¡A la caza de William!

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No lo vais a creer, pero dormimos y descansamos en mi casa. No pillaba de más ir hasta allí, coger provisiones y descansar un poco. Yo, por lo menos, debía dormir, y decidí irme pronto a la cama porque, si no, la noche se pasaba en un abrir y cerrar de ojos. Aun así, antes de eso, había estado cenando en la mesa con mis amigos. Entre fruta y carne, tuvimos que apañárnoslas, incluyendo que teníamos a dos nuevos invitados con nosotros. ¡Exacto! M.J y Connor se quedaron con nosotros aquella noche. Además de que Aiden no estaba con nosotros... De todos modos, yo tenía cama, el resto tendrían que dormir como pudiesen en cualquier lugar, puesto que, desafortunadamente para ellos, solo había un cuarto; el mío. Si les valía con dormir en el suelo, por mí perfecto, oye. Bueno, también fui majo y dejé una de las dos mantas que tenía. Sobre todo, se la entregué a la Parca y a su hermano, ya que ellos eran los más pequeños y, sin importar, pero importando, los más peligrosos. Después de ver lo que iban a hacer en el segundo ataque contra los guardias, sabiendo que el primero era el más flojo y había roto la pared y más allá... No podía ni imaginarme cómo sería las siguientes dos fases si...
—Oye, héroe tonto —dijo en un susurro M.J, apoyando su cabeza sobre sus manos en el suelo —¿Por qué razón has venido a salvar a mi hermano si yo no te he amenazado como suelo hacer...?
¿Cómo que no me había amenazado? ¿Me lo había dicho de buenas? No me lo creí, es más, la miré con desprecio. En cambio, decidí cambiar mi cara y mi manera de pensar si no quería una guerra o un enfrentamiento contra ellos, sabiendo que Connor seguía herido y, ahora, dormido.
—Supongo que, como yo también tengo hermanas, sé lo que se siente querer salvar a alguien —me inventé por toda mi cara bonita.
Ella sonrió, sin mirarme ni cambiar de posición. Cogió aire para cerrar los ojos y seguir hablando.
—¿Qué clase de hermanos tienes?
—Bueno... Creo que tengo dos. Tengo una hermana mayor y una hermana pequeña, aunque ambas se parezcan tanto en carácter como en pesadez —me sinceré sabiendo que ellas no se enterarían nunca de esta conversación —Mi hermana mayor me suele sacar de mi cuarto tirándome de la oreja porque no hago ni caso a lo que digo, y la pequeña me grita para que le haga algo de caso. Pero, cuando se lo hago, espera una reacción de mí, y yo no soy muy de saber qué hacer con mis sentimientos, así que le pongo un pulgar arriba y se enfada. ¡Encima...!
—No me digas —se rio ahora la Parca —Y yo que me llevo tan bien con Connor... Quitando que yo tengo más energía y fuerza que él, claro. Pero no le suelo sacar de la oreja de su cuarto ni él me grita para que le haga caso, ¿sabes? Es más, se podría decir que somos casi la misma persona. Total, nuestro poder debe ser combinado ya que uno no puede utilizar solo todo el poder de la Parca.
Lo pensé durante un momento y, en verdad, tenía sentido. En cambio, no estaba yo para pensar mucho en eso y me parece que lo notó, por lo que me cambió de tema.
—Y, como me has ayudado a rescatar a Con, te debo un favor —giró ahora su cabeza a mí y su mirada, más de terror, expresaba un sentimiento parecido a ese de la pilla. Pillez.
—¿Un favor...? Pero si apenas he ayudado con él. Ha sido más... —en cambio, me venía bien que me hiciese un favor, por lo que sonreí a mis adentros —Sí, ya sé qué favor quiero pedirte...
Justo en ese momento, la puerta de mi habitación se abrió con fuerza y, detrás de ella, estaban Boone y Cass. Ambos con mirada asesina y dientes apretados. Cass, encima, no llevaba puesta la capucha y era la primera vez que la veía así. En cambio, los dos nos gritaron a la vez.
—¡Que me quiero ir a dormir, tonto...! —empezó la pilla, pero la cortó Boone.
—¡¿No sabes qué hora es...?!
—¡Oye, morenito...! ¡Estaba hablando yo...! —prosiguió con la pelea, pero ahora contra Boone.
—Oh, no... Pelea otra vez entre ellos no...

Al día siguiente o, para mí, a la hora siguiente, ya estábamos de nuevo en marcha hacia el bosque. Como ahora estábamos en mi casa, estaba muchísimo más cerca que si nos hubiésemos ido de la cárcel. Aun así, solo íbamos seis, cuando debíamos de haber ido siete...
—No habrás dicho nada malo de mí, ¿verdad? —empezaba Connor, dirigiéndose a su hermana, ya que le había contado la conversación del día anterior.
—¿Qué malo de ti puedo decir? —se reía la Parca, tirándole de los mofletes —¡Ay, que hermanito tan tonto tengo...!
—Oye, M.J... Eso es un insulto.
Subió sus hombros cuando se quedaron casi medio segundo mirándose en silencio. Luego, se giró a mí con pena para comprobar que su hermana decía la verdad. Y es que, justo yo, tenía la conversación más fresca que cualquiera de los de allí, pero no respondí por si acaso.
—Aiden... —susurraba Boone con los ojos clavados en el suelo —También me han quitado el arco... No puedo hacer nada...
—¡Venga, morenito! El trovador solo nos hacía retrasarnos en nuestra verdadera misión... —decía Cass, dando golpes en su espalda —Ya verás como la completamos más rápido ahora.
—Una vez —dijo Boone, deteniéndose al momento —Hazlo una vez más y te arranco la cabeza de un soplido.
—¿Hacer exactamente qué...? —respondió esta con cara de tonta, pero extrema.
—Vuelve a meterte con Aiden una vez más y te rompo el cráneo de una patada —cambió Boone.
Pero se dio cuenta de que los dos niños le estaban mirando, por lo que decidió callarse y seguir. No solo por inocencia de los pobres, porque Boone y Cass eran unos malhablados, sino también porque, de un modo u otro, seguían siendo la Parca y quién sabe qué estaban tramando realmente. Es más, Boone se dio cuenta, y me lo dijo después, de que a Connor no le quedaba ni cicatriz del día anterior. ¿Cómo era eso posible...? Vi claramente cómo moría en el suelo. Aun así, ahí seguía, caminando y mirando con crueldad a su hermana.
—¿Cuál es el plan? —se dirigió ahora a mí —¿Pegarnos contra alguien?
—En verdad, sí —respondí yo, subiendo los hombros.
Vale, criticadme todo lo que queráis, pero yo lo decidí así. El favor que me debía M.J no había sido para volver a por Aiden y salvarlo, sino que pedí ayuda para capturar a W. Sabía que aquellos dos eran lo suficientemente fuertes como para hacerlo, y eso que solo los había visto usando una técnica.
—Genial porque, la última vez, nos pillaron —dijo, ahora con pena.
—Fue divertido —terminó y añadió su hermana.
¿Divertido matar gente...? Bueno, Connor ahora se estaba riendo. Eran increíbles los colmillos que tenía, pero preferí no opinar. De todos modos, volvimos al bosque. Sin pasar por su casa, pensé en Judy-Ivy. Ese "mañana" que le dije había sido hacía unos tres días. ¡Espera! ¿Tanto tiempo llevaba aquí...? ¡Qué estrés...! Cogí aire, mirando para abajo, justo antes de que Cass me subiese la barbilla.
—¿No se supone que W era el asesino más buscado del mundo? —le susurré, mirando a los niños.
—Está por encima de la Parca... Contando ahora que la Parca real son solo dos niños de diez años.
—¡Trece! —se giraron los dos rápidamente, indignados.
Vale, trece. Daba igual. Seguían siendo niños. Suspiré, cerrando los ojos antes de que Cass mandara callar a ambos críos, los cuales se rieron de la pilla. Es más, ella también sonrió porque le gustaba que la tratasen así.
—¿Os sobra una daga? —soltó la pilla cuando estuvo al lado de estos —Me las quitaron en la dichosa cárcel ese imbécil de las cadenas.
—A mí me quitaron mis bombas —dijo, con pena, la Parca.
—Vaya, hermana... —bajó su cabeza Connor, pero sonrió —¡A mí no me quitaron nada...!
—¡Pues nos das...! —dijeron las dos a la vez.
Y, como se negó, echaron a correr tras él. Yo no podía poner más cara de tonto, asco y de todo. Estaba desesperado, y creo que Maulo y Boone lo notaron. El arquero, de hecho, estaba disgustado todavía, murmurando entre dientes. En cambio, Maulo movió su cabeza para recordarme que aquella rata seguía allí.
—Le has cogido confianza a M.J, ¿verdad?
—Que le cuente que tengo hermanas para compararme no es coger confianza —suspiré —Es más, ni siquiera sabéis ninguno sobre mí todavía.
—Yo sé que eres un pringado, Ash —sonrió Maulo.
—Te callas.
Y se calló, pero no por mí, sino porque ambos contemplamos como Connor miraba hacia atrás para ver a Cass y a su hermana persiguiéndole. Justo después, con solo un pie, saltó hacia atrás, dio una voltereta en el aire, y se quedó clavado en la rama. Posicionó ambos pies antes de sonreír con una cara de ratón a las dos chicas.
—Y ahora qué, ¿eh? —se rio entre dientes.
Demasiado listo tenía que ser aquel chico para querer encararse contra una pilla como la nuestra. Suspiré, queriendo que esto terminase de una vez. Y lo hizo, pero no como quise. Tan rápido como abrí los ojos después de suspirar, pude ver como Connor se seguía riendo, pero ya no le escuchaba. Lo mismo con M.J y Cass que gritaban al niño que bajase del árbol con muy malos modales. En cambio, supe de inmediato qué sensación era aquella y me giré rápidamente, ya que quería descubrirle yo primero. Nada más girarme, estaba allí, plantado frente a mí y moviendo su bufanda hacia atrás. Cuando fui a decirle algo, desapareció. Desapareció del plano y volví a escuchar algo.
—¡Cógeme si puedes...! —se burlaba Connor mientras veía a su hermana tratando de saltar hacia arriba sin solución.
—¡Dame solo una, por favor...! —pedía a su vez Cass, queriendo mantener una buena relación entre ella y la Parca en chico.
—¿Qué...? —susurré yo.
¿Qué acababa de pasar? El Sujeto había hecho su técnica contra mí de nuevo, pero apenas había durado como la noche. En cambio, eso me daba una gran desventaja, pensé. Él ya sabía que estábamos allí, esperándole, y que teníamos a las dos Parcas. En cambio, la risa del niño dejó de oírse de nuevo y esperé el siguiente ataque, pero no fue como yo esperaba.
—¡Te tengo, enano! —gritó con alegría Boone, agarrando a Connor por la cadera.
Y es que Boone tenía una potencia de salto tremenda, tanto que le había agarrado al vuelo. A Connor no le gustó esa técnica.
—¡No es justo, no vale! —trataba de librarse de él —¡Otra vez, déjame otra oportunidad...!
—Tengo una idea mejor —oí detrás de mí la voz de Maulo —Connor, ¿por qué no jugamos a cazar un asesino?
—¿Asesino por qué...? —dudó de nosotros medio segundo, antes de que M.J sonriese y se acercase a él.
Supuse que Maulo había hecho el movimiento aquel porque me vio más perdido que nunca. Giré mi cuerpo entero para ver cómo Connor se sorprendía al oír lo que le decía su hermana y los dos se miraron, riéndose. De hecho, el más pequeño, balanceó las manos de arriba a abajo con fuego en ellas.
—¡Yo, yo! —le dijo a su hermana —¡Yo le quiero asestar el golpe final, M.J!
—¡Ni de broma! —le dijo, moviendo su pelo de tal forma que le golpeó —¡Me toca a mí! Te toca fastidiarte, Con.
—Pero en la cárcel te tocó a ti...
En ese momento, dejé de oír la discusión entre ambos y supe inmediatamente que el Sujeto debía de estar por allí. Adiviné de lleno. Nada más girar mi mirada, pude ver a William sacando su espada de su espalda, esa que era tan grande. Se dirigía a los hermanos que seguían discutiendo, aunque no los escuchase. Giró lentamente su cabeza a un lado, posicionó su cuerpo como un jugador de béisbol, pero con la espada en vez de el bate, y pareció sonreír bajo la mascarilla. La movió rápidamente contra ellos. ¡Salté al momento a ayudar...! Pero no llegué.
