Capítulo 2: La mordedura de 1986

2 1 0
                                    


Math and Friends se fundo en 1980. No era una gran compañía de pizzerías como Domino's Pizza, o como lo seria en un futuro Telepizza. Math and Friends se trataba solo de un pequeño loca, un pequeño restaurante de pizzerías, como hubiera sido McDonald con sus hamburguesas y sus patatas si no hubiera sido por Ray Kroc.

No ponía unas pizzas de la ostia. Eran pizzas hechas alli, en el mismo restaurante (de hecho, habia una pared de cristal desde donde podías ver a los cocineros preparando las pizzas cuando les llegaba la comanda) pero, aun así, no era un s pizzas extraordinariamente buenas. Estaba bien, pero nada mas, nada del otro mundo.

Pero a pesar de aquel inconveniente que le hubiera costado la ruina a mas de una pizzería, Math and Friends siempre estaba hasta los topes. Siempre estaba lleno, siempre habia gente a la que atender. Adolescentes, adultos, y niños... Sobre todo niños.

Si... Tal vez Math and Friends no tuviera muy buenas pizzas, pero vendía, joder que si vendía. ¿Pro, si no tenia buenas pizzas, como era posible que tuviera tanto éxito? Tenia éxito por una razón, por una sola razón. Tal vez, las pizzas de Math and Friends no fueran la joya de la corona, pero eso no significaba que no la tuviera.

¿Y si no era la pizzas?, cual era la joya de la corona de Math and Friends?

La joya de la corona que tenia Math and Friends eran los animatrónicos.

Se lo que os estáis preguntando, ¿Cómo algo tan simple podía gustar tanto? Esa pregunta era la que se hacia el dueño de la pizzería todos los días antes de irse a dormir, y a la que nunca consiguió dar respuesta.

Cuando compro el local, no solo tenia claro que quería abrir una pizzería, sino que, además, quería poner un espectáculo, algo que entretuviera a los niños mientras comía, y fue entonces cuando decidió hacer un espectáculo de animatrónicos. Aunque, esta idea no se le ocurrió en aquel mismo momento, era algo que se le habia ocurrido años atrás, muchísimos años atrás, exactamente, en 1967, cuando viajo, junto con su familia, al parque de atracciones de Disneyland Resort, y vio la actuación de gran animatrónico de Abraham Lincoln. En aquel momento, mientras Lincoln hablaba de su nación, y a saber que mas (No supo que decía hablaba en ingles), el presto atención a cada uno de los movimientos del animatrónico. No paraba de contemplar la vestimenta, y todos los rasgos del propio Abraham Lincoln. Era un animatrónico, estaba claro, pero parecía tan real, parecía que el propio Lincoln habia construido una maquina del tiempo para viajar a 1967, y proclamar uno de sus discursos.

Y cuando la actuación acabo, y vio, no solo a su hijo pequeño, que no se habia enterado de nada, sino al resto de turistas y americanos que se encontraban alli tocando las palmas, se dio cuenta de que, los animatrónicos les gustaba a todo el mundo. Se dio cuenta de que, los animatrónicos seria el futuro. Y al ver aquella escena, al ver a todos tocar las palmas por lo que habia visto, se dijo. Si algún día construyo un negocio, pondré un espectáculo de animatrónicos para que la gente venga a verlos.

Aunque, esta idea desapareció de su mente antes de acabar aquel día, y no volvió a recordarla hasta aquel día, hasta que por fin compro el pequeño local con la idea de hacer una pequeña pizzería. Tanto el recuerdo de Lincoln, cómo la idea de hacer un negocio con animatrónicos le vino de pronto, como un rayo que cae en cuestión de segundos.

Le costo mucho trabajo conseguir a los animatrónicos, tuvo que hacer muchas llamadas, tuvo que invertir mucho tiempo en conseguirlos, pero sobre todo, tuvo que invertir dinero, mucho dinero.

Pero a pesar de todo, mereció mucho la pena, joder si la mereció.

Era cuatro los animatrónicos que quería para su espectáculo, y fueron cuatro animatrónicos los que consiguió, y aunque su diseño no era tan bueno como el de Lincoln, lo cierto es que estaba contento.

El guardia de Math and FriendsWhere stories live. Discover now