Fall The Inmortality Of Love.

Capítulo 12: La leyenda.

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—Es él.

—No.

—Sí.

—No puede ser.

—Sí puede.

—Que no.

—¡Que sí!

Ahí estaban dos Demonios jóvenes a punto de enroscarse cómo gatos y rodar en el suelo. LingHe estaba incrédulo a que ZiYi le decía; ¿qué Xiao Zhan era un Demonio cómo ellos?, ¡qué broma!, ¿cómo podría ser Xiao Zhan, un próximo y seguro Dios de la Luz y el Invierno, un Demonio?, ¡eso estaba hecho para hacer reír incluso a la persona más seria del universo!

—Tú también eres adorable, y eres un Demonio— dijo Meng ZiYi—. ¿Cuál es la diferencia?

—Que Xiao Zhan no tiene Energía Demoníaca, si no de Luz y Nieve blanca, blanca, blanca, blanca— repitió infinidad de veces, haciendo a su compañera fruncir las cejas—  Blanca cómo alguien de la Luz, y no oscuridad cómo nosotros— LingHe le dió la espada a la Diablesa, y se cruzó de brazos—. Además, no tiene una marca.

—Porque no se ha forjado por completo.

—Demente.

—Estúpido— escupió—. Ahora tiene sentido; la Profecía del Príncipe YiBo con un Demonio. No hablamos de eso durante seis años, porque nunca habló con otros Demonios que no fuéramos nosotros, o Xuan Lu, o HaoXuan. Pero ahora que Xiao Zhan vino, y sentí su escencia Demoníaca, puedo saberlo.

—Xiao Zhan no puede ser un Demonio. Incluso si no se ha forjado, debería tener una marca y no es así.

—Tu Emperador debería darte un buen castigo.

—Tu Princesa creída también.

Zhang LingHe y Meng ZiYi se cruzaron de brazos, y se dieron la espalda con un rotundo 'hmp'. Sin embargo, cómo siempre ZiYi recordaba que LingHe era un despreocupado nada más que le sacaba canas verdes. Probablemente en otra circunstancia hubiera sido ella la que no le creyera en algo similar.

Después de todo, LingHe tenía un poco de razón. Xiao Zhan era lo suficientemente adorable y se veía cómo todo un Dios de Luz, que sería difícil que alguien pensara que en lo profundo de su ser existiera una Energía Demoníaca no forjada.

Meng ZiYi suspiró, volviéndose para ver a LingHe, el que hizo lo mismo—. Lo único malo de ésto, es que no podremos hacer nada para impedir o cambiar la Profecía Demoníaca. Si no me creíste tú, mucho menos alguien más.

—Sí dices que lo sentiste, entonces lo es— LingHe exhaló con pesadez. A lo lejos, Wang YiBo caminaba con su cálma de siempre, con una sonrísa demasiado pequeña en sus labios, mientras que Xiao Zhan merodeaba a su alrededor, dando vueltas, riéndose o hablando y hablando. YiBo sólo lo escuchaba; Xiao Zhan no tenía intenciones de cállarse—. Es difícil creer que pueda tratarse de un Demonio.

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—Pincel.

—Hmm—. Xiao Zhan le extendió el pincel, detrás de Wang YiBo, que estaba sentado mientras se preparaba para escribir.