6. Una Buena Telenovela

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Narrador

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Narrador

Adrien llegó a casa y se arrojó a la cama con una gran y boba sonrisa en los labios.

Plagg voló hacia él y le habló durante un rato antes de notar que el rubio ni siquiera lo estaba escuchando.

Su mente se encontraba muy lejos de aquella habitación, en cierta calle de París, recordando con adoración a la hermosa chica de ojos brillantes y mejillas sonrojadas que había huido después de un tierno beso en la mejilla.

―Es tan adorable, Plagg ―murmuró el joven mirando un punto inexistente en el techo.

El pequeño kwami rodó los ojos y le mostró una mueca de disgusto a la que tampoco prestó atención.  

―¿Ya vas a empezar a hablar de Ladybug otra vez?

Adrien levantó la cabeza y frunció el ceño.

―No estoy hablando de Ladybug.

Plagg inclinó las orejas y se fue a la segunda opción posible.

―¿Marinette?, ¿desde cuándo piensas así de ella?

Adrien volvió a negar, ésta vez con más ímpetu.

―Tampoco hablo de Marinette. Dios, ella es sólo una amiga.

―¿Entonces de quién estás...? ―el gatito abrió los ojos cuando se dio cuenta y lo miró como si se hubiera vuelto loco―. Espera, ¿estás hablando de ésa chica, _____?, ¿la que te trata mal todo el tiempo?

"Siempre tan delicado" pensó el rubio apretando los labios.

―Ella no me trata mal, Plagg ―replicó intentando convencerse a sí mismo, aunque sabía muy bien cuál era la realidad.

El minino chasqueó la lengua.

―Claro que sí, ¡te detesta! ―exclamó fastidiado antes de acercarse a él y mostrar una mirada curiosa―. Por cierto, ¿por qué te detesta?

Adrien miró al kwami con los ojos entrecerrados y negó con la cabeza.

―Ya ríndete Plagg, no voy a decírtelo.

―¿¡Qué!? ¡Vamos!, ¡necesito el chisme!

―Deberías dejar de ver ésas telenovelas, Plagg. Te están afectando la percepción de la realidad.

―¡No me cambies de tema, niño!

Adrien rodó los ojos y reprimió una sonrisa divertida. El minino llevaba dos días intentando sacarle la razón detrás de su pequeña enemistad con la chica y su frustración era cada vez más evidente, y graciosa, por supuesto.

―¿Por qué te interesa tanto, Plagg?, creí que los conflictos humanos te eran indiferentes.

El kwami parpadeó y miró hacia todas partes en busca de una excusa.

El Secreto Que Compartimos (Chat Noir/Adrien y tú)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin