Embarazarme del chico que odio jamás estuvo en mis planes, pero aquí estamos...
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ꕤ HISTORIA BASADA SÓLO EN LA PRIMERA TEMPORADA Y CON ALGUNOS PERSONAJES DE LA SEGUNDA.
ꕤ Las edades fueron cambiadas para adaptarse a la trama.
ESTADO: EMISIÓN
¡Qu...
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Narra _____
Pasar el rato con Luka fue divertido. Él no sólo es el tipo de chico con el que es fácil hablar, también es comprensivo, paciente y sorprendentemente sensato para ser sólo dos años mayor que yo.
Lo más probable es que hubiéramos pasado toda la tarde hablando de no ser porque casi me da un infarto cuando vi la hora en su reloj de muñeca…
¿Por qué el tiempo pasa tan rápido cuando te diviertes?
Me faltan piernas para correr después de despedirme de él, y me doy cuenta en el camino que olvidé pedirle su número de teléfono.
Quizás se lo pida a Mari después…
Cuando llego a la mansión luego de una larga caminata y media maratón olímpica, lo primero que hago al abrir la puerta es revisar el perímetro en busca del siempre fruncido ceño del señor Agreste.
Mi corazón ya late con suficiente fuerza en mi pecho por la carrera hasta aquí, así que la ansiedad que siento no ayuda a calmarlo. Me hace preguntarme cuánto me costarán las horas de libertad que tuve el día de hoy y cómo tendré que pagarlas.
¿Habrá descuento para mujeres embarazadas?
―Ellos no están en casa, tranquila ―oigo de pronto desde las escaleras.
Levanto la vista hacia donde él se encuentra y lo observo confundida mientras baja los escalones con pasos lentos y expresión extraña.
―¿Acaso saben que yo...? ―hago un ademán hacia la puerta y Adrien niega.
―Nathalie lo sabe, pero prometió no decirle nada a mi padre. Puedes confiar en ella ―la seguridad en sus palabras me hacen sentir aliviada y agradecida.
Y no sé de dónde saco la osadía de acercarme a él como si aún existiera entre nosotros la confianza para hacerlo.
―¿Y nuestro amigo de allá? ―pregunto en un murmuro señalando al guardaespaldas de Adrien de la forma más discreta posible.
―Tampoco dirá nada. Tenemos un convenio ―responde casi divertido antes de recuperar la distancia.
Su incomodidad no me pasa desapercibida, mucho menos la forma en la que evade mis ojos cuando intento hacer contacto visual.
Me doy cuenta entonces de que esta es la primera vez que hablamos correctamente desde que me mudé a la mansión, lo que me hace sentir molesta conmigo misma por alguna razón.
El silencio que nos envuelve parece ser demasiado insoportable para Adrien, ya que se despeina el cabello y abre la boca un par de veces antes de hablar.
―Bueno... ―empieza, suena nervioso―, volveré a mi habitación ―informa y gira sobre sus talones dispuesto a huir.
Y digo huir porque sube las escaleras casi corriendo.
