Capítulo 3: La entrevista y el vagabundo

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- Entonces... ¿Tengo el puesto? Pregunto Alfonso, un poco dudoso tras escuchar las palabras de Iván.

Iván permaneció en silencio, con el entrecejo fruncido mientras seguia mirando el currículum. Durante una parte de la entrevista, Alfonso habia creído que habia perdido la posibilidad de conseguir aquel empleo, pero después de haber contado su experiencia en las seis mil viviendas, lo cierto es que se animo un poco, y eso que pensaba que, al contarla, perdería todas las probabilidades de conseguir el trabajo. Sabia que Iván habia estado muy interesado en su experiencia porque habia trabajado en un sitio bastante peligroso, y por cada cosa que contaba (Cosas que eran cien por cien verídicas) mas esperanzado estaba al ver el rostro de Iván. Sabia que Iván estaba interesado en el, y mientras mas tiempo pasaba Iván sin contestar, mas esperanzado estaba Alfonso. Porque demonios abre prensando que si le contaba eso perdería la oportunidad de conseguir el empleo.- Se dijo mentalmente Alfonso mientras esperaba la respuesta de Iván.- Me ha ayudado, trabajar en las seis mil viviendas me ha ayudado, esta claro, quiere contratarme, por esa razón se lo esta pensando mucho, esta pensando en cuanto me va a pagar porque quiere contratarme, y lo hará, se que lo hará.

Pero al rato, Iván lanzo un largo suspiro y meneo la cabeza de un lado a otro.

- No.- Respondió mientras volvía a mirarle.- Lo siento, pero no esta contratado.

Alfonso al escuchar su respuesta se le contrajo la cara, estaba cabreado, cabreado no, furioso. En aquel momento, lo único que quería hacer era abalanzarse sobre el y partirle la cara en dos, pero se sereno, o al menos, un poco. ¿Por qué demonios me ha preguntado tantas cosas si al final no iba a contratarme? - Se pregunto mientras intentaba buscarle sentido a su respuesta.- ¿Por qué razón a querido saber tantos datos de mi vida si luego iba a decirme que no?

Esas y mas preguntas pasaron por la cabeza de Alfonso en cuestión de microsegundos, como estrellas fugaces, y todas ellas acompañadas por un "¿Por qué?", un porque al que no lograba darle explicación. Y al final, una de aquellas preguntas, acabaron por emanar de su boca.

- ¿Por qué? - Pregunto Alfonso, un poco decaído.- No... No lo entiendo, ¿Por que me has hecho tantas preguntas si luego iba a decirme que no?

- Mira Alfonso, te he hecho todas esas preguntas porque estaba muy interesado en tu perfil.- Respondió Iván.- Eres un hombre alto, fuerte, bruto (Lo que quería decir realmente era gordo), y tienes un temperamento de mil demonios, no dejas que la gente te toque los huevos, con el perdón de la palabra, y eso es precisamente lo que estoy buscando para este trabajo. Me gustaría tener a una persona como tu por si en un caso llegara a pasar algo malo en la pizzería, cosa que espero que nunca ocurra.

Y en ese momento, musito algo, solo que Alfonso no se percato de ello.

- Pero... Si estas buscando a alguien como yo, ¿Por que no me escoges? Pregunto Alfonso intentando aparentar que estaba calmado, pero realmente estaba alterado, y se le notaba bastante, por mucho que lo quisiera ocultar.

- No lo quieres saber. Respondió Iván con una voz serena, muy serena.

- ¡Si, si lo quiero saber! - Exclamo de repente Alfonso, en aquel momento ya no se molesto en ocultar su enfado.- ¡Dígamelo, dígame porque no me va a escoger aun sabiendo que soy la persona que busca!

Al escucharle, Iván lanzo otro suspiro, no era de enfado ni de cabreo porque Alfonso le hubiera levantado la voz, algo que no se debe de hacer en una entrevista, y mucho menos en un trabajo. Su suspiro era mas bien de decepción y de lastima porque ahora estaba obligado a decirle porque no le quería contratar. Hubiera preferido no decirle que la razón por la que no iba a contratarle era la misma por la que le costaba tanto encontrar un empleo, porque no tenia estudios, y porque apenas tenia experiencia laboral.

El guardia de Math and FriendsTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon