El Secreto Que Compartimos (Chat Noir/Adrien y tú)

19. Ambos Lo Estarán

Narra _____

Quería pasar toda la tarde con él.

Quería contarle tantas cosas. Reír de nuevo a su lado, oírlo hablar y admirar su hermosa sonrisa, pero tenía trabajo que hacer.

Chat Noir insistió en llevarme a la panadería, y por supuesto, al decir "llevarme" se refería a sujetarme de la cintura y lanzarnos de un lado a otro por encima de la ciudad.

Y quizás fue el viaje ―ojalá sea el viaje―, pero en cuanto llegamos, las náuseas y los mareos regresaron a mi cuerpo como una intensa ola.

Ahora mismo hago mi mejor esfuerzo por no demostrar lo mareada que me encuentro, concentrando toda mi atención en la radiante sonrisa del minino frente a mí.

―Gracias por traerme ―digo con voz agitada, buscando recuperar el aliento. Él acomoda un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y soy consciente de la suavidad con la que lo hace, como si temiera herirme con sus garras.

¿Cómo podría no enamorarme de él?

―¿Puedo ir a verte ésta noche? ―Sus orejas se mueven de manera graciosa y sé que está nervioso por la forma en la que me mira.

Es tan lindo…

Mi corazón se salta un latido y estoy a punto de aceptar cuando recuerdo que Kagami me prometió lo mismo. La desilusión me hace sentir más triste de lo usual.

¿Desde cuándo soy tan sensible?

―Mi amiga estará ahí…

―A mí no me importa. Sólo quiero estar contigo un poco más ―sus palabras mueven el suelo bajo mis pies y me es imposible ocultar lo feliz que me ha hecho oírlo.

―Entonces te esperaré.

Chat Noir sonríe como un niño bueno y se aleja saltando por los tejados con su característico bastón. Lo observo hasta que desaparece en la lejanía y sólo entonces, mientras oigo el latir desbocado de mi corazón en mi pecho y mis mejillas arden con intensidad, es que me permito analizar lo que acabo de descubrir sobre mí misma.

Genial. Me gusta un chico y ni siquiera sé su nombre.

Que inteligencia la tuya, _____.

Lo sé. Todos éstos sentimientos y anhelos que tengo por Chat Noir no son más que un peligro inminente para mi frágil corazón.

Ni siquiera sé quién es, no sé mucho sobre él y por más charlas y momentos que podamos compartir juntos en el presente y en el futuro, siempre existirá una parte de Chat que será desconocida para mí.

Y no olvides que estás embarazada de alguien más…

Sacudo la cabeza para alejar ésos inútiles pensamientos y entro a la panadería fingiendo una sonrisa. Al menos la calidez que me recibe al entrar me hace sentir mejor.