33. Álbum de fotos

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Narrador

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Narrador

“Es porque te extraño”.

“Porque te extraño…”

“Te extraño…”

Adrien ya lo había repetido un sin fin de veces en su cabeza, una y otra vez. Y sin importar cuánto intentara creerlo, cada vez se sentía menos real y más como una ilusión creada por su corazón desesperado.

“Te extraño”.

Éso era lo que había dicho, ¿no es así?

―Dilo… dilo de nuevo… ―pidió con voz ahogada y seca. No podía creerlo, y no podría hacerlo a menos que ella lo dijera una vez más.

Y luego otra y otra, y otra vez.

Quería oírla repetirlo por el resto de su vida.

_____, mientras tanto, era una mata temblorosa y consternada que apenas se había dado cuenta de lo que acababa de decir.

La realización de haber liberado aquellas palabras que llevaban encerradas en su pecho por tanto tiempo fue abrumadora y terriblemente aterradora.

Ése era un sentimiento privado, ajeno, y prohibido para cualquier ser humano además de ella. Se suponía que nadie debía saberlo ni oírlo jamás, ¡mucho menos Adrien!

Y ahora lo sabía.

Quería morderse la lengua hasta dejar de sentirla y luego cubrirse bajo montañas y montañas de frazadas para intentar ocultar la vergüenza y la inmensa desesperación que sentía en ése instante.

Y a pesar de todo, se encontró a sí misma dispuesta a decirlo de nuevo.

―Dije que te extraño ―repitió y le sorprendió que no sonara forzado ni sarcástico. Le sorprendió que siguiera sonando igual a la primera vez que lo dijo.

Igual de honesto, ansioso y desesperado.

―_____… ―Adrien intentó hablar, intentó decir algo, lo que fuera.

Nada salió.

Estaba tan conmocionado y confundido que aún no terminaba de procesar la situación, las palabras, el sentimiento. Ése pequeño murmullo cargado de necesidad y soledad que ella le acababa de confiar. Un pequeño anhelo suyo.

_____, al ver la imposibilidad de Adrien de dar una respuesta adecuada, dio un paso adelante luego de reunir todo el valor que le quedaba en los huesos.

No podía volver atrás ahora.

―¿Sabes?, cuando… cuando supe que volvería a la mansión después de tanto tiempo, me preparé para enfrentar los recuerdos de mi padre ―su tono se oía bajito y entrecortado gracias a los pequeño hipos del llanto―, pero no me preparé para enfrentar los tuyos…

El Secreto Que Compartimos (Chat Noir/Adrien y tú)Where stories live. Discover now