahora sería salir de allí, pero estaba el siguiente problema.
—Boone, ¿la herida se cierra? —dije girándome del todo.
En cambio, al girarme, pude ver a la pilla de pie con una mancha enorme de sangre en donde la flecha le había alcanzado y a Boone poniendo una cuerda alrededor de sus manos. Se giró a mí, poniendo una sonrisa enorme que daba de lleno con sus ojos amarillos. La amplió algo más antes de hablar.
—Ya tengo mi presa —dijo alegremente —Ya podemos irnos, Aiden.
—Pero yo he elegido quedarme junto a Ash, Boone —dijo al momento bajando la mirada. Boone le miró dudoso —Lo siento, pero él y Maulo también vienen.
Me sorprendía de cómo se sabía el nombre de mi otro amigo. En cambio, era un videojuego, ¿qué más? La cara que puso al momento el chico moreno fue increíble e indescriptible. Sorpresa absoluta. Bajó la mirada hasta la de su presa, la cual ya no parecía estar sangrando a pesar de tener mala cara, y luego se dirigió a mí.
—Tú, héroe —empezó, señalándome con la mirada —¿Cuál es tu ideal?
—¿Ideal...? ¿Eso es historia? A mí la historia no se me da muy bien, pero...
—Ya estás diciendo cosas raras otra vez, Ash —soltó Aiden, empujándome —Primero eso de la biologría y ahora no sé qué de historia.
—Biología... —traté de ayudar y corregir, pero no hacía ninguna de las dos.
Era cierto, Aiden nunca había ido a un instituto, y menos al colegio. No podría decir nada sobre ninguna de esas dos cosas ni nada relacionado con mi mundo. Aiden tenía apariencia de paleto de pueblo. Boone, en cambio, tenía más cara de listo. Al preguntarme mis ideales, se acercó un poco más, agarrando mejor a la pilla y me miró con aires de superior. En cambio, me tocó la cabeza riéndose.
—¡Eres imbécil, Aiden...! ¿A qué clase de persona te has cruzado? —se refería a mí, pero no sabía ni qué decir.
Mucha gente dice cosas de mí, pero yo lo paso por alto. Yo sabía de sobra que era más listo que aquellos dos juntos, al menos que Aiden, pero Boone tenía la misma pinta ahora que había hecho aquel movimiento. Miré a la pilla, ella sí tenía pinta de saber algo más. Iba mirando al suelo mientras se lamía la sangre de la boca. La braga se la había caído y la llevaba en el cuello mientras tenía su expresión de dolor y tristeza puesta en mí justo. Miré a otro lado rápidamente, me daba mal rollo aquella mujer.
—Y, ahora qué la tenemos —empezó Boone —¡Tendremos nuestra recompensa, Aiden!
—¡Genial! —respondió él, luego me miró —Genial, ¿verdad?
Me quedé un momento pensando. No voy a valores éticos, pero tampoco es que sea muy religioso. Aun así, tenía un sentimiento de culpa en mi cabeza y cuerpo. Por lo que, me acerqué a aquella chica aterradora, y puse una mano en su hombro. Su mirada fue de sorpresa, se le abrieron los ojos rojos con un brillo especial y pareció incluso parecer agradecida. Los otros me miraron raro, incluido Maulo. En cambio, su cara cambió completamente a una de asco, entrecerrando los ojos, subiendo la nariz y sacando la lengua. Me golpeó de tal forma en el gemelo que me derrotó en cinco segundos contados hasta darme contra el suelo. Miré arriba suspirando para comprobar que el chico nuevo de todos los de allí se estaba partiendo de la risa por la reacción de la asesina. Cuando me levanté, pude ver su cara con una sonrisa como si él fuese el villano. Aiden también estaba con una sonrisa, pero tratando de no reírse, al menos. Incluso la pilla estaba seria, muy seria, pero con los ojos cerrados y como aguantando algo. Algo como una sonrisa. Suspiré mirando a cada uno, luego relajé los hombros.
—¿Ahora qué...? —dije con los ojos entrecerrados.
—Violette —habló Maulo de repente —Esa herida tiene mala pinta. Aun estando cerrada ya, deberías descansar.
—Já —se mofó de nuevo —¿Descansar para qué? Una heridita hecha por un arco no es algo para tirarse al suelo a gritar.
—¿Quieres otra flecha, pero esta vez en la cabeza? —dijo rápidamente Boone —¿O prefieres una justo por...?
—Prefiero que te calles —dijo sin pensarlo dos veces y haciendo un movimiento con sus manos atadas.
Preferí eso, siendo sincero. Boone subió su cabeza, como pasando del tema, y tiró de esta con un movimiento de muñeca rápido que la lanzó al suelo. La pilla, la cual decidí llamar Violette a pesar de que no fuese su nombre de verdad, empezó a toser tirada en el suelo. Levantó la vista con algo de pena para mirar a Boone a los ojos. Aun así, parecía tranquilo.
—Monstruo —insultó.
—Habló la pilla —respondió Boone, haciendo que se levantase a la fuerza.
Tras eso, empezó a caminar hacia uno de los lados. No supe a dónde se dirigía ahora, pero tenía algo claro; Boone me iba a odiar de ahora en adelante por ponerme del lado de Violette. No quise mirar a Aiden por miedo a lo mismo, pero su reacción fue inesperada para mí.
—Héroe, te cuesta —me dijo de repente mientras ponía un brazo alrededor de mi cuello —Idiota.
—¿Estás enfadado? —dije con pena.
—¿Por qué? ¿Por Violette? —me miró sorprendido. Luego, se echó a reír —En serio, Ash. Yo también habría hecho algo parecido, solo que yo le habría dicho que tengo una hija a la que alimentar y demás...
Eso quería decir que no lo estaba. Al menos me quitaba un gran peso de encima. En cambio, Aiden me abandonó para irse con Boone delante y con la pobre Violette que iba arrastrando los pies. Yo continué caminando por detrás, no me interesaba saber la opinión del otro sobre mí. En cambio, ahora que estuvimos solos, Maulo, que había aparecido en mi hombro y, por cierto, me dio un gran susto, empezó a hablar.
—Sobre lo de antes, Ash —susurró —Ella es una persona muy buscada, al igual que el Sujeto W, solo que este no es un pillo ni mucho menos, sino un asesino.
—Ajá.
—Supongo que te habrás dado cuenta, pero te lo digo, aun así. Esta gente busca a esa otra gente porque son peligrosos —ahora levantó su dedo para señalar a Violette —La pilla ha intentado daros de comer a las criaturas de este lugar a ti y a Boone. En ningún momento se ha mostrado dispuesta a detener su operación por alguno de los dos. Es decir, os quería ver muertos. ¿Sabes lo que es un pillo acaso?
—Es una persona que mata, digo yo —intuía, tampoco sé cultura general.
—No, Ash. Es una persona que roba y se ríe de los demás. No busca en ningún momento un asesinato, ni siquiera se lo plantea. En cambio, ya has visto que ella no ha dudado apenas en lanzarse a por ti o a por Boone. Lleva dagas y armas —no le estaba entendiendo ni un pelo y con suerte se dio cuenta —Y, si eso no es típico de una pilla, ¿qué podría hacerte un asesino de verdad como al que estás buscando?
—¿El Sujeto W es un asesino? —dije de repente al darme cuenta.
Creo que terminé con la poca paciencia de mi amigo en ese momento cuando suspiró, dándome a entender dos cosas. La primera, había acertado. La otra, era tonto de remate. También tenía sentido, pero ¿por qué quería la bruja Judy-Ivy que le llevase a un asesino? Aun así, suspiré, no me interesaba del todo mi presa actual, sino que miré a Violette. Llevaba una cara que era mezcla de asco y sufrimiento. La señalé indiscretamente.
—¿Qué me puedes decir de ella? —dije, y pensé en su herida —¿Cómo se le ha curado tan rápido?
—Eso es normal aquí, te recuerdo —me respondió tan natural —Cuando hieren a alguien, se cura con algo de reposo y comida.
—Agh, tiene sentido.
Pensé en uno de los videojuegos más famosos del mundo. El oro conseguido y la comida era lo que más curaban la vida. Supongo que este tipo de juego tendría los mismos conceptos. Aun así, todo parecía tan real que parecía gracioso pensar que solo comida curaría la herida de Violette, la pilla. No me convencía, estaba claro. Luego, me di cuenta de la segunda cosa.
—¿Y dónde encuentro comida?
—En el mercado local —dijo Maulo como si fuera cosa de todos los días, que lo era para él —Una manzana vale tres lásowas.
Perdona, ¿laso qué?
Maulo estalló en risa. Estaba claro que no tenía ni idea de lo que me estaba hablando y, de nuevo, no sé cultura general, así que no sabía si lo que me decía era en broma o había existido alguna vez. Es más, tenía pinta de haber juntado las tres consonantes y haber metido cualquier vocal que sonase bien. Aun así, intuí que tenía que ver con el dinero o así.
—Es para hacer trueques. Tú das una lásowa y ellos te dan algo que tú pides.
—Genial, genial... ¡¿Y de dónde me saco yo eso?! —dije poniendo la cara más tonta, más preocupada y asombrada que había puesto probablemente en toda mi vida.
Maulo volvió a reírse mientras yo me ponía más nervioso. ¿De dónde me iba a sacar yo un laso algo? Dinero no tenía, ya lo había comprobado de nuevo en mi asquerosa bolsa y en mis tristes bolsillos negros. De todos modos, él me señaló mientras sonreía.
—Boone y Aiden deben tener lásowas. De un modo u otro, ellos siempre han vivido aquí —luego señaló asintiendo más prominentemente y seguido a la pilla —Y, es más, Violette tendrá grandes riquezas. Es una pilla, por lo que robará y tendrá dinero. ¿No lo ves todavía?
—Me duele la cabeza —aseguré.
—Mira que eres pesado. Aparte de imbécil, por supuesto —suspiró, pensando —Por la noche esta vez duerme. Es como, tú dices, cosas del juego.
—¿Guarda mi progreso?
—Oye, a mí me hablas en cristiano, eh —dijo con cara de tonto.
Le expliqué que guardar el progreso quería decir como que hacía un parón en la historia y se guardaba todo lo logrado. Así, si se me eliminaba el juego sin querer, lo seguiría teniendo puesto que lo había guardado. Así sí que me entendió y me dio la razón. En verdad, era normal estar ya un poco cansado y consideraba correcto parar a descansar. Pero el cielo era tan azul como el de mi vida fuera de este juego. Eso quería decir que era tan por la mañana como cuando iba al instituto, aclarando que yo en aquella mazmorra me la pasaba dormido al completo. Suspiré.
—¿Y dónde estamos yendo ahora...? —refunfuñé con pereza.
Pero, antes de que me contestase, la respuesta me vino justo delante. La pilla se lanzó al suelo mientras Boone y Aiden la miraban raro. Ella sacudía sus brazos y piernas hacia arriba como si le estuviese dando un calambre. Me acerqué corriendo para ver de qué se trataba.
—¡No pienso ir a la ciudad a que me entreguéis...! —empezó a gritar como una niña pequeña que se oponía a algo que le decían sus padres —¡No, no...!
—Venga, maldita... —alargó Boone —Que solo tengo esta cuerda para atarte.
—¡No, no! —continuó gritando.
Decidí acercarme hasta ponerme al lado de los tres. Como Violette tenía entre nada y menos ganas de caminar, es más, estaba tirada en el suelo lloriqueando por ayuda, a Boone le estaba dando dolor de cabeza tan solo tener que moverla de allí. Con una mano sujetando su cuerda, puso su cabeza apoyada en el hombro de Aiden mientras este sonreía con pinta de estrés y le daba unas palmaditas en la espalda.
—Ya, ya —le dijo mirando a la pilla —Es normal que no puedas más con ella.
—Aiden, oye —dijo casi un susurro —¿Tienes un palo?
—¿Un palo?
—Un palo para metérselo primero por los ojos y después por...
—¡imbécil! ¡Im! ¡Be! ¡Cil! —gritó Violette desde abajo.
Boone primero sonrió, pero después suspiró. Se quedó pensando apenas unos segundos cuando plantó la mirada completamente en mí. Entonces, le volvió a entrar la risa. No entendí por un momento, pero fue sencillo cuando me la entregó, dando un gran empujón a Violette hasta tirarla sobre mí. La agarré con ambos brazos cuando subió su mirada con lástima para mirarme a los ojos. Ya no parecían los de una simple asesina, pero no soy muy empático. Por eso desvió la mirada rápidamente hacia atrás, para ver como Boone apoyaba sus brazos en su cuello.
—Te toca un rato —se dirigió a mí.
—¿Qué? —dije con ella abrazada —¡Es tu presa!
—Otro imbécil —replicó Violette.
Fue entonces que tuve que llevar yo a la pilla, que llevaba la mirada bien baja, mientras Aiden y Boone iban delante hablando de todo lo que tuviesen que hablar, puesto que hacía mucho que no se veían. Me daba un poco de pena tener que llevar a aquella chica de aquella forma, pero tenía mis razones también, oye. Por lo menos, no hacía esfuerzos por irse o por deshacerse de mí. Iba seria, o al menos no del todo.
—Oye, imbécil secundario —me llamó —Me aprietan las cuerdas y tengo las muñecas muy débiles.