—¡M.J...! —oí de repente.
Y, ¡zas! La espada le dio de lleno en la cabeza al pobre Connor, partiendo su cuello. William cogió aire indignado al momento. ¿Cómo lo había hecho? Es más, ¿cómo lo había visto? La espada iba a hacia ella. ¿Acaso lo había previsto otra vez?
—¡Connor...! —reaccionó lentamente su hermana al ver cómo de nuevo habían atacado a su hermano.
—¡Maldito niño! —soltó Cass con los ojos abiertos —¿Cómo demonios lo ha sabido?
Y, de nuevo, Connor acabó herido y sangrando en el suelo. Ahora sí, estaba clarísimo que la espada le había roto el cuello, incluso sangraba. En cambio, abrió su ojo lentamente hacia su hermana. ¡Otra vez...!
—El Sujeto... —susurró —Está aquí...
Y se desmayó. O eso pensé yo, ya que dejó de reaccionar. Eso sí, muerto ese niño no estaba. M.J puso sus manos juntas mientras miraba hacia arriba, hacia mí.
—Tú también lo has visto, ¿verdad? —dijo un tanto juguetona —Tú mismo has visto como le han roto el cuello a Con.
—Bueno... Diciéndolo de esa manera... —dije mirando abajo —Sí...
Cass y Boone me miraron aterrados y dudando de todo. Estaban flipando por todo en ese momento. En cambio, M.J soltó la mano de su hermano y se me acercó. Me pidió que me agachase para poder susurrarme en el oído. Cuando lo hice, suspiró.
—Eres especial —dijo —Pero ahora no nos vendría mal que Connor se recuperase.
—Oye, ¿por qué este niño no muere? —intervino rápidamente Boone en la conversación, cogiendo el cuerpo del chico Parca solo por la camiseta.
Mientras M.J respondía de la forma más grotesca y malhablada por estar cogiendo así a su hermano sabiendo que se le había roto el cuello, yo me quedé pensando. ¿Qué más da si soy especial? Eso ya lo sabía. No me llamo Ash ni tengo treinta años. Todo es inventado porque yo no soy de este videojuego, sino que soy especial solo por ser el protagonista. Seguro que también esto le pasaba al verdadero Ash. En cambio, tuve que desprenderme de mis pensamientos para volver a la misión.
—Somos la Parca —dijo sacando la lengua mientras recogía a Connor de las manos de Boone —No muere, da completamente igual lo que le hagas. Nunca vas a ver morir a Connor.
—Entonces, ¿por qué teníamos que ir a rescatarle si él tiene fuego y encima no muere?
—Pues porque todavía es pequeño —dijo indignada M.J, mientras se giraba a su hermano —¿Cómo estás?
—Tengo sueño —susurró Connor con los ojos cerrados.
M.J se giró con una cara de superioridad hacia Boone y, con su hermano en brazos, caminó hacia mí con una sonrisa. Miró de reojo a su hermano y achinó los ojos, como pensando.
—Connor ya está recuperado, podemos empezar cuando tú quieras.
—Pues...
Cuando fui a decir algo, pude comprobar que todo había dejado de oírse. Rápidamente, me giré para comprobar que estaba de nuevo donde el Sujeto. Inmediatamente, le busqué, pero le encontré justo detrás de M.J, que me miraba con los ojos muy abiertos, esperando mi verdadera respuesta. En cambio, cuando fue a atacarla, yo salté a salvarla. Pero no fui yo quien lo hizo, sino que ella misma se evaporo en medio segundo, haciendo que la espada quedase encarada entre medias de William y yo. Los dos nos miramos, pero comprobé que los hermanos estaban detrás. Connor, delante de M.J, había saltado con ella cogida y la había salvado. Se crujió el cuello y puso una mirada asesina como siempre lo hacía. En cambio, cambió hacia una forma que no me gustó ni un pelo verla. Y es que abrió la boca y puso su ojo en blanco.
—Maldito... —susurró con los dientes apretados —Con mi hermana no...
Viendo que M.J estaba a salvo, saltó para atacar de nuevo al Sujeto. En cambio, este desapareció y Connor se comió el suelo, pero terminó dando una voltereta en él. Yo agarré a Pitón y me puse a su lado mientras él se tocaba la mandíbula.
—¿Estás bien, Parca...?
—Perfectamente.
En ese momento, agachó completamente su cabeza a una velocidad increíble. Yo, mirándole sin entender, le copié para ver cómo cruzaba la espada de un lado a otro de mi cabeza. ¡Por muy poco me había librado yo...!
—¿Por qué no...? —me giré a él cabreado, pero ya no estaba a mi lado.
Giré mi cabeza para comprobar que ahora Connor había actuado rápidamente e impulsaba sus manos con fuego. Apretó los dientes, buscando algo por los lados. Increíblemente, lo encontró y se lanzó contra él. Al momento, una espada salió de en medio de la nada y detuvo el ataque de Connor, parando así sus manos impregnadas en fuego. Salieron chispas durante un par de segundos, antes de que ambos fuesen lanzados para el lado contrario al que hacían fuerza. Connor cogió aire mientras William miraba su arma y pasaba, rozando, su filo. Al momento, el asesino perdió concentración cuando el niño se lanzó en un ataque, pero no se esperó que yo le atacase por la espalda. Tanto aura tuvo que concentrar en un área que deshizo el hechizo y se mostró. Eso lo supe inmediatamente en cuanto oí un grito proveniente de M.J.
—¡El Sujeto...! —gritó nada más se fijó —¡Connor...!
Cuando escuchó su nombre, él también perdió concentración y W utilizó esos pocos milisegundos para lanzar un hacha a su cabeza. Aun así, Connor lo evitó ya que se lanzó hacia abajo, hacia M.J. A mí, por el contrario, me cogió de Pitón con los ojos cerrados indignado y se lo quitó con asco. Sin dejar tiempo a reaccionar, la destrozó con toda su mano, dejándome a mí con los ojos bien abiertos y de rodillas en el suelo. Los pedazos de mi espada cayeron, lenta y tristemente a mi lado.
—Pitón...
—¡Falso héroe...! —gritó de repente Boone.
Usó un trozo de filo que tenía en la venda que llevaba puesta en la rodilla contra William. Él lo detuvo incluso antes de que le tocase y se la devolvió tan solo moviendo la mano de lado a lado. A su vez, M.J se lanzó contra él con una patada voladora. La detuvo, por lo que cambió rápidamente de lado para golpear por detrás con un puñetazo. La detuvo de nuevo. Connor recibió un golpe del Sujeto, ya que él sabía que, si se lo podía quitar de en medio, no tendría tantos problemas. Por eso su ataque fue con fuerza y hacia su tripa, lo que hizo que, aparte de escupir sangre, se pusiese a dar volteretas por todo el barro. Yo, mientras, solo pude observar cómo era que el más pequeño se levantaba con sangre en la frente y escupiendo tierra con asco. En ese momento, noté como alguien me cogía de la capucha y me echaba hacia atrás. No comprobé ni quién era, ya que era ni más ni menos que...
—Vamos a usar a este niño como arma —dijo Cass, agarrando al chico por la capucha del chaleco —Tú solo tienes que darme algo de potencia.
—¿Potencia...? —dije con duda.
En cambio, ella sonrió. Con Connor agarrado por los hombros y él con ellos pobremente subidos, yo agarré sus piernas. Él cogió aire y sonrió. Cuando le lanzamos a la de tres, él encendió sus manos con fuego, o humo puro, y se dirigió hacia William. Él, en cambio, estaba teniendo dificultades entre Boone y M.J, pero también con Maulo, que le había tratado de morder en sus piernas. Aun así, Boone no tenía armas y el cuerpo a cuerpo contra un asesino no se le daba bien, y M.J estaba resistiendo como podía. En cuanto Connor alcanzó a William, este agarró su espada y la lanzó contra él. Sin duda, le dio en el pecho, pero llegó a tocarle con la mano como lava.
—¡Fin del juego, niñato! —gritó William cuando agarró la mano de Connor —La batalla acaba aquí.
