Tarjeta

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Situación: Estás en una situación económica difícil, y por necesidad entras a trabajar en un club nocturno, donde conoces a tu futuro Sugar Daddy.

ADVERTENCIAS: Insultos y relaciones sexuales con alguien mayor.

Pedido de: michii_012

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-Ey, perrita- exclamó tu jefe, sacándote un suspiro de irritación.

-¿Qué pasa? -respondiste desanimada.

-Tienes un cliente, alístate, y te conviene hacerlo bien, tiene cara de ser millonario- dicho esto salió de tu habitación dando un portazo.

La situación económica con tu familia no era la mejor, tenías 2 hermanos que ayudar a mantener y tu madre enferma de diabetes, tú sola debías sacar adelante a tu familia, tu padre casi no estaba en casa tampoco por sus trabajos fuera de la ciudad. Eras mesera en un bar y bailarina en un club nocturno, no era la mejor paga pero lo suficiente para sobrevivir, la peor parte ni siquiera era tener que satisfacer sexualmente a hombres desconocidos, si no tener que ocultarle a tu familia que en pocas palabras eras una prostituta.

Y aquí estabas, maquillando tu rostro para recibir a un cliente, vistiendo unos tacones, con una corta falda y un top que no cubría más allá de tu abdomen, cabello suelto y sedoso peinado. La puerta del cuarto no tardó en sonar, había llegado, inmediatamente cambiaste la expresión de tu rostro a una sonrisa coqueta, según palabras de tu jefe, el cliente parecía tener dinero, quizás tengas una buena propina esta vez.

Un hombre de aspecto fornido y atractivo cruzó la puerta, vestía una playera roja, con una chaqueta café de mangas largas, pantalones grises con algunas aperturas, un collar llamativo, cabello algo desordenado hacia atrás, sus facciones estaban bien marcadas y sus ojos tenían una mirada profunda.

Sería una buena noche.

...

La recámara golpeaba con intensidad la pared por la fuerza de sus penetraciones, las uñas de la fémina se clavaron en los hombros del moreno y su cuerpo sudaba. La habitación estaba llena de sonidos obscenos, sus cuerpos húmedos chocando y jadeos por parte de ambos.

-..¿cuál..es t-tu nombre..?- preguntó la chica con dificultad.

-...Miguel..Miguel O'hara..- algunos jadeos salieron de su boca antes de responder, todo esto sin detener sus fuertes embestidas.

Era increíble como todo de el sonaba y era tan atractivo, tenía voz ronca, un hermoso nombre y físico para morirse. Por primera vez en esos 3 meses que llevabas trabajando, te agradó tener sexo con un cliente.

...

El intenso encuentro dejó a ambos agotados y respirando agitadamente. ______ se levantó para buscar sus prendas creyendo que todo habría terminado y no volvería a ver a ese bello ser masculino.

-Te veo mañana a esta misma hora aquí -dijo de forma repentina, dejándote confundida, volteaste para verlo acomodar su ropa y colocarse la chaqueta, de la cual sacó varios billetes, los extendió hacia ti.

-No veas esto como trabajo, si no como una salida -te dirigió la sonrisa más hermosa que hayas visto para después salir del cuarto, dejándote desconcertada pero a la vez emocionada y feliz.

Después de eso, todo en adelante fue:

"Escoge lo que quieras, yo lo pago"

"¿Necesitas algo más?"

"Mientras estés conmigo no gastarás ni un centavo"

Claro, aún seguías trabajando, a pesar de tener a un atractivo hombre de 35 años dándote lujos, querías tener tu propio dinero, aunque ya no necesitabas del club nocturno, pero no ibas a negar que su llegada te solucionó muchos problemas y te tenía más feliz que nunca.

Y no olvidemos que es muy bueno para ponerte en cuatro.

...

-¿Un sugar daddy? ¿En serio? -tus amigas estallaron en risas.

-Uhm, si, ¿de que se ríen? - no entendías por que era tan difícil de creer, tenías un anillo de oro con pequeños diamantes incrustados en tu mano y ropa nueva.

-Jaja, lo siento, me es difícil de creer- dijo una de ellas.

-Déjame adivinar, ¿tiene 87 años?- contestó la otra aún riendo -Dudo que esa "cosa" funcione.

Suspiraste incrédula, ibas a responder hasta que notaste una figura masculina entrar por la puerta del café, acercandose a ti, la reconociste de inmediato y sonreíste, dejando a tus amigas confundidas por ello.

Miguel te abrazó por la espalda y dejó un beso en tu cuello.

-Hola cariño, mira lo que conseguí para ti -sacó una tarjeta de su chaqueta y la puso sobre la mesa -Esta tarjeta es como mi amor por ti, no tiene límites.

Aquella escena era observada con atención por tus amistades, totalmente impresionadas.

❝O N E  S H O T S - Miguel O'hara 🕷❞ Where stories live. Discover now