Capítulo 3: Primera noche

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Despertó de un brinco, alterado, aturdido y desorientado, pero sobre todo, alterado. Al despertar, miro de un lado a otro, para asegurarse de que estaba en la garita, y no en aquella pesadilla, y cuando se aseguro, se calmo, y volvió a echarse en la silla. Una pesadilla.- Se dijo mentalmente.- Ha sido una pesadilla. Pero eso no quitaba el hecho de que habia hecho algo malo, se había quedado dormido en horas de trabajo. Cuando se dio de eso, cogió su móvil para saber el tiempo que habia estado dormido, se le abrieron los ojos cuando vio que el reloj del móvil marcaba las seis menos cinco de la mañana.

- Cuatro horas.- Se dijo mientras dejaba el móvil sobre el escritorio, y le entraba un pequeño ataque de risa.- He estado durmiendo durante cuatro horas, ¡Dios mío!

Se paso las manos por los ojos con la idea de quitarse las legañas, pero luego prefirió ir al cuarto de baño, no solo porque seria mas higiénico lavarse la cara, sino porque también se estaba meando, la Coca-Cola que se habia tomado con Marcos estaba deseando salir de su vejiga. Asi que, se levanto de la silla, cogió las llaves y la linterna que le habia dejado Marcos, y salió por la puerta de la garita que daba al aseo de los hombres.

Mientras meaba, no pudo evitar pensar en lo que habia soñado, habia soñado con la mordedura de 1986, y con aquel hombre, con el vagabundo que se habia encontrado, pero... ¿Por qué razón habia soñado con ellos? Lo de la mordedura de 1986 le habia impresionado porque habia sido algo catastrófico que habia ocurrido en el restaurante, pero no tanto como para soñar con ello, y lo del vagabundo... Es cierto que lo que le había dicho le habia atemorizado un poco, y mas de una vez se habia preguntado si aquel vagabundo podría tener razón. De hecho, ¿No habia sido esa la razón por la que se lo habia contado a Marcos? Para saber si era verdad. Si habia ocurrido algo mas alli, aparte de la mordedura de 1986 lo quería saber, y mas teniendo en cuenta que se trataban de asesinatos, de muertes. Pero entonces, otra pregunta habia surgido por su mente, ¿Por que razón habia soñado que los animatrónicos estaban vivos?, ¿Por qué razón habia soñado que los animatrónicos iban a por el, si el no habia hecho nada? Poco importa.- Se dijo de repente, mientras escurría las ultimas gotas y se subía la bragueta con cuidado de no pillarsela, no tenia un tamaño descomunal, pero la apreciaba, y no quería que le pasara nada de todos modos. - Ha sido un sueño, solo un sueño, uno de muchos que has tenido, y que tendrás a lo largo de tu vida. Dicen que los sueños tienen algún significado, pero dudo mucho que este tenga alguno, y si lo tiene, dudo mucho que los psicólogos y los científicos puedan averiguarlo, ni siquiera ellos saben aun perfectamente lo que es un sueño y el motivo por el que existen.

Se giro, y estaba a punto de salir cuando de repente, se percato de algo, algo que habia detrás de la puerta que el mismo habia cerrado con el pestillo para que nadie le interrumpiera. Aunque, lo habia hecho mas por inercia que por otra cosa, al fin y al cabo, estaba solo en la pizzería, o al menos eso era lo que parecía, si no, que hacia detrás de la puerta aquella sombra que veía Alfonso por el pequeño hueco que había entre la puerta y el suelo.

¡Mierda! - Se dijo mentalmente mientras veía la sombra.- ¡Se ha colado alguien en la pizzería mientras dormía y no me he dado cuenta!, ¡Ahora si que estoy jodido!

Intento serenarse, no solo para controlarse, sino para que, además, la persona que estaba detrás de la puerta no se diera cuenta de que le habia descubierto. ¿Qué hago ahora? - Se pregunto.- ¿Qué demonios hago ahora? Pero sabia perfectamente lo que tenia que hacer, detenerle. No sabia como aquel hombre habia conseguido colarse en la pizzería sin hacer el mas mínimo ruido, el habia estado dormido, cierto, pero tendría que haberlo oído de todas maneras. El nunca habia sido una persona que "Durmiera como un tronco". Soñaba si, pero siempre que oía un golpe, por muy leve que fuera, se despertaba, como las madres cuando oyen a sus hijos llorar a través de las intercomunicadores para bebes, era algo que le habia pasado muchas veces cuando vivía en casa de sus padres y en su casa actual. ¿Por qué pasaba eso? No lo sabia, ni le importaba, ni era tampoco algo en lo que pensar, y mucho menos en aquel momento. Ahora, tenia que detener a aquel tipo porque era su obligación, una vez que lo hiciera, llamaría a la policía y... ¿Qué le diría a la policía? Que se habia quedado dormido y que, debido a eso, un hombre se habia colado en la pizzería. No, no diría eso desde luego pero... ¿Qué diría entonces? No lo sabia, pero ya se le ocurriría algo, la cuestión ahora no era eso, sino la de como detener a aquel hombre. Se le habia ocurrido una idea, pero no sabia si llevarla a cabo o no porque no sabia si aquel hombre iba armado. Su idea era simple, sencilla, descorrer con cuidado el cerrojo, abrir la puerta rápidamente y abalanzarse sobre el, como habia hecho Math en su sueño. Si no estaba armado, todo acabaría en cuestión de segundos, pero... ¿Qué podría pasar si llevara un arma? Pues que saldré perdiendo.- Se dijo mentalmente.- Seré fuerte y todo lo que tu quieras, pero soy humano, si me disparan o me clavan un cuchillo podre morir, como cualquier persona.

El guardia de Math and FriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora