Colapso [rivers]

Mi hermanita

Apenas estaba amaneciendo y el celular de Rivers comenzó a sonar en su mesita de noche. ⎯Bueno⎯ respondió soñolienta, y llevó su mano libre a su cabeza por el dolor que sentía; le daban unas intensas punzadas, que le recordaban todo el alcohol que había bebido. Al otro lado de la llamada solo se escuchaba una respiración agitada. Rivers separó el celular de su oído para poder ver quién la llamaba. ⎯¿Mojón?⎯ volvió a hablar confundida ⎯¿qué quieres pendejo?⎯ respondió insolente al no recibir respuesta. Eran las 6 de la mañana, no había dormido y estaba cruda. ¿Cuál es el afán de molestar?

⎯Ri- Rivis⎯ tartamudeaba con su voz chillante. ⎯Mariana⎯ la rubia tragó grueso al escuchar el tono en el que Osvaldo nombraba a su hermana. Vagó en el recuerdo de Mariana viéndola por última vez, antes de azotar la puerta para encerrarse en su habitación.

⎯¿Qué pasa?⎯ Rivers se acomodó en la cama, retirando de su pecho semidesnudo el brazo de Ari, quien aún dormía a su lado.

⎯No sé qué tiene⎯  susurró con la voz quebrada  ⎯no despierta⎯ decía en sollozo ⎯ya llame a la ambulancia. Pero no sé qué hacer...

El dolor de cabeza se intensificó, mezclándose con preocupación ⎯Tranquilo cabrón⎯ se levantó de la cama y prendió su lámpara de noche, iluminando parte de la habitación ⎯voy para allá⎯ dijo mientras tomaba alguna de su ropa que estaba mezclada con la de Ari en el suelo.

⎯Rivers⎯ susurró el alto.

⎯¿Qué pasa?⎯ preguntó apresurada. Un shot injustificado de adrenalina se apoderaba de ella.

⎯Es mi hermanita⎯ susurro entre sollozos ⎯me muero si algo le llega a pasar.

Rivers tomó aire  ⎯No le va a pasar nada⎯ sintió como su pecho se llenaba de alguna clase de culpa. ⎯Ya voy⎯ dijo antes de colgar la llamada.

Todo el ajetreo hizo que Ari despertara aturdida. Palmeó el otro lado de la cama, notando que Rivers no estaba y enseguida intento despertar  ⎯¿Qué pasa amor?⎯ preguntó confundida cuando vio a su chica salir del baño vestida.

⎯Me llamó Osvaldo⎯ Rivers deambulaba por el cuarto buscado sus cosas: celular, cartera, llaves. ⎯Algo le paso a Mar.

Ari se paró envuelta en la sábana para interceptar a Rivers ⎯¿Y por qué te llamó a ti?⎯ la detuvo antes de que esta alcanzara sus llaves.

⎯Abril, déjame pasar⎯ trataba de sacarle la vuelta, pero Ari estaba muy decidida a no dejarla pasar.

⎯¿Por qué tienes que ir tú?⎯ reclamó con un tono molesto.

⎯¡Abril!⎯ levantó la voz ⎯no es momento para tus pinches celos de mierda⎯ Ari abrió grande los ojos; Rivers no solía ser así con ella. No hasta ahora. Samantha se dio cuenta de que no había reaccionado de la mejor manera, pero necesitaba salir corriendo. Sentía la necesidad de salir corriendo y asegurarse de que Mar estaba bien. ⎯Perdón⎯ le susurró ⎯es la hermana de mi mejor amigo. Él me necesita⎯ habló y Ari se movió a un lado para que Rivers lograra tomar sus llaves.

Ari se sentó en la cama anonadada por la actitud de Rivers, mientras esta salía del departamento, dejándola atrás. Claro que estaba celosa. Pero estaba más preocupada por su relación; era evidente que la pelinegra estaba causando algo muy intenso en Samantha.

—

Rivers salió del edificio e interceptó a los paramédicos que llevaban a Mar. Detrás de ellos salió Osvaldo, derrotado; le faltaban sus lentes y no traía zapatos. Tenía los ojos rojos e hinchados, como si no hubiese dormido o hubiese estado llorando. Sin olvidar que la mayoría había perdido la cabeza con el alcohol la noche anterior.