❝O N E S H O T S - Miguel O'hara 🕷❞

Buen chico

Situación: Tú esposo estuvo fuera todo el día, hizo un buen trabajo afuera con la ciudad, merece un premio.

ADVERTENCIAS: Sexo oral (Su traje es de tela y no holográfico.)

Pedido de: british_butterfly14

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Noche llena de estrellas, olor a café en la cocina y la televisión encendida a volumen bajo.

Nuestra protagonista silbaba una canción mientras preparaba una cena para su esposo, si es que regresaba, desde la mañana no lo encontró a su lado en la cama cuando despertó, supuso que estaba deteniendo el crimen y cosas así. Las noticias de sus heroicos actos no tardaron en aparecer sobre la pantalla, dejándole aliviada al ver que su suposición era cierta, la ciudad estaba alocada últimamente.

Tomó su taza favorita y vertió el líquido caliente en ella, llevándola a sus labios para beberlo mientras un ligero vapor tocaba su piel. La falta de su marido la tenía algo desanimada, pero esperaba con ansias su regreso. Unos pasos pesados pero lentos en la escalera de incendios llamó su atención, se alejó un poco de la ventana en caso de que fuese un ladrón o algo así, se tranquilizó al ver la silueta enorme y fornida de Miguel.

Dejó la taza sobre la barra de la cocina y se acercó a la ventana para abrirla, recibiendolo con una sonrisa de alivio y preocupación a la vez. Este se veía sumamente cansado, no estaba herido, pero sí se movía algo lento mientras jadeaba como si hubiera corrido varios kilómetros sin parar.

-Hola mi amor..ya estoy de vuelta. - te saludó en español para después besar tu mejilla, con las piernas cansadas caminó hacia el sofá y se sentó en él, recostando su espalda. Su esposa se acercó a él, tomando el borde de su máscara retirándola, sus cabellos castaños salieron despeinados y Miguel sintió un gran alivio ante la sensación del aire en su piel después de estar cubierto por esa tela todo el día.

-¿Qué tanto sucedió allá afuera? - dijo ella mientras se acurrucaba a su lado, este débilmente la rodeó con su brazo.

-Norman..bebió algo que lo volvió un dragón verde gigante, me quedé sin telarañas de todos los edificios que tuve que sostener, gente que salvar..y varios kilómetros que correr, todo para que un chorro de agua lo hiciera volver a su forma normal.- esto último lo dijo con un tono de frustración. -Al menos no hubo gente herida, y ahora, estoy contigo. - sonrió.

Tomó el mentón de la chica para depositar un beso en sus labios, el cual inmediatamente fue correspondido por ella, rodeando su cuello con sus brazos uniéndolos más. En poco tiempo, la pasión creció volviendo la situación algo subida de tono, pues la chica sintió unas manos tocando con desesperación su trasero sumado de su lengua queriendo entrar en el beso.

-Quiero..pero estoy muy cansado. - sus ojos reflejaban el cansancio del que hablaba.

-Entonces deja que yo me encargue. - le guiñó el ojo de forma coqueta, se bajó del sillón quedando arrodillada frente a él, puso sus manos en sus rodillas y separó un poco sus piernas, colocándose en medio de estas.

El traje de Miguel tenía un cierre diminuto en el cuello, el cual fue bajado lentamente hasta dejar su ropa interior a la vista, _____ tomó el dobladillo, jugueteando con él, sacó su lengua, pasándola por encima de la tela que reprimía su erección dura. Sin más juegos, bajó su bóxer, el enorme miembro del castaño salió con brusquedad golpeando su mejilla y creando un ruido sordo, dejando también un hilo de líquido pre-seminal..

-Ah..haz lo tuyo. - el contacto de la punta de su pene con la suave piel de su mejilla le sacó un jadeo. Su amada esposa no esperó más para probarlo. No era la primera vez, pero no importaba cuántas veces sucediera, siempre, SIEMPRE, se sorprendía por lo grande que era él..

Comenzó dejando un camino de besos por el tronco, hasta llegar nuevamente a su punta, era un lugar extremadamente sensible así que se centro en el. Usó su lengua nuevamente ahora para dejar lamidas en esta, fingió inocencia, simulando que estaba probando un helado. Las reacciones en Miguel no tardaron en aparecer, pequeños espasmos por el húmedo contacto en aquel lugar, y una sonrisa al ver como su mujer le lamía el pene con una inocencia descarada.

La chica preparó su garganta, abrió la boca e introdujo su miembro en ella, sacándole un gemido silencioso a su hombre por la calidez y humedad de su cavidad bucal.

-Dios mío..- colocó una mano en el cabello de ella dándole pequeños empujones, no le gustaba ser tan brusco. La chica daba cabeceos profundos que la hacían tragar casi toda su longitud. Respiró por sus fosas nasales para evitar las arcadas.

Miguel casi no contenía sus gemidos, así que estos sonaron en los oídos de _____, dándole una sensación de felicidad al poder complacerlo de esa forma. Una emoción peculiar invadía a los dos cada que oían el sonido morboso que creaba el frote de la saliva y la carne de su pene.

-Mi amor..estoy cerca..- todo su cuerpo se tensó, por instinto empujó más su cabeza haciéndola tragar toda su erección. ____ con gusto chupó con más velocidad, dispuesta a recibir esa carga dentro de su boca, sin desperdiciar nada.

Un fuerte gruñido escapó de los labios de Miguel al correrse en su boca, acompañado de una expresión pornográfica.

Lo sacó de su boca, recuperando algo de aire, limpiando un poco de saliva que caía de sus labios.

Desde allí abajo podía ver el pecho de su esposo subir y bajar por la respiración pesada que le causó su orgasmo. Miguel tomó su mentón una vez más para acariciar su labio inferior con el dedo pulgar. -De verdad lo necesitaba, esa boca tuya hace magia..- la chica lamió su pulgar en respuesta, extendiendo más la sonrisa de su hombre.

Ambos se levantaron, en camino a su habitación compartida para dormir abrazados toda la noche, lo merecían.