Capítulo 2: La teoría

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Llego a las diez menos cuarto a la pizzería, llevaba el uniforme metido en un macuto azul de Adidas que utilizaba para ir al gimnasio. Aunque, ya hacia tiempo que no iba al gimnasia, bastante tiempo de echo, razón por la cual, aquel macuto se habia quedado en el armario cogiendo polvo, al menos, hasta ese día. Por el camino, pensaba que se encontraría la pizzería cerrada. Marcos le habia dicho que estuviera alli a las diez, y el estaba llegando con quince minutos de antelación, pero se llevo una sorpresa al ver que Marcos ya estaba dentro, sentando en el mismo  lugar en el que Iván  le hizo la entrevista para el puesto de guardia de seguridad.

Alfonso se asomo por uno de los ventanales de la pizzería, y le lanzo un saludo con  la mano, acompañado de una seña para que le abriera la puerta que estaba cerrada a cal y canto. No le extraño que lo estuviera, aun faltaba mas de una hora para que la pizzería abriera sus puertas.

Marcos al verlo, le lanzo otro saludo desde el lugar en el que se encontraba, cogió las llaves, que las tenia junto a la mesa, y fue a abrirle la puerta.

- La hubiera dejado abierta.- Le dijo mientras le abría la puerta, tal y como habia hecho el día en el que se conocieron.- Pero no sabia cuanto tardarías. Anda, pasa y siéntate.

Alfonso obedeció, y se sentó justo en frente del lugar en el que estaba Marcos.

- Creí que solías estar aquí a partir de las diez y media. Le dijo Alfonso una vez sentado.

- Si, y es cierto.- Añadió Marcos, mientras se sentaba frente a el.- Y podría haberte dicho que vinieras a esa hora, si lo hubiera hecho te hubiera dejado descansar un poco mas.

Alfonso al escuchar aquel comentario, lanzo una pequeña carcajada, pero tuvo suerte de que Marcos no se hubiera dado cuenta de ello. Si lo hubiera hecho, probablemente la conversación hubiera ido hacia otro lugar, y Alfonso no tenia ganas de hablar sobre aquello, ¿Qué pensaría de el si se enterara de que se habia quedado dormido en horas de trabajo? No quería ni imaginárselo. El solo habia ido por dos cosas. La primera, para descubrir que era lo que le tenia que contar Marcos, aunque personalmente, ya se imaginaba lo que podía ser, llevaba imaginándoselo desde que tuvo aquella conversación con el mientras desayunaba, y la segunda, para entregar el uniforme. Si en algún caso, Marcos le preguntaba por el motivo por el que no seguiría adelante, le daría largas, o se inventaría algo. No sabia el que, pero no le diría que se habia quedado dormido.

- Pero creo que esta conversación nos llevara mas de media hora. Continuo Marcos.

- Tenia razón, ¿Verdad? - Le pregunto de nuevo.- ¿Tenia razón aquel vagabundo?

Marcos permaneció en silencio, dirigiendo la mirada hacía el suelo de Math and Friends.

- ¿Murió mas gente aquí? - Le pregunto Alfonso.- ¿Murió mas gente aparte de aquel niño de la mordedura de 1986?

Marcos siguió en silencio, pero después de un rato, respondió:

- Creo... Creo que si.

Alfonso frunció el entrecejo al oír su respuesta:

- ¿Qué quieres decir con que "Crees"? - Le pregunto.- ¿Creí que me dijiste que...

- Te dije que hablaríamos en persona, y eso es lo que estamos haciendo.- Respondió.- Mira Alfonso, al principio, cuando me contaste lo que te dijo aquel vagabundo, pensé que se trataban solo de palabras sin sentido. Ya sabes, las típicas cosas que te dice un lunático o un borracho, pero cuando llegue a mi casa y me metí en la cama, no poda evitar quitarme ese encuentro tuyo de la cabeza, y me empecé a preguntar si podría tener razón o no. El caso es que, no podía dormir, y me puse a investigar cosas relacionadas con Math and Friends.

El guardia de Math and FriendsOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz