El guardia de Math and Friends

Capítulo 1: La teoría

Llego a su casa a las ocho menos cuarto de la mañana, y si no se hubiera quedado dormido en horas de trabajo, probablemente se hubiera echado en su cama, y hubiera dormido hasta las doce del mediodía, pero no lo hizo. Intento dormir, pero no lo conseguía, asi que permanecía despierto leyendo uno de los pocos libros que tenia de Stephen King, su autor favorito, y sobre las nueve, se fue a desayunar la bar de la esquina, como habia hecho en otras ocasiones.

Aquel día no hacia tanto frio, asi que opto por comerse lo que se pedía habitualmente. Dos tostadas de aceite de oliva y jamón, acompañado de un café descafeinado. Mientras desayunaba, se preguntaba si al final se presentaría a su segundo día de prueba como guardia de seguridad en Math and Friends, y tras preguntarse eso, se pregunto también que a quien se lo diría si al final decidía dejarlo. Tenia el numero de Marcos, pero lo suyo era decírselo a Iván, que para eso era el dueño de la pizzería, la persona que se habia encargado de hacerle la entrevista, y de "Contratarle". Si elegía abandonar, se imaginaba que tendría que llevar el uniforme a la pizzería, tenia que haberlo dejado alli, pero habia preferido llevárselo a casa para lavarlo.

Seguia dándole vueltas al tema cuando de repente, empezó a vibrar su móvil. Al notarlo vibrar, dejo la tostada en el plato, y lo saco rápidamente de su bolsillo, era Marcos. Marcos, ¿Qué querrá? Se dijo mentalmente mientras miraba la pantalla de su móvil.

¡¿Que importa lo que quiera?! - Le dijo su otra voz mental.- Cógelo antes de que se corte la llamada y dile que no quieres volver a Math and Friends.

Alfonso observo durante un rato la pantalla mientras intentaba ignorar aquel pensamiento y a su vez, era sustituido por otro. A lo mejor me llama porque lo saben.- Se dijo mentalmente.- A lo mejor me llaman porque Iván sabe que me he quedado dormido en horas de trabajo y no quiere que vuelva. Pero... En ese caso, ¿Por qué me llama el, y no Iván? - Se pregunto, y al rato, se auto respondió.- Pues porque el es el jefe, y al serlo pude pasarle los muertos a otro sin ningún problema, por eso te llama Marcos en vez de el.

Y mientras aquel pensamiento corría por su cabeza, Alfonso corrió el botón verde para aceptar la llamada, y tras hacerlo, se llevo el móvil a la oreja.

- Diga.

- Alfonso, ¿Qué pasa tio? - Pregunto Marcos desde la otra linea.- ¿Qué tal tu primera noche?

Dile que te has quedado dormido.- Le dijo su voz mental.- Dile que te has quedado dormido y que debido a eso no volverás a Math and Friends. Dile que aquel puesto no esta hecho para ti.

- Bien.- Respondió, ignorando sus pensamientos.- Lo cierto es que me fue muy bien.

- Me alegra mucho.- Permaneció un momento en silencio, y al rato, añadió.- Oye, ¿Estas muy cansado?

No, me eche una buena cabezada mientras trabajaba, y ahora mismo estoy como una rosa. Pensó en responderle, pero no lo hizo.

- ¿Porque? Le pregunto mientras fruncía el entrecejo.

- Quería saber si te veías con fuerzas para venir a la pizzería un momento.- Respondió Marcos.- Necesito contarte algo.

- ¿Y no lo puedes hacer por teléfono? Le pregunto Alfonso extrañado.

- Si.- Respondió.- Pero creo que es mejor que te lo cuente en persona. Se que te dará mucha pereza venir, pero créeme, merecerá la pena.

Alfonso permaneció en silencio durante unos segundos, meditando en si le convenía ir o no a Math and Friends a aquellas horas de la mañana. Claro que te conviene.- Se dijo mentalmente.- Si quieres dejar el trabajo, coge el uniforme, guárdalo en una mochila, y cuando Marcos te cuente lo que te quiera contar, se lo das, y le dices que no volverás a Math and Friends, mataras dos pájaros de un tiro.

Tras tener claro que iba a hacer eso, se pregunto porque Marcos no quería contarle aquello per teléfono, y tras preguntárselo, cayo en otra cosa mas importante. Si Marcos no sabe que me he quedado dormido, ¿Qué demonios quiere contarme? Se pregunto.

- ¿Es algo grave? Le pregunto, mientras intentaba pensar en lo que podía ser.

Marcos permaneció en silencio.

- Para ti no.- Respondido.- Pero si mi teoría es correcta, si lo es para la pizzería.

- ¿Qué quieres decir con...

Y en aquel momento, Alfonso recordó las palabras del vagabundo, no solo el de la vida real, sino también el de su sueño. "Muchas personas han muerto alli" - Habia dicho el vagabundo, y aquella frase paso por su cabeza una y otra vez.- "Muchas personas han muerto alli. Muchas personas han muerto alli. Muchas personas..."

- Marcos, ¿Decía la verdad? - Pregunto Alfonso, sabiendo que era muy posible que se tratara de ese tema.- ¿El vagabundo decía la verdad?

- Creí que lo sabia todo respecto a la pizzería.- Respondió Marcos con un tono apagado, como si estuviera disgustado.- Pero me equivoque.

- Marcos, no me asustes.- Añadió Alfonso, esta vez mas seriamente.- Respóndeme por favor, ¿El vagabundo tenia razón? - Volvió a preguntar.- ¿Murió... Murió mas gente alli?

- Ven sobre las diez a la pizzería.- Respondió.- Te contare todo lo que he averiguado.

- ¡Marcos, por favor! - Exclamo Alfonso.- ¡Respóndeme, ¿Murió mas gente alli aparte de aquel niño o no?!

Se escucho un largo suspiro desde el otro lado de la linea, y cuando finalizo, respondió:

- En persona Alfonso, en persona.

Y se corto la comunicación.

Alfonso habia perdido el apetito, porque sabia que la respuesta que le habia dado afirmaba todo lo que le habia dicho el vagabundo que se encontró cuando acabo la entrevista, o al menos casi todo. ¿Cuántas personas habrán muerto en aquella pizzería? Se pregunto Alfonso mientras sentía el impulso de ir corriendo a la pizzería, el mismo que habia sentido cuando descubrió la entrevista de trabajo. Pero no se trataban de simples personas. "Personas" es una palabra muy generalizada. Aun no lo sabia, pero las personas que habían muerto en aquella pizzería habían sido niños, todos niños.