22. 𝖬𝖺𝗅𝖺𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾

15 6 0
                                    

Quinto, Departamento de Misterios (Curso 95-96)

────── 🌙 ──────

❝𝗦𝘂𝗲𝗻̃𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗼𝘆 𝗮𝗻𝗱𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝘂𝗻 𝗽𝘂𝗲𝗻𝘁𝗲 𝘆 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗮𝗰𝗲𝗿𝗮, 𝗰𝘂𝗮𝗻𝘁𝗼 𝗺𝗮́𝘀 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗰𝗿𝘂𝘇𝗮𝗿𝗹𝗼, 𝗺𝗮́𝘀 𝘀𝗲 𝗺𝘂𝗲𝘃𝗲 𝘆 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗮𝗹𝗲𝗮❞.

❝𝗦𝘂𝗲𝗻̃𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗼𝘆 𝗮𝗻𝗱𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝘂𝗻 𝗽𝘂𝗲𝗻𝘁𝗲 𝘆 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗮 𝗮𝗰𝗲𝗿𝗮, 𝗰𝘂𝗮𝗻𝘁𝗼 𝗺𝗮́𝘀 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗰𝗿𝘂𝘇𝗮𝗿𝗹𝗼, 𝗺𝗮́𝘀 𝘀𝗲 𝗺𝘂𝗲𝘃𝗲 𝘆 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗮𝗹𝗲𝗮❞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Cómo estás, Harry? —preguntó Dumbledore.

La estatua que le protegía había quedado destruida en el suelo desde que Lord Voldemort había poseído el cuerpo de Harry. El director de Hogwarts se había agachado al lado del gryffindor para comprobar que estuviera bien, después de haber liberado a Enllunada una vez que Voldemort ya hubo desaparecido del Ministerio de Magia llevándose a Bellatrix consigo.

Enllunada, que se había agachado junto al director de Hogwarts, le dio a Harry las gafas que se le habían caído y le ayudó a incorporarse. Cuando lo tuvo cerca se percató que su amigo aún temblaba.

Enllunada no entendía lo que había pasado. Voldemort poseyó a Harry, pero antes siquiera que Dumbledore hiciese ningún hechizo, Voldemort liberó a Harry, sin más.

De la hilera de chimeneas de ambos laterales no paraban de aparecerse magos y brujas que exclamaban por haber visto a Voldemort desaparecer delante de sus narices.

—Enllunada —habló Dumbledore con voz tierna—, avisa a tu padre y al resto que bajaremos con Cornelius.

Enllunada asintió con la cabeza y agarró a Harry de la mano. Él iba a seguirla, pero Dumbledore se lo impidió sujetándolo por el hombro:

—No. Necesito hablar contigo, Harry.

Harry estaba completamente abatido, y Enllunada puso cara contrariada. Antes que pudiera replicar, Dumbledore le destinó una mirada profunda, cansada. Ella dudó un instante para luego darle un beso a Harry en la mejilla y, con gran pesar, alejarse de su lado.

A paso ágil se escabulló hacia los ascensores, dejando atrás los gritos de terror y asombro de aquellos funcionarios que iban llegando al atrio. Una vez sola dentro de uno de los ascensores, el silencio y la quietud le molestaron más que el chirriante sonido del elevador mágico. El silencio le dejaba pensar y no quería.

«¡He matado a Sirius Black!»

Le volvió a hervir la sangre. Se recriminaba no haber matado a Bellatrix Lestrange cuando tuvo la oportunidad. Estaba convencida que Voldemort le haría pagar la decepción de aquella noche, pero para Enllunada no eran suficiente las especulaciones. Igual que había conjurado un Crucio con eficacia, fue testigo de que también había podido lograr la peor maldición de todas...

Until the very end | #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora