Capítulo 4: La entrevista y el vagabundo

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- ¿Cuál era tu nombre? Le pregunto Alfonso al guardia de seguridad que le habia abierto la puerta, después de que Iván se marchara de la pizzería.

- Mi nombre es Marcos.

- Alfonso, un placer.

- Igualmente.

Después de eso, Alfonso cayo en lo que le habia dicho Iván antes de irse.

- Oye, ¿De verdad no te importa venir esta noche para explicarme lo que tengo que hacer? Le pregunto.

- Para nada. Respondió.

Después de que Iván le hubiera dado la bienvenido a Alfonso, le pidió a Iván que le enseñara la pizzería antes de abrirla, y también le pidió, si era posible que viniera por la noche para explicarle lo que tenia que hacer. Alfonso al escuchar eso, pensó que Marcos le mandaría a la mierda, y que probablemente también le diría que aquello no formaba parte de su contrato, y mucho menos de su trabajo. Su trabajo era vigilar, y no ser el profesor/guía turístico de nadie, pero se llevo una gran sorpresa la ver que Marcos aceptaba sin ningún problema.

- Me gusta estar aquí, sabes.- Añadió Marcos.- Al principio, me agobiaba un poco por el tema de los niños. Suelen venir muchos, sobre todo cuando hay un cumpleaños, pero cuando me acostumbre, me sentía como en esa. Además, me gusta ver sus caras cuando ven la joya de la corona de Math and Friends.

Alfonso en ese punto frunció el entrecejo, no sabia de lo que hablaba:

- ¿La joya de la corona de Math and Friends? Pregunto.

- Si.- Respondió.- Pero olvídate de eso ahora , mas tarde te la enseñare.- Luego, se miro su reloj, y vio que eran las doce menos veinte.- Venga, te enseñare la pizzería, tenemos el tiempo justo.

- ¿A que hora abrís? Pregunto Alfonso con curiosidad.

- A las doce. Respondió.

- Un poco pronto para una pizzería, ¿No? Añadió Alfonso.

- Yo también lo pienso.- Comento Marcos.- Pero créeme, viene gente, no mucha, pero vienen. Aunque, la hora buena es a partir de la una de la tarde. Ven, te enseñare la pizzería.

Aunque, no habia mucho que enseñar. Lo que veía, era todo lo que habia, casi todo al menos. Primero, pasaron cerca del escenario, que en aquel momento, se encontraba con el telón echado, y al verlo, no pudo evitar preguntarse que era lo que podría haber en su interior, y si seria la joya de la corona a la que se refería Marcos, pero tras ver que no le dio importancia (No al menos de momento) decidió olvidarse de ella. Sea lo que sea, no creo que haya nada importante tras el telón. Se dijo mientras seguia a Marcos.

Tras pasar por el escenario, se dirigieron hacia una puerta negra que habia en el fondo de la pizzería en la ponía "SOLO PERSONAL AUTORIZADO" y que estaba ubicada en el lado derecho de la recepción. Cuando cruzaron por aquella puerta, giraron hacia la izquierda, y entraron en la propia recepción. A entrar, Marcos le mostro las cajas registradoras, y le explico el funcionamiento de la pizzería, aunque... Esto ultimo no le intereso mucho a Alfonso. Después de eso, le llevo a la cocina, por la que se podía acceder a través de un pequeño pasillo que habia en recepción, unos metros mas atrás de donde se encontraban.

- Sabes, sigo dándole vueltas a lo de esta noche, ¿De verdad que no te importa venir y decirme lo que tengo que hacer? Pregunto Alfonso mientras estaba en la cocina, apoyado en la pared de cristal desde la que se podía ver a los cocineros haciendo las pizzas.

- Ya te he dicho que no.- Respondió Marcos a pocos metros de el, mientras observaba uno de los hornos.- De todas maneras, hoy tengo que quedarme hasta que cierre la pizzería.

- ¿Por? Pregunto Alfonso.

- Somos dos guardias de seguridad.- le explico.- El de mañana, que ese soy yo, y el de la tarde, que es una mujer, bastante guapa, por cierto.- En ese momento, dejo de mirar el horno, y comenzó a mirar a Alfonso.- Esta chica hoy no podía venir a trabajar, me dijo el motivo, pero si te soy sincero, no recuerdo cual era.

- ¿Te pidió que la cubrieras? Quiso saber Alfonso.

- Si.- Respondió.- Podía haberle dicho que no, pero me gusta estar aquí, ya te lo he dicho antes, y créeme, aunque no le estuviera cubriendo, hubiera venido encantado.

En aquel momento Alfonso sintió curiosidad por el y quiso saber el motivo por el que le gustaba tanto Math and Friends. Quería preguntárselo, pero al final, decidió no hacerlo.

- ¿Y a que hora acaba supuestamente tu turno? Le pregunto Alfonso.

- Mi turno acaba a las cinco de la tarde.- Respondió.- y el de la chica a las once y media de la noche, claro que, tiene que quedarse un rato mas para poder cerrar la pizzería, le pasa como a mi. mi turno empieza a las doce de la mañana, pero tengo que venir media hora antes, para dejarlo todo preparado y abrir la pizzería.

Alfonso asintió al escucharle, y luego, miro a su alrededor, y sintió curiosidad por la pizzería.

- Oye, ¿Desde cuando existe esta pizzería? - Pregunto.- Es que... Nunca habia oído hablar de ella.

Marcos al escucharle se echo a reír.

- Math and Friends se inauguro hace ya casi cuarenta años, se fundo en mil novecientos ochenta.

Alfonso al escuchar aquel dato, lanzo un largo silbido.

- Me parece increíble que no hayas oído hablar de de ella.- Añadió Marcos.- Math and Friends ha siempre una pizzería bastante famosa.

- ¿Por las pizzas? Pregunto Alfonso con curiosidad.

- ¡¿Por las...!? - Exclamo Marcos con las cejas levantadas. Tras oírle, lanzo un largo suspiro, y añadió, con una pequeña risita.- No mientes cuando dices que no la conocías, ¿Eh?

Alfonso al escucharle, no pudo evitar reírse mientras le hacia un leve movimiento con los hombros, como si estuviera intentando decirle que le perdonara por su incultura.

Marcos volvió a lanzar otro suspiro, y cuando lo hizo, le dijo:

- Math and Friends es famosa por la joya de la corona de la que te hable antes.

- ¿Y no son las pizzas? Pregunto Alfonso extrañado.

- No.- Respondió Marcos con una pequeña carcajada.- Deberían de serlo ya que se trata de una pizzería, pero lo cierto es que las pizzas no son nada del otro mundo. Son comestibles, pero nada mas.

- Entonces... Si no son las pizzas, ¿Cuál es la joya de la corona de Math and Friends?

Al oír eso, Marcos se inclino un poco para poder ver el exterior de la cocina desde la pared de cristal en la que se encontraba apoyado Alfonso.

Al verlo, Alfonso hizo lo mismo, y dirigió su mirada hacia el lugar exacto que observaba Marcos.

- La joya de la corona, son ellos. Respondió mientras dirigía su mirada hacia el escenario.

El guardia de Math and FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora