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Jimin sonrió al ver a Dahye esperándolo afuera de la academia.

Su amiga corrió hacia él y lo abrazó con fuerza.

Pasó mucho tiempo desde la última vez que se vieron, continuaron en contacto, pero hablaban muy poco.

Después de lo qué pasó con Yoongi por el matrimonio arreglado que estaba organizando Park Sohee, dejaron de hablarse por unos meses y después Jimin se fue a Londres.

— ¡Te extrañe mucho! ¡Eres aún más lindo de lo que recordaba! — dijo Dahye al romper el abrazo.

Jimin soltó una risa.

— Y tú sigues siendo un fastidio. — se burló.

— Pero soy linda. — Dahye sonrió divertida.

— Bueno, no quiero romper tu corazón, así que te diré que sí. — Jimin soltó una risa.

Entrelazaron sus brazos y comenzaron a caminar.

— Nam me prestó su auto~ así que podemos ir a donde queramos. — dijo Dahye mostrando la llave del Porsche de Namjoon.

— ¿Aún no pregunta por el auto que chocaste hace unos años mientras aprendías a estacionarte? — Jimin preguntó entre risas.

Dahye soltó una carcajada recordando ese día.

Le pidió a Yoongi que le ayudara a practicar cómo estacionarse, así que le pidió sacara algunos autos del garaje y los acomodara para practicar.

Entre los autos que Yoongi decidió sacar, estaba el Bugatti de Namjoon, fue su regalo de graduación de la universidad y su auto favorito.

Yoongi y Jimin estaban con ella dentro del auto que su padre le dio para que practicara, logró estacionarse entre los autos, pero al momento de salir, se equivocó, no colocó la palanca en reversa y al pisar el acelerador chocó contra el auto de Namjoon.

Yoongi no podía dejar de reírse mientras que Dahye estaba demasiado preocupada, Jimin no sabía si reírse o preocuparse con Dahye.

Al final, Yoongi dijo que se haría cargo y desde ese momento Dahye no vio de nuevo el Bugatti de Namjoon.

— Probablemente piensa que está en la bodega familiar. — dijo Dahye lloriqueando.

Jimin soltó una risa.

Ambos subieron al auto y suspiraron porque el interior era cálido.

— ¿A donde vamos? — preguntó Dahye—. ¿Vamos a cenar?

— No lo sé... — murmuró Jimin—. Tengo que perder tres kilos, tengo una audición importante en unas semanas.

Dahye hizo una mueca.

— No me gustan tus dietas. — murmuró.

Jimin sonrió un poco.

— Vamos a comer ramen.

— ¡Jimin-ah! — dijo Dahye divertida encendiendo el auto—. Ya veo quieres que celebremos de forma especial nuestro reencuentro.

Jimin soltó una fuerte carcajada y negó.

— ¿Cómo te sientes al regresar? — preguntó Dahye.

— Me alegra mucho, me gusta Londres, conocí muchas personas agradable y tuve muchas oportunidades fuera de la influencia del poder de mis padres, pero extrañaba Seúl. — admitió con una sonrisa.

Dahye sonrió.

— Escuché que participaste en dos musicales. — dijo.

— ¡Sí! Las audiciones fueron complicadas, pero me seleccionaron y tuve la oportunidad de presentarme durante casi 3 meses en cada musical. — Jimin contó emocionado.

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