Capítulo 3: El umbral de la primera noche

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Después de decirle eso, Marcos le pidió que fueran a la garita para contarle la historia mientras se tomaban unos refrescos que le habia traído de su casa, cosa que hicieron.

- Créeme, esta historia es mejor contarla con un refresco. Añadió Marcos mientras cerraba el almacén con las llaves que luego le daría a Alfonso cuando se fuera.

- ¿Y porque no con una cerveza? Le pregunto Alfonso.

Marcos al escucharle se echo a reír.

- Lo siento, pero no me gusta el alcohol.- Le informo.- Además, una cerveza no me parece lo mas adecuado ahora mismo, vas a entrar a trabajar dentro de un rato.

Alfonso pensó en decirle que por una cerveza no pasaría nada, ni por dos. El no era muy aficionado al alcohol, le gustaba, pero no mataba por tomarse una cerveza. Además, tenia muy poco aguante comparado con sus amigos o con su propio padre. A partir del tercer botellín, ya empezaba a estar contentillo, no como su padre, que podría aguantar perfectamente hasta seis, o como sus amigos, que estaban tan acostumbrados a hacer botellonas que tres botellines le parecerían una completa mariconada. El caso es que, al final no le dijo nada, y acepto la Coca-Cola que le había traído con mucho gusto.

Y ahora, estaba ahí, en la garita, tomando cada uno una lata de Coca-Cola. Alfonso, sentado en una silla de terciopelo con ruedas para poder desplazarse mas fácilmente por la garita, con los brazos caídos a la altura de su barriga mientras sostenía con las dos manos su Coca-Cola, y Marcos, apoyándose en el escritorio donde habia un pequeño televisor que el mismo habia instalado a escondidas para poder ver la tele cuando no hubiera gente en la pizzería, seis pantallas apagadas desde donde se podían ver lo que firmaban las cámaras de seguridad que estaban repartidas por la pizzería, un teléfono de oficina y el uniforme de Alfonso que el mismo habia dejado preparado antes de que Alfonso viniera.

- ¿A que te refieres con que "Mato a un niño"? Le pregunto Alfonso después de beber un poco de su Coca-Cola y de lanzar un pequeño eructo.

- Pues a eso mismo.- Respondió Marcos.- En mil novecientos ochenta y seis, Jack, el lobo pirata, mato a un niño de...- Se detuvo un momento para recordar su edad, y al rato, añadió.- ¿Siete?, no, ocho, ocho años si... Tenia ocho años cuando murió. - Y luego, tras decir eso, continuo.- Pero no me preguntes por el día exacto en el que ocurrió, y por supuesto, tampoco me preguntes por el nombre del niño, no se ninguna de las dos cosas. A lo mejor si averiguas un poco por internet, podrías encontrar el nombre el pequeño y la fecha sin problema, como aquella muerte que ocurrió en un parque de atracciones, esa en la que murió un hombre de tu edad, si buscaras por ejemplo esa noticia por internet, seguramente te saldría el nombre, la fecha, y su hora de muerte.- Se detuvo para beber un poco de su Coca-Cola, y cuando lo hizo siguió hablando.- Por eso me extraño tanto que no conocieras Math and Friends. Actualmente, Math and Friends no solo es popular por los animatrónicos, sino también por lo que ocurrió. De hecho, es tan popular que le han puesto nombre. Cuando la gente habla de ello, la denominan como "La mordedura de 1986", ¿De verdad que nunca has oído eso?

Alfonso hizo un gesto de negación.

- ¿Pero que fue lo que ocurrió exactamente? Pregunto antes de dar un sorbo a su Coca-Cola.

- Lo cierto es que no se sabe con certeza.- Respondió Marcos.- Ocurrió en un cumpleaños, uno de muchos que habia celebrado Math and Friends y que celebraría en el futuro. Por lo visto, el chico que murió, que era el que cumplía los años, estaba jugando con sus amigos, yo supongo que estaba jugando al escondite, otra explicación no le consigo dar, si no, no hubiera hecho eso. Bueno, el caso es que el pequeño se coló en el escenario a pocos minutos de que comenzara el espectáculo.

El guardia de Math and FriendsWhere stories live. Discover now