Capítulo 20: A quiénes arrebataron todo.

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Wang DaLu sospechaba que algo andaba mal. ¿Por qué? Porque nunca recordaba nada en lo absoluto después de estar haciendo una cosa; si no hasta despertar al día siguiente.

Todo eso se le confirmó en un amanecer. Despertó; Xiao Zhan no estaba en la cama. Se supone que todo estaba prohibido para él; el simple hecho de salir del Palacio, sin si quiera tener permitido salir a los jardínes de su Pabellón.

Nadie más que Wang DaLu podía ver a Xiao Zhan.

Oh, Wang DaLu casi pierde la cabeza al ver a Xiao Zhan ingresar por las puertas del Palacio. Cómo dormía sobre la mesa, encima de sus pergaminos y sus pínceles, al ver a Xiao Zhan ingresar con silencio y una leve sonrísa en sus labios, fácilmente se puso en su misma posición y fingir estár dormido.

-...He vuelto a ésta prisión- escuchó a Xiao Zhan desde lejos. Después, lo oyó rasgar los edredones para acostarse-. ¿Cuándo terminará ésto...?

Al pasar de los minutos, y con la sangre hirviendo de duda, Wang DaLu se levantó fingiendo que acaba de despertar. Vió a Xiao Zhan estar recostado dándole la espalda, y caminó hacía la cama. Se sentó en el borde y le acarició el cabello.

-¿Dónde te habías metido?- susurró con doble sentido. Sintió a Xiao Zhan tensarse ante su pregunta a través del toque que mantenía para con él.

-Salí a ver el amanecer. No salí del Pabellón...- musitó Xiao Zhan con los ojos cerrados. De pronto, las caricias en su cabellera recogida dejaron de estar presentes. Continuamente, sintió a Wang DaLu levantarse del borde y después sus pasos alejándose.

Pero Wang DaLu no se tragaría ese cuento. Casi se cumplían las tres semanas de haber caído en un profundo sueño así cómo así. Y ver a Xiao Zhan con una sonrísa en sus labios, entrando al lugar de dónde jamás tenía permítido salir... sólo le hicieron querer aclarar todo.

-Wang YiBo- dedujo rápidamente.

No que estuviera con él. No que Xiao Zhan se escapara precisamente en su compañía. No; pero estaba seguro que algo tenía que ver.

Además, su sucesión estaba cerca, así cómo su matrimonio con Lu EnJie. Y eso tenía que evítarlo a toda costa.

Durante las noches siguientes, Wang DaLu descubrió el motivo de sus sueños tan profundos. El Hechizo del Sueño; un Hechizo y capacidad que sólo una persona poseía; Wang YiBo.

Sin embargo, antes de que pudiera hacer algo, siempre el Hechizo termínaba haciendo efecto sobre él.

Entonces una noche se protegió a sí mismo para que el Hechizo no entrase dentro de él. Simple y sencillamente fingió dormir cómo siempre lo era; sólo para escuchar cómo su A-Zhan se alejaba de él.

Pero sólo había una forma de descubrir a dónde íba, y de confírmar sus dudas sin ser descubierto en el momento.

-Arranquen todo Poder Espíritual de Wang YiBo con sus ataques- las serpientes verdosas que obedecían a su llamado y órdenes siseaban y hacían sus ojos rojizos brillar. Él les órdenaba desde lo profundo de sus aposentos-. No vuelvan hasta arrancar todo beneficio sobre él. ¡Larguénse!

La docena de serpientes obedientes se arrastraron por todo el suelo de su Pabellón. Algunas se enrrollaron al rededor de los troncos de los árboles para pasar desapercibidas, y otras siguieron su camino entre la oscuridad.

Wang DaLu apretó sus puños, una contra la empuñadura de su espada, y otra al costado de su cuerpo. Porque no tenía que suceder; su mente y corazón no tenían que estar hechos un lío pensando en la probabilidad de qué Xiao Zhan realmente estuviera con Wang YiBo.

Fall The Inmortality Of Love.Onde histórias criam vida. Descubra agora