Capítulo 2: Primera noche

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Al dormirse, soñó que estaba en Math and Friends, pero no en la garita, sino frente al escenario. Era de día, o al menos, eso parecía. Vestía el uniforme de guardia de seguridad, pero no llevaba aquella placa dorada que tanto le habia gustado, estaba rodeado de niños, de muchos niños, algunos estaban sentados en los asientos, y otros estaban de pie, junto a el, mirando al escenario sin moverse, como maniquíes en una tienda ropa. Alfonso, al ver a los niños sabia que algo no iba bien. Los niños de por si son unas cabras locas, y el que diga lo contrario, miente. Según el, los niños estaban todo el día yendo de un sitio para otro, corriendo, gritando, llorando, liándola a mas no poder, y si no iban de un sitio para otro permanecían sentados, chichándose los unos con los otros, o molestando a sus padres, lo importante era que la liaran, si no, no serian niños. Por esa razón Alfonso sabia que algo no iba bien, los niños estaban quietos, como figuras, no reían, no hablaban, no hacia nada, tan solo se limitaban a mirar hacia el escenario. Además, ¿Dónde demonios estaban los padres de todos esos niños? Por lógica pura, deberían de estar alli, con ellos, o cerca de ellos, pero alli no habia nadie, no habia ningún adulto, el único adulto que había en la pizzería era el. No me gusta.- Pensó Alfonso al ver a todos los niño que habia en Math and Friends.- No me gusta nada.

- ¡Señoras y señores! - Grito una voz, una voz invisible que Alfonso no pudo identificar e donde venia.- ¡Niños y niñas, con todos ustedes, Math and Friends!

Y entonces, el telón se abrió, y mostro a Math, a Jacob, a Bob, y al legendario Jack, aquel que habia sido quitado por asesinar a un niño, cada uno haciendo sus respectivos movimientos cutres para el espectáculo.

Cuando se abrió el telón, Alfonso pensó que los niños comenzarían a aplaudir, a gritar o a reír, y al ver a Jack, el famosísimo lobo pirata, pensó que mas de uno se echaría a llorar.

Pero ninguno lo hizo, los niños seguían alli, quietos, observando el espectáculo sin decir nada, sin mostrar ni una pizca de asombro ni de fascinación. ¿Le pareció raro que Jack estuviera en el escenario de nuevo? Si, pero no tanto como lo de los niños. Que Jack estuviera en el escenario de nuevo era lo de menos, ¿Habría alguna razón de que estuviera alli de nuevo? Probablemente, pero ahora eso no le interesaba, lo que le interesaba ahora era el comportamiento de los niños, quería que uno, al menos uno, hiciera algo, lo que sea, daba igual, el hecho de que no hicieran nada le ponía cada vez ms nervioso, mas que el rostro y los dientes puntiagudos de Jack.

- ¡Eh, tu! - Exclamo una voz.- ¡Eh, chico, te estoy hablando a ti!

Alfonso se giro, sabiendo que conocía y recordaba aquella voz, y vio que se trataba de el vagabundo, se encontraba cerca de la puerta principal de la pizzería, rodeado al igual que el de varios niños.

- ¡Te dije que no trabajaras aquí! - Le grito el vagabundo mientras le sonreía.- ¡Este restaurante esta maldito!, ¡Malditoooo!

Alfonso no dijo nada respecto a sus comentarios.

- Y si no me crees.- Añadió el vagabundo mas seriamente mientras comenzaba a señalar hacia el escenario.- Mira eso.

Alfonso giro de nuevo la cabeza, y vio que uno de los niños que se encontraba a su alrededor habia subido al escenario. Alfonso no lo sabia, para el, ese niño era uno de muchos que existían en el mundo, pero el rostro de aquel niño, era el mismo rostro de Álvaro, el famoso que habia muerto en la pizzería el día de su cumpleaños.

- ¡Eh, chico! - Exclamo Alfonso al ver como subía en el escenario.- ¡Baja de ahí, puede ser peligroso!

Intento avanzar hacia el escenario, pero los niños no le dejaban, por mucho que intentara apártalos, los niños no se movían, eran demasiado pesados.

El guardia de Math and FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora