Capítulo 26: Bajo el hechizo eufórico de un reencuentro.

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—¡Abre las puertas! ¡Ábrelas o él morirá a mis manos!

Las enormes puertas del Reino Celestial estaban cerradas; los Guardias estaban reacíos a abrirlas ante del batallón del Clan Lu... líderado por Wang YiBo y Lu EnJie. ¿Qué demonios estaba pasando?

—¡El lugar y la corona que portas me pertenecen a mí!

En la cima de las puertas, en lo que podría considerarse su capilla, estaba Wang DaLu con la mirada en alto. No tenía ni las más mínimas intenciones de abrirlas.

Abre las puertas de tu Reino, o Wang FanXing morirá.

—¿Matas a tu propio hijo?

—Soy capaz de eso y más por el poder que me concierne.

Y entonces, las figuras traslúcidas del sueño se aclararon de tal manera en que pudo divisar a su FanXing en lo más bajo del Reino del Cielo, siendo desgarradoramente atravesado con una Espada común y corriente, por el mismo Wang YiBo.

Su cuerpo entero se removía sobre la cama, sudando frío. No podía abrir sus ojos, tampoco hablar.

FanXing vió desde dónde estaba con el Príncipe a Xiao Zhan fruncir las cejas entre su inconsciencia. Así fue; hasta que sus ojos tornados carmesí se abríeron con ímpetu, y así mismo, se levantara con la similar agresividad mientras la Energía Demoníaca en el interior de su cuerpo comenzaba a emanarse de él.

¡A-Niang!

—¡Zhan!

Cuándo Xiao Zhan miró a Wang YiBo estar tan cerca de FanXing, ambos tratando de tranquilizarlo, él generó la oscura espada que hace muchísimos años no volvió a usar. La franja de sangre en la espada brilló cómo si se acontentara de volver a ser utilizada.

—¡Aléjate de él!— gritó, apuntándolo con ella—. ¡FanXing, ven aquí!

Wang FanXing a rastras tuvo que obedecer. Nunca en todos sus años había visto a Xiao Zhan actúar de tal forma, mucho menos sus ojos rojos y la espada que ahora portaba, haciéndolo perder el control poco a poco. Detrás suyo, presenció cómo mechones de su cabello se tornaban lentamente blancos otra vez.

—No te atrevas a acercarte a mi hijo— masculló—. ¡Si llegas a tocar un sólo cabello de él, te quemaré hasta las malditas cenizas!

—¡Xiao Zhan!— expresó el Príncipe, dando un paso adelante. No le importó en lo absoluto la escencia Demoníaca que dominó toda la casita, menos sentir el filo de la espada estar cada vez más cerca de su cuello—. ¡Soy yo!— ésta vez, lo hizo más fuerte— ¡Wang YiBo!

A Xiao Zhan se le escurríeron un par de lágrimas sin retener. Sin embargo, aún de ésa forma no dejó de proteger a FanXing con su cuerpo y bajar la guardia. Simplemente, Xiao Zhan no lograba hacer que su corazón y mente creyera que Wang YiBo estaba allí, enfrente suyo.

—Wang YiBo murió hace catorce años— musitó, alzando la mirada nuevamente—. Estuve miserablemente cuándo lo mataron frente a mí— sollozó— ¡No eres él!— gritó— ¡No uses su imágen para atormentarnos! Quien quiera que seas bajo tu máscara...— deletró casimente—. Te haré pagar por usarlo contra mí.

Wang YiBo perdió la razón. Con ímpetu, agarró el filo de la espada antes de que Xiao Zhan la impulsara hacía él. Con un siseo de dolor, y sintiendo la Energía Demoníaca de la espada entrando a su cuerpo mediante sus palmas cortadas, susurró.

—Antes del engaño...— pausó, refiriéndose a cuándo Lu EnJie los ilusionó con su misma imágen— antes de todo— continuó— nos conocimos por primera vez cuándo apenas eras un niño. Yo te llamé ZhanDi— dijo. Xiao Zhan lo miró fijamente, pero no dejó de ejercer fuerza en el filo— después... nos volvimos a encontrar aquí mismo, en éste Reino. Tú eras llamado un ladrón, con los únicos deseos de poder tener comida. Te regalé tu primer juguete de tu vida, a tus diescisiete años. Te ví por primera vez con el cabello suelto, mientras me tirabas del árbol dónde vimos el atardecer. Me diste dulces, cómo agradecimiento a tí.. y cuándo tuve que irme, borré la cícatriz que odiabas de tu pierna, y te dejé de la nada, volviéndote a ver a través de un Espejo de Agua un año después. Creíste que era un sueño, hasta que te llevaron al Reino del Cielo, y todo ésto comenzó.

Fall The Inmortality Of Love.Where stories live. Discover now