Rompe mis reglas [17]

29 7 59
                                    

Rompe mis reglas.

Son aproximadamente las ocho y media de la noche

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Son aproximadamente las ocho y media de la noche. Las luces están completamente apagadas y en este momento solo alumbra la luz del televisor donde veo atentamente una película de terror.

Mi corazón late con fuerza porque va en la parte más tensa, y maldigo el que Ryan se fuera a una fiesta porque eso significa que estoy completamente sola y tal vez el espíritu de la película salga y me jale los pies cuando esté durmiendo.

Suelto un jadeo y me exalto cuando la mujer pálida de cabello negro y cortadas en su cuerpo con vestido de novia se refleja en el agua del lago, y quiero quitarla al ver que la escena no se acaba.

Cuando creo que moriré de un infarto escucho un toque constante en mi ventana. Como todo está oscuro solo veo la silueta de una persona ahí, quiero gritar pero el shock no me lo permite.

Casi dejo de respirar cuando lo que sea que está aquí vuelve a tocar la ventana y con un poco de valentía me levanto y camino poco a poco hasta llegar a una distancia considerable.

—¡Ábreme enana!

Maldita sea, voy a matarlo.

Me acerco a zancadas hasta la puerta y la abro, Milan permanece ahí, parado frente a mí con expresión de niño pequeño, como si no acabara de pegarme el susto con el que creí que me iría al cielo.

O al infierno.

Digo, así no era...

—¡Que susto me has dado!

—¿Me perdonas?

Me hago a un lado para que pueda pasar e intento recuperar mi pobre respiración.

—¿No puedes tocar la puerta como una persona normal?

—No... o sea, sí, pero no quería.

Ruedo los ojos y cuando el enojo se me pasa le sonrío y me abro espacio entre sus brazos. Me sorprende verlo a esta hora y para colmo va muy bien vestido. Lleva pantalones holgados y una camisa que se ciñe a su figura delgada, acompañado con unas botas converse, todo de negro. Hay anillos adornando sus dedos y cadenas su cuello, se ve increíble.

—¿Qué haces aquí?—le pregunto una vez me separo de él y dejo un beso en su mejilla.

—Resulta que hace dos horas me enteré de que hay un concierto en tributo a Gustavo Cerati por su cumpleaños. Y creí que sería buena idea el ir contigo.

Frunzo el ceño.

—Estoy literalmente en pijama, Milan.

—Lo sé, por eso vine una hora antes. Así puedes arreglarte... Aunque... déjame hacer esto bien—hace una pausa—. ¿Quieres darme el honor de compartir unas horas contigo disfrutando de lo que más amamos?

—¿Indirectamente me estás pidiendo una cita?

—Puede—él se encoje de hombros y yo levanto mis cejas, sorprendida.

MuéveteWhere stories live. Discover now