EXTRA

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[Escena del capítulo 28]
Narrado por: Milan.

Cuatro días de retraso.

Soy consciente de que en este momento mis delgadas piernas deberían de estar flaqueando y mi piel pálida debería estar fría, mientras temo de que un bebé venga a "arruinarme la vida" a mi corta edad.

Conozco la sensación de miedo que siente mi princesa en este momento, ella me lo transmite, e intento entenderla y sentirme igual, pero simplemente no puedo.

Sí, debo aceptar que un hijo no estaba entre mis planes cercanos, nunca lo estuvo. Mi principal meta en la relación era mantenerme estable y feliz a su lado. Pero no puedo dejar de emocionarme ante la posibilidad de que una semilla mía esté creciendo en su vientre.

La imagen de ella con una pequeña pancita de embarazada me hace ilusión, o tal vez de despertarnos en medio de la madrugada por un llanto agudo que necesita comida para poder dormir.

Es una responsabilidad muy grande y nuestra vida a penas comienza, estoy consciente de ello, solo que... de igual manera me haría feliz.

Adaia es la luz de mi vida, nunca antes había amado tanto a alguien como la amo a ella, es un amor inmarcesible, un amor que jamás se va a marchitar, a pesar del tiempo o de cualquier circunstancia.

Ella me invita a pasar al baño para que la acompañe en un momento tan decisivo y lucho para que parezca que estoy asustado y ella no se sienta mal, cuando lo único que quiero es gritar a los cuatro vientos que en tres minutos sabré si seré padre.

Puedo ver lo mucho que está sufriendo, el miedo está plasmado en sus ojos cafés y eso parte mi corazón. Así que la abrazo y me permito sentir el olor de su cabello, desde este punto también siento el retumbar de su corazón. Quiero transmitirle paz y seguridad, lástima que no puedo.

Considero este momento como uno de los más íntimos de nuestra relación, y es tan reconfortante ver por todo lo que hemos pasado que lucho para que el nudo se baje de mi garganta. Me permito admirarla desde mis pensamientos ella es única, con esa genuinidad que la caracteriza y un don maravilloso.

Ante mis ojos Adaia es una verdadera princesa, es la viva representación de su nombre. Un adorno, alguien que llega a tu vida para volverla más bonita y llevadera, una chica que merece todo lo bonito del mundo y que no debería estar sufriendo por esto.

Es una lástima que las personas que están a su al rededor no la sepan valorar como se lo merece.

—Sería hermoso—lucha para decir entre sollozos—. Pero no ahora, estamos muy jóvenes.

MuéveteWhere stories live. Discover now