Apretó su mano para romperla hasta que comprobó que tenía la muñeca salida. Le lanzó justo después contra un árbol y, contando que tenía una nueva herida grave en el pecho, empezó a perderla por todo el suelo. Luego, William suspiró, antes de recibir un ataque por parte de Cass por la espalda con una daga, que al final le había robado a Connor. Lo mismo conmigo, me dio una, pero mi potencia de salto no era ninguna. Atacó a William por la espalda, pero este se libró de nuevo con un rebote, que lanzó a la pilla contra el suelo e hizo lo mismo que Connor; comerse el suelo y más allá. En cambio, su resistencia era máxima, por lo que volvió a levantarse para lanzarse a la batalla. Por mi parte, sin arma, sin heridas y sin nada que hacer, fui corriendo a ayudar a Connor. M.J le estaba hablando en susurros, sabiendo que William estaba ocupado en aquel momento.
—Connor, estás despierto, ¿verdad, hermanito? —le susurraba con mirada asesina —Tenemos que usar las técnicas antes de que pierdas más sangre.
—Ya, ya lo sé, M.J... —dijo él con el ojo cerrado —Pero me estoy cansando...
—Ni se te ocurra —le soltó ella, quitando sus manos de las de su hermano —Como te hagas una de las técnicas prohibidas...
—¿Qué es una técnica prohibida? —solté yo, de nuevo, a modo Aiden.
Y, es que, desde que no estaba, yo parecía el tonto. En cambio, ninguno me respondió, sino que M.J se levantó y fue corriendo hasta la posición en la que se habían quedado ambos, la pilla y el asesino, en el suelo mirando. Por esa razón, se desató de la cadera la cuerda que llevaba y llamó la atención del arquero. Ignoré eso para pasar a ver el débil cuerpo que tenía ahora Connor.
—Tira de la muñeca hacia afuera —me ordenó, abriendo un poquito su ojo.
Cuando lo hice, sonó un crack. No me lo creí ni yo, le acababa de recolocar la muñeca. Y, como Connor nunca podía morir, el resto de su cuerpo haría su trabajo. La estiró y movió de un lado a otro. Luego, le levanté con mi ayuda y miró a otro lado.
—Ese tío es invencible... —me dijo en un susurro, pero abrió un poquito más el ojo —Pero ya estoy yo para evitarlo...
—¿Cómo lo vas a hacer?
—Bueno... —subió ahora su cabeza, dejando caer la sangre por su frente —¿Sabes por qué a mí me metieron en la prisión de arriba en vez de en la misma que la de mi hermana?
Tan solo de pensarlo, me dio un escalofrío. No quería saberlo, pero, de un modo u otro, me lo iba a enseñar. Decidió hacer un movimiento, un simple movimiento; se quitó el parche. No abrió el ojo al momento, sino que solo lo dejó cerrado, pero con una parte rosita que se iluminaba alrededor de este. Ya de por sí me dio mal rollo, pero fue peor cuando se acercó a William.
—¡Sujeto! —dijo viendo como ahora golpeaba a la pilla hasta lanzarla al suelo, y, esta, estaba sangrando —Ni se te ocurra tocarles más.
—Criajo, ¿te crees tan poderoso que has perdido los modales hacia tus mayores?
—¡Connor...! ¡¿Qué te he dicho?! —fue la reacción de M.J al ver lo que pretendía su hermano.
En cambio, yo sin saber ni qué pretendía ni nada, le había dado pie a que lo hiciese. Cuando abrió su ojo, me horroricé entero y me recorrió un escalofrío. Y es que Connor... No tenía ojo. Sino que solo tenía un hueco negro y oscuro que se cerraba gracias a sus párpados y pestañas. Pasó a mirarme a mí, girando solo su cabeza a un lado, haciendo que pareciese un momento de una escena de terror.
—Bien, Sujeto... Veamos de lo que estás hecho.
En ese momento, me di cuenta de que me estaba mirando por algo en específico. Y es que quería que le diese la mano. Estaba temblando. Aun así, sin saber ni lo que hacía, se la di y él solo sonrió, mirando al asesino.
—Primera fase...