—¿Y qué quieres que haga? —repliqué, dejando de hablar como un gran héroe.
—Que me las quites.
La miré, me miró seria y yo tampoco supe qué cara poner. Seguimos caminando en silencio mientras Maulo me miraba con una sonrisa y aquellos dos caminaban muy por delante.
—¡Imbécil...! —replicó aún más —¡Me duelen las muñecas...!
—Mira, Violette....
—¿Quién es Violette? Tengo un maldito nombre.
Subí los hombros, ni me apetecía saberlo, ni me lo iba a decir. Insistí tirando de ella para caminar al lado de Aiden, pero ella me lo volvió a replicar de otra forma; se detuvo.
—¡Me duelen los pies! —se quejó —¡Idiota del pelo largo, no me pienso mover de aquí...!
—Anda ya, maldita pilla... —tiré de la cuerda—Tengo una espada, puedo obligarte a moverte si quiero...
—¡No quiero andar...! ¡No quiero, no quiero! —siguió y siguió —Me duelen las muñecas, espaditas.
—Vuelve a llamarme así y te dejo aquí tirada —me hice el duro, pero de poco me valió.
—Pues vale, mejor si no camino.
Suspiré. Entonces, el grito que había echado antes la pilla había llamado la atención de mis otros dos amigos, los cuales volvieron en nuestra búsqueda. Boone, con cara de pocos amigos, agarró a Violette por el brazo.
—Te vas a mover porque lo digo yo.
—Me importan tus órdenes un pepino —aseguró la pelirroja.
En cambio, Boone no parecía enfadado, sino solo desesperado. Se cogió de la cabeza con los ojos cerrados y se dio la vuelta suspirando. Me parece que ese era el plan de la pilla, agotar a Boone puesto que era el único que había conseguido herirla. Entonces, me puse a pensar dos veces en aquello y miré dudoso a mi nuevo compañero de aventuras.
—Boone, ¿no te ha herido? —dije y me parece que lo dije demasiado tarde.
—La he pillado por sorpresa al completo —dijo, pero acentuó más sus manos en su frente —Y ahora me estoy arrepintiendo de que no me haya cortado la cabeza.
—¡Já! —sonrió ella.
En cambio, Maulo y yo suspiramos. Tener que cargar hasta el centro de la ciudad de nuevo, pasando cada rincón del laberinto de mazorcas, el puente y a toda esa gente para ir a comprar comida no nos hacía parecer del todo dispuestos a ir hasta allí. Debo recordar que la pilla, que estaba detrás de mí, solo gritaba y se lanzaba al suelo, recordándome así a una de mis hermanas, pero nadie es más pesado que yo en mi propia casa. Aiden fue ahora hasta ponerse justo delante de esta, y puso la mirada más seria que jamás le había visto poner.
—La podemos encerrar aquí mientras alguien va a por las manzanas —dijo razonablemente por una vez en su vida.
—O la dejamos con la bruja —añadí, pero nadie pareció escucharme, o puede que me ignorasen directamente.
—¡Que no...! —saltó de repente la pilla
—Eso debería decir yo, imbécil —terminó Boone, luego se giró a nosotros —Tengo una guarida en la ciudad y demás, pero a mí lo que me interesa es el dinero —dijo ahora señalando a Violette.
Estaba claro que la quería entregar, pero ella rechistaba con mucha más energía. Si la entregaban, sería el fin de sus días como ladrona. ¡No podía permitirlo...! O al menos eso es lo que decía ella, porque yo no tenía aquellos pensamientos ni de broma.
—Por favor, por lo menos dejadme estar este día de hoy libre—pidió la chica —Si lo hacemos así, me dejo llevar sin gritar ni arrastrar.
—No te creo —dijo Boone con los ojos entrecerrados.
—¡Venga...! —dijo ella, alargando las palabras —Es una promesita. No me voy a escapar ni voy a huir, soy buena gente... Cuando quiero.
Por un momento, el arquero se quedó pensando en silencio. Pero ese mismo momento duró poco. Inmediatamente, me cogió a mí a la pilla y la empezó a arrastrar por el suelo con su única mano disponible ya que la otra la estaba usando para quitarse el pelo de la cara.
—He cambiado de opinión —dijo sin dilación —Vamos a ver a la bruja.
—¡Sí! —gritó Aiden, subiendo sus brazos con alegría —¡A ver a Judy-Ivy!
—Pero ¿y el Sujeto W? —concluí.
—Bah, mañana cuando la pilla ya no esté —concluyó verdaderamente Aiden.

Bienvenido al videojuego, Ash Where stories live. Discover now