La Hija de Elijah

Capítulo 30: Ha Vuelto

NARRA KOL

Kol: Por nosotros – sonrío elevando la copa y ella imita mi gesto.

Davina: Por nosotros – murmura antes de hacer brindis y ambos bebemos de nuestra copa de vino.

Pasarán los años y creo que seguiré viéndola igual que la primera vez que la vi, al igual que la sigo amando puede que incluso más de lo que lo hacía antes.

Dejo la copa en la mesa cuando escucho que los humanos que obligué a tocar para nosotros tocan una canción lenta y me levanto para tenderle una mano.

Kol: ¿Me concedes este baile? – me dedica una brillante sonrisa aceptando mi mano

Davina: Será un placer.

Nos dirigimos al centro del lujoso restaurante que reserve al completo solo para nosotros dos, para poder bailar la hermosa pieza de baile que resonaba en todo el lugar.

Amo estos momentos, sin duda son mis favoritos.

La verdad es que me siento feliz, algo que probablemente si me lo llegas a decir hace veinte años o más no lo hubiese creído. Tengo todo lo que siempre he querido.

Una increíble esposa y una maravillosa hija.

Con eso me es más que suficiente, aún así, sentir que tu familia vuelve a estar unida después de siglos también es algo que se suma a mi felicidad.

Cierro un segundo los ojos sintiéndome realmente en paz mientras nos movemos lentamente al son de la música, hasta que el sonido del teléfono arruina el precioso momento.

Maldigo entre dientes, pero me niego a arruinar este momento.

Hoy es nuestra noch...

Davina: Deberías contestar Kol. – sugiere mientras quién sea que esté llamando insiste.

Kol: Ni de broma.

Davina: ¿Y sí es importante? – pues... - Contéstalo y después podemos seguir.

Suelto un suspiro y saco del bolsillo el móvil para ver el nombre de Sophia en la pantalla.

Ahora me siento curioso, así que, contesto.

Kol: Hola enana, ¿a qué se debe tu llamada? – no recibo respuesta, pero gracias a mi agudizado oído escucho su respiración más acelerada de la cuenta. - ¿Sophia? – pregunto un poco más serio y Davina me mira con la curiosidad brillando en sus orbes – Cariño ¿estás ahí?

Sophia: Sí, sí... - murmura, pero su voz parecía temblar.

Kol: ¿Ocurre algo?

Sophia: Ha vuelto – ahora sí que distingo un toque de miedo en su voz.

Kol: ¿De qué hablas? Cielo no te estoy entendiendo.

Sophia: Ven a por mí.

Davina: ¿Qué sucede? – me pregunta y puede que sea porque mi cara es de pura confusión y cierta preocupación que empezaba a sentir.

Sophia: Por favor, ven a por mí. – se me encogió el corazón al escuchar el por favor.

Me encantaría decirle que eso no tiene ni que pedírmelo y que iba a ir a buscarla en el segundo que me lo pidió.

Kol: ¿Dónde estás?

Sophia: En Chartress Street, cerca de Jackson Square.

Kol: Vamos de camino. – es lo último que digo antes de colgarle y mirar a mi esposa que parece confundida – No sé qué sucede, pero...