Y, de repente, un viento fortísimo empezó alrededor de nosotros dos. Supe que él lo había provocado, pero, aun así, pensaba que le iba a tirar de lo pequeño que era. Consiguió la atención de William cuando este se libró de Cass, haciendo que sangrase por la cabeza al restregarse por todo el suelo. Cogió aire y, con una muy leve sonrisa, pronunció...
—Liberación.
De repente, al extender su mano, un humo muy parecido al que habíamos visto en la cárcel salió de su mano. En cambio, William lo detuvo con su espada, pero el humo le siguió rodeando por detrás con sigilo. Noté cómo Connor apretaba más fuertemente mi mano, como si no le gustase lo que estaba viendo. Pero su cara decía todo lo contrario, y es que su ojo negro miraba directamente en frente mientras el morado se concentraba en mí. Suspiró cuando el humo alcanzó a su objetivo. Tenía que ser rápido.
—Segunda fase... ¡Invasión!
Ahora lo dijo con más potencia, pero porque lo estaba disfrutando. Apretó muchísimo más fuerte mi mano y, a su vez, miró a su hermana, la cual tenía los ojos bien abiertos mirando a su poderoso hermano. No sabía ni cómo reaccionar ante aquello. Cuando lanzó el segundo hechizo, sus pies se levantaron del suelo, pero conmigo todavía cogido. Suspiró, haciendo que de su boca saliese un viento más fuerte incluso que el que nos daba a nosotros, pero dirigiéndose a William. En cambio, él saltó en nuestra contra. Usó su espada para tratar de detener a Connor, pero una fuerza sobrenatural hacía que repeliese todos y cada uno de los rápidos ataques que hacía el asesino. Connor le observaba en silencio, viendo la desesperación en su cara.
—Te crees muy listo... ¿Verdad...? —dijo de repente Cass por detrás, lanzando una piedra a la cabeza del asesino.
La repelió, pero Boone también empezó a tirarle piedras para dejar que Connor hiciese su tercer y último ataque. El segundo no había servido para mucho, o eso creí yo cuando vi que los movimientos de William se iban parando poco a poco, como si fuese un video a cámara lenta. Ya no podía parar los ataques de mis amigos y ya no podía usar su velocidad con la espada. Eso hizo que Connor sonriese, sacando sus colmillos, y cogiese aire.
—Tercera fase...
De repente, William abrió los ojos. Supongo que él sabía también lo que quería decir aquella fase. Se giró rápidamente para eliminar de su área a Cass y a Boone, lanzándoles fuera de esta hacia los árboles. Luego, agarró su espada con todas las fuerzas y con toda la velocidad que tenía para tratar de detener a Connor. Metió fuertemente la espada en el campo del niño, pero, como era de esperar, la repelió. Aun así, William siguió haciendo más, y más, y más, y más fuerzas para tratar de tan solo darle por un centímetro. Salieron chispas y rayos. Connor ponía cara de competitividad mientras resistía su área de protección. En ese momento, entre ambos haciendo fuerza y las chispas saliendo, una electrocución surgió. Y, de repente, la espada y el área de sus respectivos se destrozó. William abrió sus ojos sorprendido, pero Connor se empezó a reír.
—M.J, pensé que nunca te moverías, hermanita...
Y es que la Parca había saltado a salvar a su hermano. En cambio, William, aún con su arma más grande destruida, le lanzó tres dagas a la cara a M.J. De repente, cuando las esquivó, noté un poder horriblemente fuerte a mi lado. No me quise ni girar para saber qué o quién era, ya que lo supe de inmediato cuando...
—¡Muerte...!
Con todas sus fuerzas y todavía agarrando mi mano, Connor provocó una bola de humo, fuego y lava alrededor de él. Tan rápido como lo hizo, la elevó en el aire con solo una mano y su mirada, la cual estaba más gris y terrorífica que nunca. Pasó todo muy rápido, pero yo vi a cámara lenta perfectamente en el momento en el que la lanzaba contra William y a este le daba de lleno en la cabeza. Es más, después, le lanzó volando, haciendo que todos los árboles, animales y trampas saltasen por los aires. Creo que fácilmente pudo recorrerse dos kilómetros cuando la bola atravesó el cuerpo del asesino. Y, una vez comprobado que no iba a volver, Connor bajó sus hombros y dejó de volar para sentarse en el suelo, con los ojos cerrados.
—Agh... Tengo sueño —me susurró.
Yo, entre sorpresa y pitido en los oídos después de la explosión, no supe qué cara poner. M.J volvió corriendo con cara de asco y se dirigió antes de nada a su hermano para tirarle de los mofletes.
—Te he dicho mil doscientas veces que no lo hagas, tonto... —le dijo mientras le daba levemente con su palma abierta en la cara —¿Has visto lo que has hecho con el asesino?
—Sí, pero...
De repente, dejé de escuchar la conversación de esos dos. Me giré hacia el bosque partido... ¿William seguía vivo después de aquella grandísima explosión...? Ni Connor había resistido tirarla, ya que no tenía ni fuerzas para parar los golpes que le daba su hermana en la cara. ¿Iba en serio...?
—¡Ash! —gritó de repente Cass.
Cuando me giré, comprobé que tenía al asesino justo detrás de mí, pero ahora todos podíamos verle. Hizo un movimiento rápido con el trozo de arma que le quedaba y me cortó en la parte de la tripa. En cambio, el asesino todavía no estaba recuperado para volver a luchar, puesto que estaba sangrando por la cabeza, cojeando y tocándose un brazo con dolor. Pero estaba vivo... Todavía.
—¡Atrás...! —trató de salvarme la pilla, pero ella también estaba muy herida por la pelea de antes y no duró nada en el campo de batalla.
Fue suficiente para que me levantase y huyese de allí, pero él me pillo de nuevo, sacando el resto de su espada al aire.
—Maldito... Héroe... —susurró con la garganta destrozada.
En cambio, cuando bajó la espada, Connor se lanzó a que le diese a él en la espalda. Me salvó... Pero William seguía allí y Connor estaba sangrando. Tardaría unos segundos en regenerarse.
—¡Oye, maldito! —le gritó Boone, antes de lanzarse sobre él —¡A los niños no se les pega!
Le quitó campo de visión, lo que hizo que se enfadase, pero también dio tiempo a que Connor y yo nos curásemos. Mi herida era profunda y sangrienta, no tenía buena pinta...
—Sal de aquí, Ash —intervino M.J mientras trataba de levantar de nuevo a su hermano —¡Huye ahora que puedes...!
Increíble que aquella chica fuese tan cambiante, pero es que yo ni podía moverme del dolor. William atacó a Boone por detrás y desapareció para aparecer justo encima de Connor con la daga subida. Si le eliminaba a él de alguna forma, el resto caeríamos rápidamente. Bajó el arma y se la clavó justo en el cuello, haciendo que Connor escupiese sangre. Golpeó a M.J para lanzarla de allí. Si con un ataque no valía, tendría que dar varios. Por lo que siguió. En ese momento, algo que pensé que yo nunca podría hacer pasó, y es que me lancé, a pesar de estar sangrando, encima de William. Se quedó sorprendido y se le arrancó la mascarilla sin querer, por lo que pude ver su boca por primera vez. Es más, me escupió.
—Tú no pintas nada aquí...
Y, con eso, me atravesó con la espada. Mi cuerpo reaccionó solo a la hora de caerme al suelo. En cambio, con los ojos entreabiertos, pude comprobar cómo, al tratar de levantarse, no podía. Miró rápidamente a su pie, el que tenía mal ya de por sí. ¿Acaso mi ataque... Le había herido...? Pero, justo al pensarlo, M.J se lanzó sobre él y, con su cuerda atada en la cadera, puso sus manos juntas. Tras eso, hizo una electrocución rápida. Rápida y poderosa... ¡Todo el bosque sufrió la electrocución...! Incluso yo. Y, por fin, William se quedó sin fuerzas y apoyó su cabeza en el hombro de M.J mientras esta ataba con más fuerza la cuerda a sus muñecas. Comprobó que ya no iba a hacer más esfuerzos y suspiró, girándose a mí con el pulgar hacia arriba.
—Misión completada, héroe —dijo con una sonrisa. 

Bienvenido al videojuego, Ash Où les histoires vivent. Découvrez maintenant