DIARIO III Y IV

109 17 3
                                    




Tercer año

                                                      11 de febrero del tercer peor año de mi vida.

Querido Diario.

Las cosas empiezan a complicarse para mí.

Alimentar al vacío con la muerte empezaba a dejar de funcionar, cada vez se hacía más insoportable aguantarlo. La líneas negras apenas desaparecían y cada día dolían el doble, los susurros solo se callaban durante menos de treinta minutos, ya no duraban horas como antes y empecé a tener dolores de cabeza, frío y fiebre de vez en cuando.

Ahora veía al abuelo a cada hora del día y no me dejaba tranquila, ya no desaparecía como meses atrás y esta tortura era horrible. Sentía que me quedaba poco tiempo y por mucho tiempo que llevásemos buscando una solución, aún no hemos encontrado nada.

Siento que no podré aguantar mucho tiempo con este maldito demonio dentro de mí, cada día estaba más cansada.

No podía dormir, no podía pensar y apenas puedo respirar.

Mi enemigos han aumentado, más personas quieren matarme, por lo que no me queda más remedio que estar alerta la mayor parte del tiempo.

Decidí que necesitaba empezar a hacer un negocio para ganar dinero y mantenerme ocupada, por eso, empecé a hacer negocios no muy buenos. Se puede decir que era como una mercenaria, torturaba, mataba y cobraba por hacerlo.

Era lo único que podía ayudarme a seguir con vida y em permitía ganar algo a cambio como dinero (aunque no necesite), pero, sobre todo, me ayudaba a conseguir tiempo.

Perdí la cuenta de las personas que maté cuando llegué a los mil. Se puede decir que esta nueva vida que comencé hace más de un año, es de las peores vidas que una persona que puede llevar.

En mi vida solo hay espacio para la muerte, cuando siento que necesito despejarme solo puedo recurrir al alcohol o al sexo. Estoy como atrapada en agujero oscuro y siento que jamás podré salir de él.

Jamás volveré a tener una vida tranquila, porque siento que jamás podré deshacerme de esto que tengo dentro de mí.

........................................

                                                    3 de noviembre del tercer peor año de mi vida

Querido Diario.

Aún sigo respirando, pero me da a mí que será por poco tiempo.

Hoy he tenido una de las peores torturas que he podido vivir. Ya es malo tener que transformarte en lobo por mucho que siente de maravilla salir a correr en esa forma.

Yo llevo sin poder transformarme mucho tiempo, casi había olvidado como era correr o el sufrimiento por el que tenías que pasar, pero sin duda, Inadu más conocida como el vacío me lo ha recordado.

Sus torturas han ido a peor, raro es el día donde no me duele la cabeza, o no tengo frío, raro es el día que no vomito sangre o esta sale por mis ojos o nariz.

Hoy recurrió a algo peor. Empezó a romper cada hueso de mi cuerpo, pero no para transformarme, porque cada vez que me rompía el siguiente el otro se recuperaba para poder volver a ser partido más tarde.

Jamás creí que algo pudiese llegar a hacerme suplicar de nuevo, la última vez creo que fue cuando le supliqué a Elijah que no se fuese, pero hoy lo volví a hacer.

Necesitaba que parase; necesitaba que aquella dolorosa tortura terminase; necesitaba que los susurros se callaran; necesitaba que mi abuelo dejase de gritar y desapareciera.

La Hija de ElijahWhere stories live. Discover now