22. Necesitamos hablar

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Narra Adrien

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Narra Adrien

Mientras la espero, ya me he dicho un millón de veces que debo mantener la calma. Que no debo permitir que me afecte.

Podré haberme rendido a sus pies siendo Chat Noir, pero no puedo dejar que Adrien también lo haga. Tengo dignidad.

Al menos quiero fingir que la tengo.

Oigo el golpeteo de sus tacones contra el suelo y, con una determinación de acero y una expresión impasible, me preparo para darle la cara.

Ya está. Perdí.

¿Por qué debe verse tan hermosa con ése vestido celeste?

―Hola ―mi voz sale más alegre de lo que esperaba.

Concéntrate, imbécil.

―Agreste... ―responde y me resulta imposible no hacer una mueca de desagrado.

Odio cuando me llama así. Odio que mantenga la distancia después de lo que hicimos. Ni siquiera sé porqué sigo recordándolo, cuando de seguro ella ya lo olvidó.

―Te ves preciosa esta noche, Lémery ―pronuncio su apellido con suavidad y sugerencia, buscando molestarla, pero en cambio, la forma en la que sus mejillas se sonrojan acelera mi corazón.

―Y tú estás... muy elegante ―contesta y odio lo feliz que me hace oír un cumplido suyo.

¿Y tu dignidad dónde está?

―Qué extraño, sólo tomé lo primero que encontré en mi armario ―bromeo en un intento por relajar el ambiente, pero su silencio sólo hace que quiera golpear mi cabeza contra la pared.

Ya madura, idiota...

Me obligo a mantener mis comentarios debajo de mi lengua e intento no devorarla con la mirada durante el silencio que nos envuelve.

Pero es tan... difícil.

El vestido que lleva puesto delínea sus curvas de forma perfecta, dándole un aspecto sofisticado y sensual. Su escote es modesto, las mangas largas, y la caída elegante de la falda se roba mi aliento.

Deja de mirarla o empezarás a babear...

Me aclaro la garganta y finjo admirar el cielo nocturno de París.

―¿Qué tanto... te dijo Kagami? ―logra preguntar al fin. Yo me encojo de hombros.

―No mucho. Sólo que necesitabas hablar conmigo.

Y fue justo a tiempo, por que estaba a punto de saltar de aquí e ir a verte...

―De acuerdo... iré al grano ―dice y se acerca a mí lo suficiente para poder sentir su aroma. Ése delicioso aroma que tanto me encanta y cada día extraño un poco más.

El Secreto Que Compartimos (Chat Noir/Adrien y tú)Where stories live. Discover now