Deja el miedo, preciosa [9]

28 9 49
                                    

Deja el miedo, preciosa.

Tú: Holaa, perdón por irme ayer así de rápido, me sentí un poco mal y no te encontré para despedirme

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Tú: Holaa, perdón por irme ayer así de rápido, me sentí un poco mal y no te encontré para despedirme. Me gustaría volver a ensayar la canción, avísame cuando, ¿va?

Enviado ayer a las 10:30 am.
Leído.

Apago el móvil nuevamente resignada y vuelvo a posar mi vista en mi computadora para concentrarme en mi trabajo. No sé nada de Milan desde hace dos días y estoy entrando en pánico, se supone que soy su amiga, ¿por qué no puede responderme?

Sé que probablemente esté ocupado, pero no encuentro razón para no tomar cinco minutos o incluso menos de su tiempo para hacerme saber que no puede hablar. No. Solo decidió dejarme en un perfecto y azul visto.

Ash, odio el ghosting.

Vuelvo a dar un suspiro y quito los lentes de mi rostro para pasar mis manos por él. Tomo la taza de té y me la llevo a los labios con pereza, realmente no quiero hacer nada.

Justo ahora estoy haciendo la traducción de un cuento al idioma Alemán, de eso vivo, y la comodidad de mi trabajo es absurda. Sinceramente pensé que al crecer tendría que levantarme muy temprano, no lo sé, tal vez a las cuatro de la mañana, bañarme y vestirme muy formal para ser traductora en una empresa.

No me quejo, se me facilita mucho la vida trabajando de esta manera, así ejerzo lo que he estado estudiando por cuatro años en la carrera de idiomas y me será muchísimo más fácil viajar trabajando virtualmente.

Agradezco mucho esta oportunidad basada en transcribir novelas, libros, cuentos y canciones a cualquier idioma sin problemas, además, los pagos son excelentes y no me hace falta nada para poder mantenerme siendo independiente.

Creo que esa fue una de las razones por la que me alejé de mi familia. Me arrepiento muchísimo, pero hace dos años cuando conseguí esto dejé de depender de mi madre y ella pudo comenzar a satisfacer su vida a su manera. Yo por mi parte, decidí que lo mejor sería dejarla vivir en paz, sin cargas, porque yo me consideraba una.

Con respecto a mi hermana también perdí contacto con ella, ni siquiera pude asistir a su boda o al nacimiento de mi sobrino al que no veo por vídeo llamada desde que tenía dos meses de nacido. Ahora tiene dos años y no puedo evitar sonreír tiernamente mientras veo en los estados de WhatsApp como camina, corre y hasta habla. Me hubiera encantado estar con él desde un principio.

—¿En qué piensas?—pregunta Ryan y se sienta a mi lado posando un tazón de helado de vainilla y oreo trituradas en la mesa—. Es como un McFlurry preparado en casa.

MuéveteWhere stories live. Discover now