O9. Siempre eres tú

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Rivers se acercó a su mejor amigo para husmear lo que había pedido para la cena  ⎯¿Pediste arroz frito?⎯ preguntó curiosa y Osvaldo asintió con la cabeza mientras sacaba las cosas de la bolsa  ⎯¿y la salsa negra especial?

⎯Se que no te comes tus rollos sin ella⎯  dijo mientras sacaba dicha salsa de la bolsa  ⎯Y antes de que lo preguntes, ¡sí!, si compre tu galleta de chocolate para el postre⎯  añadió agitando la galleta.

⎯Por eso me caes tan bien cabrón⎯  golpeó el hombro de su mejor amigo como muestra de cariño.


Mariana escuchaba la escena desde el sofá y como alfiletero, cada pinchada dolía más que la anterior. Los celos que sentía sobre la relación de Osvaldo y Samantha eran una carga emocional con la que no podía lidiar, y cada vez que los veía juntos, se intensificaba.

Estaba al borde de un colapso emocional.


⎯¿Ya pusiste la película duende?⎯ Osvaldo la tomo de los hombros por detrás, distrayéndola de sus problemas emocionales, Mariana se movió bruscamente soltándose de él y se puso de pie.

⎯Olvide que tengo que entregar unas cosas de la escuela⎯  titubeó. Osvaldo y Rivers se miraban entre sí mientras Mar caminaba hacia la salida. La chica se giró y abrió la boca para hablar, pero las palabras no salieron, solo apretó el puño y salió del departamento azotando la puerta.  

⎯¿Qué verga?⎯  Rivers miró confundida a su mejor amigo.

Osvaldo se encogió en hombros  ⎯¿Debería de ir?⎯  preguntó. 

⎯Pues es tu hermana carbón, ¿qué esperas? ¿Que vaya yo?⎯ dijo sarcástica, pero su mejor amigo asintió con la cabeza al instante. Rivers frunció el ceño ante la actitud de Osvaldo, parecía un cachorro cobarde.

⎯¿Qué tal si son pedos de mujeres?⎯ se rascó la nuca. 

Rivers rodó los ojos y salió del departamento tras Mar para encontrarla unos pasos más adelante.


⎯¡¿Qué verga te pasa a ti?!⎯  gritó Rivers a espaldas de Mar  ⎯acabas de pelear por un puto control y ahora te vas. Tus berrinches no tienen sentido⎯  se cruzó de brazos esperando la respuesta de Mar. 

Mariana se detuvo en seco  ⎯¿Por qué siempre tienes que ser tú?⎯  dijo firme aun dándole la espalda a Rivers  ⎯¿por qué verga tienes que ser tú para todo?⎯ se le entrecortó la voz. 

Rivers frunció el ceño confundida ante los reproches de Mar  ⎯¿De qué carajo hablas?⎯  cuestionó frustrada, dando por hecho que solo era un berrinche de la chica  ⎯no entiendo de qué me estás hablando. 

Mar se giró hacia Rivers con los ojos al borde de las lágrimas y a paso lento camino hacia ella. El semblante de Rivers se debatía entre frustración y preocupación, no entendía lo que pasaba y eso la frustraba, y aunque ella había deducido que Mar solo era una niña caprichosa, esta no era cualquier escena, realmente se veía alterada. 

⎯Pareciera que su vida gira en torno a ti⎯  dijo sarcástica tratando de contener las lágrimas  ⎯desde que llegue no hay día que no me haga a un lado para darte atención a ti⎯  se aproximaba a Rivers  ⎯y trato de no tomarle importancia. Pero verga⎯ rio ⎯es mi hermano mayor y luego de haberme abandonado con ese chiste de padres⎯  volvió a reír con la aproximación de sus lágrimas  ⎯sólo vine aquí a ver como soy reemplazada por ti⎯  apuntó a Rivers con su dedo índice y está bufo ante el tacto  ⎯no te habías dado cuenta, ¿verdad?

Samantha estaba atónita ante sus declaraciones  ⎯Todo lo que dices no tiene sentido⎯  Mariana limpio sus lágrimas ante la nula sensibilidad de las palabras de Rivers  ⎯Osvaldo es mi mejor amigo, nadie intenta remplazarte⎯  Mar negaba con la cabeza mientras la escuchaba hablar.

 ⎯¡Eres una egoísta!⎯  gritó frustrada.

⎯Pues no es mi pinche culpa si te abandono o no⎯  escupió Rivers verbalmente  ⎯yo no te estoy quitando nada.

Mariana apretó los puños y Rivers se opuso, levantó su dedo índice de forma amenazante  ⎯¡Oh, no!⎯  negó con su dedo  ⎯ni se te ocurra pensalo⎯  la apuntó  ⎯sus razones habrá tenido para haberte dejado y eso claramente, no es asunto mío. 

⎯¿Sus razones?⎯  rio sarcásticamente  ⎯era un infierno vivir en esa casa con un padre alcohólico que me encerraba en el baño cada que llegaba borracho⎯  dijo furiosa  ⎯o mi madre⎯  miro al techo intentando contener las lágrimas  ⎯mi esquizofrénica madre que no hizo mucho por mi⎯  le titubearon los labios formando una sonrisa invertida  ⎯Valdo era lo único que yo tenía, y me dejo sola con todo eso. 

Rivers apretó sus labios tratando de contener tantas emociones ajenas, no era su problema, no era su familia, pero ahora entendía que Mariana no era mala, solo estaba dañada y quien la había dañado, probablemente era la misma persona que daría cualquier cosa por verla feliz.

⎯Yo no intento ser tu remplazo⎯  susurró Rivers  ⎯estás sacando conclusiones sin sentido⎯ Mar negaba con la cabeza dejando caer sus lágrimas  ⎯¡realmente no me conoces!⎯  berreó Sam al ver la nula credibilidad en la triste mirada de Mar  ⎯no estoy tratando de quitarte nada, y tampoco soy la persona egoísta que estás creando en tu cabeza⎯  Rivers se acercó para sujetarla  ⎯¿por qué no puedes verlo?⎯  la abrazó con sutileza. 

⎯¡¿Qué estás insinuando?!⎯  Mariana intento zafarse del abrazo  ⎯¡¿insinúas que estoy loca?!⎯  peleaba contra el agarre de Samantha  ⎯¿insinúas que estoy loca como mi madre?⎯  lloraba desesperada.

⎯Yo no dije nada de eso⎯  susurró Rivers en su oído  ⎯¿por qué insistes en crear la peor versión de mí?

⎯Porque es más fácil culparte a ti⎯  se soltó en los brazos de Rivers, aferrándose al abrazo  ⎯siempre fue más fácil culparte a ti⎯  murmuró.

⎯Él es mi mejor amigo, pero eso no significa que te haya reemplazado. Eres su hermana, y él te ama, y eso me consta, siempre ha dicho lo especial e importante que eres para él.

Rivers no podía aceptar que su mejor amigo fuera el moustro de esta historia, porque no era así, Osvaldo amaba a su hermana y podría asegurar que era lo más preciado para él. Osvaldo habría echó todo en sus manos para protegerla, y eso la llenaba de dudas, la historia de los hermanos Palacios era todo un misterio. 

Y aunque Rivers amaba armar rompecabezas, a esta historia le faltaban muchas piezas.


⎯¿Todo bien?⎯  preguntó Osvaldo a una distancia considerable. La ansias de saber que sucedía con las chicas lo carcomía y no podía seguir encerrado en el departamento de Rivers, no le quedaban más uñas para morder. 

⎯Me va a devolver si dices algo⎯ susurró nerviosa Mariana mientras se separaban  ⎯porfavor⎯ suplicaban sus labios. 

Rivers frunció las cejas ante esa petición  ⎯Todo bien⎯  le confirmó a su mejor amigo a la distancia  ⎯siempre si eran pedos de mujeres⎯  formo una falsa sonrisa en su rostro.

⎯¿Nos vamos?⎯  preguntó Mar con una amplia sonrisa, tratando de ocultar que había lloriqueado.


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Solo imaginen la cara de "que verga acaba de pasar"

Se viene mucho drama familiar... y en relaciones cof cof :)

Saben que vivo del drama, y sé que a ustedes les encanta <3

Nos vemos en el siguiente capítulo.


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No rompí el pacto de perras del capítulo pasado— solo que venezu- perdón, monterrey, no copera *grita en chiquito* 



Colapso [rivers]Where stories live. Discover now