Fall The Inmortality Of Love.

Capítulo 13: La misma corazónada.

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Un mismo sentimiento en dos personas diferentes, pero con el mismo coraje por una sola.

Lu EnJie quería que YiBo hiciera las cosas que hace por Xiao Zhan; Wang DaLu quería que Xiao Zhan se emocionara por verlo así cómo se emocionaba por ver a YiBo.

Wang YiBo, aún con el dolor en sus brazos y cuerpo, los extendió a sus lados para recibir gustoso a su amante. A ambos les brillaban los ojos; esperando por abrazarse después de lo sucedido. Tal vez, sólo tal vez Xiao Zhan estaba completamente seguro de los sentimientos del Fénix para consigo.

Pero de ser así, por más que Xiao Zhan y Wang YiBo sintieran lo mismo por el otro; todo sería infernalmente difícil de demostrar y de creer. Y eso los dos lo supieron cuándo Xiao Zhan no pudo abrazarlo, siendo alcanzado de la mano con delicadeza por Wang DaLu, y Lu EnJie enrrollando su brazo con el del Príncipe menor.

Cada uno, queriendo tomar posesión de quiénes no les pertenecían.

—A-Zhan— el nombrado volteó, sintiéndose retraído por el apodo, ¿pero cómo no podría sentirse así? Sí el único en haberlo hecho siempre había sido YiBo. Se sentía... extraño que alguien más lo hiciera—. No es bueno que estés cerca; deberías mantenerte alejado por unos días.

—...¿Por qué?— preguntó Xiao Zhan, bajito.

Wang YiBo lo sabía. Si estaban juntos, otra vez serían atacados. Eso ni siquiera le importaba; no le interesaba en lo absoluto si las heridas de su espalda y brazos eran vueltas a abrir, sí volvían a sangrar. Incluso si recibía más de dos mil latigazos, no le importaba con tal de tenerlo a su lado. Sin embargo tenía que mantenerse atrás y cohibido porque el daño también lo abarcaría; lo que menos deseaba era que su amado saliese lástimado por su terquedad.

—Si no quieres que A-Yi sea lástimado por tu culpa de nuevo, tienes que estar lejos—. Lu EnJie se entrometió, cómo si ella no hubiera tratado de defenderlo también. Que estúpido era, que su agradable sentir hacía Xiao Zhan desapareciera en un sólo segundo por una mirada.

YiBo negó con su cabeza a A-Zhan, y él entendió a rastas. Sintió su corazóncito doler, así que dió un paso atrás removiendo su mano del agarre suave de Wang DaLu. Wang DaLu no se quedó atrás; hizo que Xiao Zhan estuviera a su lado y a su merced, mientras que Lu EnJie hacía lo mismo con YiBo.

Uno con el otro, con el mismo sentir en el corazón dieron la vuelta.

Pero que curioso que era de aún así, a pesar de que cada uno estaba con personas que no querían verlos juntos, que odiaban al otro, se atrevieron a intercambiar desde la distancia sus Espíritualidades. Una sonrísa apareció en la boca de A-Zhan cuándo una partícula dorada revoloteó entre sus dedos y se impregnó en su piel.

Lo mismo con Wang YiBo. Un copo de Nieve se colocó entre sus manos y, aunque la mirada odiosa de Lu EnJie quedó a su frente, él resguardó entre su piel el bonito rastro de Xiao Zhan.

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—Quiero volver— murmuró Xiao Zhan entre dientes, mientras sus brazos y cuerpo en general se movía conforme los ataques que daba con su espada—. Quiero regresar cómo antes- culminó, deseoso.

Xiao Zhan en su vida se imaginó que el lugar que más anhelaba conocer, fuera en realidad el mismisímo infierno. El Reino del Cielo; el Reino Celestial dónde habitaban los Dioses y la pureza reinaba, sin indicios del mal ni la oscuridad. ¿Cómo podía ser así, sí parecía que ni siquiera podía sentir?, ¿cómo eso podía ser posible si sufría tanto por sólo sentir?