Cap. 10

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Al abrir los ojos Sam se encuentra con una luz cegadora sobre ella.

Cerró los ojos acostumbrandose un poco a la claridad, recuerdos de los últimos sucesos viajaron a su mente haciéndola fruncir el ceño asustada.

Se levantó dándose cuenta que se encontraba en una especie de cuarto parecido a las habitaciones de hospitales, su mente dolía y algo raro ocurría con su cuerpo.

Se sentía diferente, su cuerpo se sentía diferente.

Parpadeo un par de veces para intentar espabilarse, sus ojos pesaban por volver a cerrarse y sus oídos pitaban.

Un fuerte dolor de cabeza se instaló junto con una presión en la nuca.

¿Que le habían hecho?

¿Que había ocurrido?

Observó a su alrededor buscando una señal de algo que la orientara o eso intentaba, ya que todo lo que veía era blanco.

Se puso de pie y se apresuró a ir hacía la puerta que se encontraba al frente.

Intentó abrirla pero al hacerlo una luz Roja se activó junto con un ruido ensordecedor, no pasó mucho tiempo cuando aquello se detuvo y la puerta indicó una luz verde junto con un Clic y luego fué abierta.

Salió con sigilo mirando a todos lados por si era una trampa, se encontró con un pasillo que al final llevaba a otra puerta y está igual que la anterior también tenía una luz verde.

Con pasos vacilante fué hacía donde la dirigían y al atravesarla volvió a estar en otro pasillo pero está vez eran tres, uno al frente y dos más a cada lado.

Miró dudosa por donde ir pero la luz verde al final del pasillo derecho le decía que debía seguir ese camino.

Ya que era la única puerta que indicaba estar abierta.

A medida que iba acercándose un fuerte grito junto a rugidos la detuvieron.

Frunció el ceño intentando comprender lo que había escuchado, o al menos saber si en serio lo había escuchado y no era su mente jugandole una broma.

Todo era silencio, era esa clase de silencio que no te daban paz, era enloquecedor y un aire frío la recorrió imaginandose lo peor.

Esta vez estaba dudando si seguir o no, le daba miedo lo que pudiera haber detrás de esa puerta, pero otro grito, está vez más agonizante y doloroso que el primero se escuchó más duro.

Las paredes le hacían eco sacandola de sus pensamientos.

El tercer grito que era más parecido a un chillido, algo así como los gritos de un gato cuando estaba agonizando le hizo darse cuenta de quién podían provenir.

Sus piernas se movieron rápidamente corriendo a gran velocidad hacía aquella puerta.

Al ingresar, la imágen de 310 encadenado a una camilla se hizo presente.

Otro rugido salió desde el fondo de su garganta y Sam sentía desvanecerse.

Verlo de tal manera le hizo comprender el verdadero peligro que corrían.

Esas personas eran monstruos, eran las verdaderas bestias y sus ojos se llenaron de lágrimas y sus piernas sin saberlo tocaron el piso.

Sentía el dolor del Felino como el suyo propio.

Era eso lo que le ocurría.

Por eso su cuerpo se sentía extraño.

Una punzada en su pecho se hizo presente y la presión en su cabeza se intensificó haciéndola jadear.

Experimento 310.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz