El Secreto Que Compartimos (Chat Noir/Adrien y tú) [PAUSADA]

14. El Día Siguiente

Narra _____

Dolor.

Dolor, entumecimiento, calor, y una fuerte respiración golpeando mi cuello es lo que siento al despertar.

Bueno, despertar es una forma de decirlo.

No quiero abrir los ojos. Me duele la cabeza, la espalda, las caderas… ¿por qué demonios me duelen las caderas?

Tengo la boca seca, por lo que el recuerdo de beber unas cuantas cervezas ―muchas cervezas―, llega a mi memoria y la confusión que siento empieza a tener sentido.

De acuerdo, anoche bebí, ¿y luego qué?

Seguro hiciste alguna estupidez…

Nah, no soy ése tipo de ebria.

¿Segura?

Segura.

Pobre cosita fea…

¿Por qué siento que mi consciencia sabe algo que yo no?

Decido ignorar mis serios problemas mentales causados por la bebida y me froto los ojos con ambas manos. Enseguida hago el intento de levantarme de la cama, sólo para ser detenida por los fuertes brazos de alguien.

Alguien que gruñe al sentir mis movimientos y en respuesta intensifica su agarre alrededor de mi cintura.

Bueno, no es Kagami, de éso estoy segura.

¿Qué demonios sucedió después de beber?

Piensa, _____, piensa…

Ya era hora de que lo hicieras.

Ignoro ésa vocecita que se vuelve más insoportable gracias a la resaca y me obligo a mí misma a evocar cualquier recuerdo útil de la noche anterior.

Bueno, recuerdo que la competencia terminó, salimos a festejar, bebí un poco y luego…

Y luego…

¡Y luego…!

¡Kagami!

Éso es. Llamé a Kagami.

¿Para qué la llamé?

La punzada que siento en la cabeza al forzarme a recordar me hace ver estrellas y sé que ése será el recuerdo más lejano al que llegaré hoy.

―_____―mi nombre en un susurro es suficiente para traerme de regreso a la realidad y sólo entonces presto atención a todo lo que me rodea.

A quién te rodea, querrás decir…

Puedo sentir su aliento golpeando mi nuca, sus manos acariciando mi vientre, sus piernas enredadas a las mías y… bueno, cierta cosa presionando mi trasero que no quiero mencionar.