Embarazarme del chico que odio jamás estuvo en mis planes, pero aquí estamos...
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ꕤ HISTORIA BASADA SÓLO EN LA PRIMERA TEMPORADA Y CON ALGUNOS PERSONAJES DE LA SEGUNDA.
ꕤ Las edades fueron cambiadas para adaptarse a la trama.
ESTADO: EMISIÓN
¡Qu...
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Narra _____
Salgo del baño luego de lavarme la boca con un litro de enjuague bucal para ocultar que he estado vomitando de nuevo y suelto un suspiro al encontrarme con Kagami parada afuera, esperándome.
¿Será que me escuchó?
―Te dije que fueras al maldito hospital ―me regaña, tiene los brazos cruzados y un marcado ceño fruncido. Es obvio que está molesta.
Sí, me escuchó.
―Felicidades, esta es la primera vez que te oigo maldecir ―bromeo con un guiño que la hace enfadar más.
―Hablo en serio, _____. Ya llevas una semana tirando la comida al inodoro. Algo malo te sucede.
Ruedo los ojos y me miro en el espejo para asegurarme de que no me he ensuciado el uniforme de esgrima en ninguna parte. Sonrío con alivio al no encontrar nada.
―Relájate. Probablemente algo me cayó mal. No es la gran cosa ―repito como por milésima vez en la semana.
―_____, sé que no te gustan los hospitales, lo entiendo, pero no puedes seguir así.
La miro de reojo y su semblante decaído y preocupado me hace sentir culpable.
Sé que me estoy comportando como una niña. Le prometí que iría al hospital si es que continuaba enferma, pero nunca imaginé que realmente seguiría vomitando cada día.
Considerando mi suerte, debería haberlo previsto.
Al final, la semana pasó y las clases en la academia de esgrima se reanudaron.
Y yo no fui al hospital…
―Iré después de entrenar, te lo prometo. ―Kagami no se ve muy convencida.
―Vienes diciendo lo mismo toda la semana ―me reclama.
―Esta vez lo digo en serio. Vamos juntas si quieres ―sugiero y ella por fin se relaja un poco.
―Más te vale. No es normal vomitar tanto…
―A menos que estés embarazada ―la voz de Clélie detrás de nosotras nos hace pegar un salto.
Ella también lleva puesto el uniforme blanco de siempre y sé gracias al sudor en su frente y la careta en su mano que ha estado entrenando como nosotras.
―Clélie, hola ―digo. Intento que no se note lo incómoda que estoy por volver a verla después del incidente del hotel, pero no soy muy buena actriz.
Ella mira a Kagami y luego me mira a mí, sus ojos grises parecen escudriñar en mi interior.
―¿Desde cuándo estás enferma? ―me pregunta y yo frunzo el ceño.
―Apenas una semana, así que no le digas al entrenador, por favor ―le ruego, pues sé muy bien que él no me dejará entrenar si se entera.
Clélie vuelve a mirar a Kagami y luego aprieta los labios, como si estuviera debatiéndose sobre algo.