Ritmo, notas, arte, música. Sonidos que hacen que delires, que te hacen sentir un completo viaje a otro universo cuando escuchas las canciones que hacen ese clic en ti.
No importa el momento, la ocasión o la situación en la que te encuentres. Cuando...
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Mi nudillo choca con la puerta impacientemente y mi pierna se mueve con rapidez, no recibo una respuesta y eso me altera, hace que quiera gritar con la cabeza sumergida en una almohada.
—¡Carajo! ¡Apúrate tremendo imbécil! ¡Gracias a ti vamos a llegar tarde!
Ya mi garganta duele de tanto gritar, luego de unos segundos Ryan sale con la toalla cubriendo la mitad de su cuerpo. El agua baja por sus bíceps de piel morena y su cabello está aplastado.
—Cálmate ya, loca. Falta media hora para llegar.
Hago un ademán de reclamarle pero me retracto, no tiene caso pelear con él.
—Ay quítate ya—le ordeno con pereza.
Entro a mi baño y la luz eléctrica me recibe, mis ojos sufren en el proceso porque pasé de la oscuridad de mi habitación a el súper iluminado baño. De inmediato me acerco al gran espejo-puerta que separa la ducha del inodoro y lavamanos e inspecciono mi oufit.
Me decidí por un leggins que remarca mis sutiles curvas de color negro, una camisa de mangas cortas blanca y una gorra también negra. Acudo a mis converse blancas de botas y amarro mi cabello en una coleta alta. Intento usar ropa cómoda porque hoy voy a bailar.
Mis ojos llevan un delineado visible, mis mejillas están rosadas por el rubor y mis labios lucen un gloss rojo.
Hoy conoceré a la academia Aviva tu arte.
No sé cómo sentirme al respecto, Milan me llamó ayer a las nueve de la noche para recordarme que hoy sería el ensayo. Sin embargo, nunca se me olvidó, sabía que hoy era el día, pero solo si él me llamaba es que me decidiría a ir.
Ese era mi plan. Y funcionó.
Antes de que colgara la llamada le pregunté muy amablemente que si mi querido mejor amigo podría acompañarme y con tono divertido respondió que sí. Eso me reconforta, no tendré que estar sola.
Estoy un poco nerviosa, debo admitirlo. Dentro de seis días es la siguiente ronda de Musical Challenge y Milan se ofreció a ayudarme en mi coreografía que según tengo entendido, será una sorpresa para mí.
Es un concurso libre de música, así que tengo la opción de bailar, cantar, tocar o las tres al mismo tiempo.
Solo seis personas pasarán a la final. Tres en el primer grupo y tres en el otro. Los primeros tres tendrán privilegios en la siguiente ronda, solo habrá un eliminado y estoy dispuesta a pasar a la final.
Salgo del baño suspirando y me dirijo a la cocina para tomar mi termo de agua, lo guardo en mi bolso y seguido de esto la mochila queda colgando en uno de mis hombros.
Ryan entra a la cocina con una manzana mordida en sus manos. Él lleva un pantalón holgado y una camisa de mangas arremangadas, no puedo evitar mirarlo un poco más de lo normal, es muy guapo y estoy segura de que cuando Venecia lo conozca le va a gustar.
