Capítulo 23

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310 estaba sumergido de nuevo en aquél sentimiento que lo controlaba, veía todo rojo y su mente no dejaba de mostrarle a los mismos hombres que lo habían torturado y castigado cuando a penas era un cachorro, su respiración era irregular y la sensación de dolor aún seguía latente en sus venas como si la golpiza fuera sido proporcionaba tan sólo hace unos minutos.

En su pesadilla, pudo reconocer a la hembra que lo llamaba desesperada, su voz fué como un bálsamo para la locura que estaba sintiendo y se dejó llevar por la dulce voz de la humana regresando de nuevo a la realidad.

Abrió los ojos sintiéndose en peligro nuevamente y tomo del cuello a Sam atrayendola hacía él para estamparla contra su cuerpo.

Necesitaba protegerla de los hombres miserables.

Enfocó su vista en ella reconociendola minutos después, al principio pensó en atacar pues tenía miedo de que volvieran por él, pero luego esa mirada que le dedicaba la humana lo hizo reaccionar, Sam tenía miedo pero no de él, si no de lo que ocurría a su alrededor, sin saber todavía al verdadero peligro al que se enfrentaban.

-¿Estas bien? - Preguntó Sam prácticamente en un susurro cargado de tristeza, había entendido que se había metido en los recuerdos del felino pero una duda se cernía sobre ella, ¿en verdad fué un recuerdo? ¿En verdad había tenido que pasar por aquello cuando tan solo era un niño?

-Tu... ¿Lo vistes? - Interrogó 310 con su voz rasposa sin soltarse de Sam.

-Si, lo vi, ¿Eras tu? — Volvió a preguntar Sam, esta vez abrazandolo para aferrarse a su cuerpo. Deseaba eliminar el dolor que sentía el felino.

—Solo era un cachorro.

—Lo sé, lo sé, y no sabes cuanto lo siento.

Ambos se quedaron abrazados sintiendo el calor que desprendía el otro en su cuerpo, sumidos en sus pensamientos pero con el reconfortante hecho de que estaban juntos.

El Felino intentaba eliminar los recuerdos de su mente, se había dado cuenta que Sam podía verlos y habían cosas que preferiría no pensar para que la humana no sufriera.

Un suspiro escapó de los labios de su hembra haciéndolo delirar, el olor que la humana desprendía había cambiado, olía a él con una mezcla dulce y deliciosa, su aroma se había intensificado y 310 la apretaba más entre sus brazos sin querer soltarla.

—¿Por qué hueles así? — Preguntó Sam de pronto.

—¿Como así?

310 frunció el ceño sin comprender de lo que hablaba su humana, pero aún así, guardó silencio esperando una respuesta.

—Aún no te has duchado pero hueles como si lo hubieses hecho.

Sam restregó sus mejillas en el pecho del Felino impregnandose de su olor.

—¿De que hablas humana? — El felino sonrió viendo el comportamiento de Sam, actuaba como una gatita en busca de cariño y rápidamente 310 comenzó acariciar su espalda de arriba abajo.

—Hablo de que tu aroma es delicioso, hueles cítrico pero mezclado con un poco de miel.

El felino soltó una pequeña carcajada sorprendiendo a Sam.

¿Se estaba riendo?

Era la primera vez que lo veía reír libremente.

Lo cítrico es mi aroma, es fuerte y picante, siempre he olido así, ahora tú también lo tienes, el olor a miel, que en realidad no sé qué es pero creo que te refieres a lo dulce es tu olor, al vincularnos ambos nos pertenecemos, tú tienes mi olor y yo el tuyo.

—¿Que significa vincularnos?

—Significa que ahora somos uno sólo, nuestras almas están conectadas y sincronizadas.

—¿Como es posible eso?

—La marca.

Sam frunció el ceño levantándose para mirarlo a los ojos. La conversación sonaba interesante y quería saber más.

—¿Que marca?

— La que llevas aquí.

310 dirigió su mano a la parte de atrás de su cuello acariciando las marcas de colmillos que estaban dibujadas en la humana.

Sam se estremeció y tembló ante las caricias del Felino, su toque allí se había vuelto demasiado sensible hasta el punto de volver a sentir el cosquilleo.

—No hagas eso por favor.

—¿Hacer que? — 310 se levantó posicionándose en la espalda de la hembra repartiendo besos por todo su hombro.

—Justamente lo que estás haciendo.

—¿Por qué?

—Porque.... Porque... — Sam no podía articular palabra, su mente estaba volando en los besos del felino y de nuevo el calor se incrementó en su vientre.

Recostó su cabeza en el pecho de 310 y se dejó llevar.

Todo fué hasta que un pensamiento interrumpió su lujuria de placer.

—¿Como te llamas?

El felino detuvo sus besos para observarla a la cara, ¿Por qué de pronto preguntaba aquello? ¿No lo habían hablado ya cuando se conocieron? ¿O se le olvidó?

—No me mires así, quiero saberlo. No puedo llamarte de ninguna forma, no puedo dirigirme a tí como el felino y 310 no es un nombre es un número.

—¿Entonces?

—Entonces quiero saber tu nombre, uno con el que te gustaria ser llamado.

El felino lo pensó por un momento, ¿alguna vez había tenido un nombre? ¿A caso quería uno.?

—Por ejemplo, yo me llamo Sam, aunque tu me llames humana sabes que mi nombre es Sam. ¿Lo entiendes?

310 asintió, claro que sabía a lo que se refería y siguió pensando en una respuesta.

—Entonces, yo sé que eres un Felino, y toda la cosa, pero aquí la pregunta es... ¿Como quieres tú llamarte?

310 siguio pensando en la respuesta, mientras lo hacia admiraba los dulces ojos verdes de su hembra y sus pequeños labios con dulzura, todo en ella le gustaba y mientras mas la miraba la respuesta llego a su mente.

-Red - dijo sin mas, Sam fruncio el ceño sin entender y ladeo su cabeza esperando respuesta, pero al ver que el felino no se la daba se decidio por preguntar.

-¿Red? ¿Por que? ¿Tiene algun significado? ¿Sabes acaso el significado?

El felino asintio en respuesta y dijo.

-Rojo, porque se convirtio en mi color favorito, rojo porque es el color de la sangre que correra de los bastardos humanos cuando me deshaga de ellos, roja es la ira que ven mis ojos, rojo es el fuego y roja es la pasion, pero sobre todo porque toda tu eres roja y ese color me encanta en ti.

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Buenooo mis queridos lectores hermosos y peciosos. Capitulo corto para no dejarlos sin nada.

Recuerden que estamos en la etapa donde Sam y 310 se estan conociendo mas y toda la cosa. No todo el libro va a ser puro cuchiplancheo como conejos pero tampoco sufrimiento y lloradera.

Creo que nuestros protas tambien merecen un momento dulce donde puedan conocerse mas, hablar y compartir momentos agradables.

Por otro lado, ¿que opinan del nombre que eligio nuestro felino? ¿Le queda bien?

Tambien queria informarles que estos dias estuve mega hipe ocupada y ni chance tenia de actualizar, disculpenme por favor. Sin mas, me retiro, no olviden dejarme su voto como indicativo de que la historia les gusta, chao chaoo...

Experimento 310.Where stories live. Discover now