Capítulo 6: La entrevista y el vagabundo

1 1 0
                                    


- ¡Eh, tu! - Exclamo un hombre.- ¡Vienes de Math and Friends!

Alfonso se giro hacia la voz, y vio que se trataba de un vagabundo que se encontraba tirado en el suelo.

El vagabundo era un hombre de unos cuarenta años, pero estaba tan estropeado que parecía tener setenta. Era delgado, y tenia una barba que le llegaba hasta el pecho, no era una barba blanco, ni tampoco negra, era grisácea, y estaba sucia, muy sucia, una parte de su barba estaba recubierta de algo amarillento que Alfonso no logro averiguar lo que podía ser. El vagabundo era un hombre moreno con varias manchas negras recubiertas por la cara (O al menos, las partes que no estaban tapadas por la barba) no sabia si tenia el pelo largo, ni si lo tenia igual de sucio que la barba (Lo mas seguro es que si) porque lo tenia oculto bajo un gorro de lana negro, sucio y deteriorado. Sus ojos eran castaños, y sus dientes eran amarillentos, pero no un amarillo como el tono de piel de los Simpsons, sino un amarillento mas oscuro con una gran cantidad de sarro.

Al verlo, a Alfonso le recordó a un vagabundo que había en su barrio, no estaba tan estropeado, ni tan sucio como aquel, pero aquel vagabundo habia sido el único por el que habia sentido deseo de echarle dinero, y todo porque aquel hombre tenia animales a su cuidado. Aquel hombre, todo el dinero que conseguía (O gran parte) se lo gastaba en ellos. Si te encontrabas con ese hombre, verías junto a el a sus animales, gatos y perros, sobre todo gatos, echados juntos a el, en una pequeña mantita que les tenia preparada, y podrías observar, que los animales, estaban mucho mas limpios y aseados que el, algo que ablandaba y enternecía a Alfonso. El era un amante de los animales, pero nunca a tal extremo, si el se hubiera encontrado en su lugar, no hubiera cuidado de ningún animal, se hubiera cuidado tan solo de si mismo.

Alfonso al ver que se trataba de un vagabundo, giro de nuevo la cabeza, y siguió su camino, olvidándose completamente de el.

- ¡Eh, tu! - Exclamo de nuevo el vagabundo al ver que no le echaba cuenta.- ¡Te estoy hablando a ti, ¿Vienes de Math and Friends o no?!

Alfonso al escucharle de nuevo, se detuvo, lanzo un largo suspiro, y sintió el deseo de hablarle.

No lo hagas.- Se dijo mentalmente.- Seguro que es un borracho que esta buscando pelea, nada mas. Olvídate de el, y sigue tu camino.

Pero al final, lo hizo.

- ¿Me hablas a mi? Pregunto irónicamente mientras se volvía hacia el.

- ¡Si! - Respondió.- ¡¿Vienes de Math and Friends o no?!

No esta borracho.- Se dijo Alfonso antes de responder.- Al menos no lo parece.

- ¿Qué te importa si vengo de alli o no? Respondió Alfonso con seriedad, para intentar intimidarle.

El vagabundo al escuchar su respuesta comenzó a reírse.

- ¡Siii! - Exclamo- ¡Vienes de alli, se te nota en la cara!, ¿Has conseguido el curro, no?

Alfonso volvió a lanzar un resoplido. No sabia como se habia enterado de que venia de alli, de Math and Friends, al igual que tampoco sabia lo del trabajo, aunque... Esto ultimo podría haberlo averiguado leyendo algún periódico, como habia hecho el cuando estaba desayunando en la cafetería. No sabia como se habia enterado de que venia de alli, pero le estaba tocando mucho los huevos, y si seguia asi, acabaría por pegarle una paliza, asi que opto por el camino fácil, aquel que seria el mejor para ambos, ignorarlo.

- Déjame en paz, anda. Le dijo muy seriamente, y se giro, con la idea de seguir de nuevo su camino.

- ¡Yo que tu no trabajaría ahí! - Exclamo el vagabundo.- ¡¿Me oyes, muchacho?!, No trabajes ahí, ese restaurante esta maldito!, ¡Malditoooo!

El guardia de Math and FriendsWhere stories live. Discover now