La Hija de Elijah

Epílogo

Siete años más tarde

NARRA SOPHIA

La contemplé de manera impasible, mientras analizaba en mi mente todas y cada una de las palabra que me acababa de decir.

Sophia: A ver si me he enterado... - empiezo aún sorprendida – Vienes a mi oficina a pedirme que hoy recoja a tus hijos, aún sabiendo que tengo planes con Hal esta tarde, para que los lleve a un parque de atracciones porque tú y tu esposo le prometisteis a Adila que si se comportaba la invitabais y como lo ha hecho os lo ha pedido y hoy no podéis porque es vuestro aniversario. ¿En serio?

Mi tía Bex asiente dándome una mirada de súplica.

Rebekah: Venga cariño, Halana puede llevarse a Hana quién se lleva bien con Henrick.

Sophia: Adila tiene 4 años – le recuerdo – No podré montarla en las mismas cosas que su hermano ¿has pensado eso?

Rebekah: Son tus primos ¿en serio vas a poner pega?

Sophia: También de Hope, Nick y Finn – respondo con una sonrisa – Y no, no es una pega solo un recordatorio.

Rebekah: Hope tiene a sus mellizos de dos años y Nick tiene a las gemelas de cuatro, ¿cómo voy a darle más niños? – bueno eso es comprensible – Finn no podrá controlar a tu prima y tú cielo, no tienes ningún crio del que encargarte.

Sophia: Precisamente porque dan mucho trabajo y soy muy joven no los he tenido.

Rebekah: Tienes veintinueve años.

Sophia: Llamándome vieja no me convencerás tía Bex – suelta un suspiro y me mira suplicándome con la mirada. -. Bien, cuidaré de mis primos, pero me deberás un favor.

Rebekah: Genial. Recuerda cansar a Adila sino no se dormirá hasta tarde y no les compres muchas chucherías y por favor por mucho que se queje no le pongas algo muy arreglado que pueda ensuciarse.

Sophia: ¿Algo más?

Rebekah: Tengo entendido que ayer Henrick y sus amigos fueron pillados por Caroline viendo una película de miedo – elevé una ceja.

Sophia: Pensé que las odiaba.

Algo que sería normal en un niño de seis años.

Rebekah: Su orgullo es muy grande. Déjale alguna luz encendida antes de acostarte, sabes que....

Sophia: Sí, sé lo que ocurre cada vez que ve algo de miedo.

Rebekah: Bien, mañana si los veo de una pieza te doy las gracias y te prometeré cumplir el favor que quieras pedirme cuando lo pienses.

Sophia: Genial, tía Bex.

Sinceramente, desde que propuso el plan lo iba a aceptar porque son mis primos de los que hablamos, ahora si puedo sacarle provecho mejor.

La tía Bex tuvo a Henrick y dos años más tarde a Adila, en el mismo año que nació mi prima pequeña, Nick y Lizzie fueron padres de las gemelas Dianne y Andrea, y dos años más tarde con un hechizo muy distinto Hope y Josie fueron madres de los mellizos Nicolás y Edward.

Así que, sin duda la familia Mikaelson ha ido en aumento.

Escuché el teléfono que tenía para la empresa sonar y vi el nombre de Sonia, mi secretaria en la pantalla, así que contesté al instante.

Sonia: Señora Salvatore, tiene una llamada entrante de Mystic Falls a nombre de Finn Mikaelson ¿se la paso?

Fruncí el ceño y la tía Bex me miró desde su lugar con la misma expresión de confusión. ¿Para qué me llama Finn a la empresa?