Extra 3

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Tiempo después

El pequeño Tommy había pasado corriendo por el lado de Sam ocultándose detrás de ella muerto de la risa, Sam al ver como el pequeño niño se escondía de algo se colocó a su altura para mirarlo y con una enorme sonrisa le dijo.

—Algún día matarás a tu padre de un infarto pequeño — El niño volvió a reír y Sam levantándolo en sus brazos lo sentó sobre la encimera de la cocina donde ella estaba picando algunas frutas para comer.

En el momento en que le iba a dar una fresa al pequeño Tommy un enfurecido Red entró por las puertas de la cocina descalzo y con el cabello revuelto.

—Deberias dejar de malcriarlo tanto, — Y acercándose al niño dijo — Tommy no está bien lo que hicistes en la oficina de papá.

Red se acercó a ellos dispuesto a seguir regañando al pequeño pero Sam se colocó en medio dispuesta a defender al pequeño niño de cualquier reprimenda.

—Es un niño Red, aún no aprende que no debe dibujar sobre los papeles de la oficina de papá.

—Pequeña humana, tiene 3 años.

—No importa, para mí sigue siendo un bebé.

Sam se giró para cargar al pequeño en brazos y con el otro agarró el tazón de frutas dirigiéndose al sofá para ver una serie que había descargado temprano.

No había dado ni los primeros 5 pasos cuando sintió como unos brazos le arrebataban al niño.

—Pequeña, ¿Cuantas veces tengo que decirte que no cargues a Tommy? Estas de 9 meses y en cualquier momento puede venir la bebé.

—Oh vamos cariño, no seas tan pesado.

Después de aquél día en la playa Sam y Red no pudieron volver a separarse, habían empezado su relación instantáneamente y semanas más adelante se habían mudado juntos, 6 meses después se habían casado por civil, sin nadie más que ellos mismos y ahora esperan a su primera hija, Red se había vuelto sobreprotector sobre el embarazo y Sam amaba cada segundo al lado de su amor, pero debía admitir que a veces esa protección la sacaba de casillas, aún así no cambiaría nada.

Red nunca logró recuperar partes del sueño y Sam no había insistido más sobre el tema, había quedado en el pasado y ahora lo que les importaba era el presente y la nena que venía en camino.

— Adelaine viene en la tarde para buscar a Tommy — había dicho Red sentándose al lado de su esposa en el sofá, colocó al niño del lado opuesto cerca de Sam para que pudieran comer juntos y tomó los pies de su esposa para subirlos a su regazo y darle suaves masajes.

Su esposa.

Red volvió a pensar en la palabra y no cabía de dicha en su pecho, se sentía increíble tener a la mujer que amaba a su lado y mucho más feliz al saber que compartirían el resto de vida juntos, cada día al lado de su amada era espectacular, Sam sabía como llenarlo de miles de formas y hacerlo feliz con tan solo una mirada, la vida no podía sonreírle mejor y ahora más que tendría una preciosa nena con la mujer de su vida.

En ese momento un pequeño chillido lo sacó de sus pensamientos, giró la cabeza para mirar a Sam quién se encontraba pálida sosteniendo su abultada barriga.

—¿Que? ¿Que ocurre? — Se agitó Red de inmediato saltando del sofá para colocarse al frente de su mujer.

—Necesito que me revises — Había dicho Sam con pánico en su voz, en ese momento otro grito salió de sus labios — Jodeerr, hazlo ya.

Red se apresuró a levantar su vestido, una leve mancha de sangre adornaba sus bragas y seguido de esto pudo ver el momento exacto en que un líquido transparente salía de ella.

Experimento 310.Where stories live. Discover now