23. 𝖡𝖺𝗃𝗈 𝗅𝖺𝗌 𝖾𝗌𝗍𝗋𝖾𝗅𝗅𝖺𝗌

22 7 2
                                    

Final de quinto, Hogwarts (curso 95-96)
────── 🌙 ──────

❝𝗛𝗶 𝗵𝗮 𝘂𝗻 𝗵𝗼𝗺𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗿𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗲́𝗻 𝗹𝗲𝘀 𝗮𝗹𝗲𝘀, 𝘂𝗻 𝗵𝗼𝗺𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮 𝘁𝗼𝗰𝗮𝘁 𝗲𝗹 𝗰𝗲𝗹. 𝗡𝗼 𝘁𝗼𝗿𝗻𝗮𝗿𝗮̀ 𝗺𝗮𝗶 𝗺𝗲́𝘀 𝗮 𝗰𝗮𝘀𝗮. 𝗛𝗶 𝗵𝗮 𝗮𝗹𝗴𝘂́ 𝗾𝘂𝗲 𝗷𝗮 𝗵𝗮 𝗽𝗮𝗴𝗮𝘁 𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗲𝘂❞.

❝𝘏𝘢𝘺 𝘶𝘯 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘦𝘹𝘵𝘪𝘦𝘯𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘢𝘭𝘢𝘴, 𝘶𝘯 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢 𝘵𝘰𝘤𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘭 𝘤𝘪𝘦𝘭𝘰. 𝘕𝘰 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘦𝘳𝘢́ 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘮𝘢́𝘴 𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢. 𝘏𝘢𝘺 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘢 𝘩𝘢 𝘱𝘢𝘨𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘭 𝘱𝘳𝘦𝘤𝘪𝘰❞.

 𝘏𝘢𝘺 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘢 𝘩𝘢 𝘱𝘢𝘨𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘭 𝘱𝘳𝘦𝘤𝘪𝘰❞

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

Quedaban pocos días para terminar el curso. Por una parte Enllunada tenía muchísimas ganas de volver a estar con su apa y nagyapa, pero por la otra sabía que entonces no podría seguir eludiendo la pena como había estado haciendo toda aquella semana.

Cada día trataba de estar ocupada. Ahora que habían terminado los exámenes y ya no tenían clases, la mayor parte del tiempo iba a la enfermería donde Ron y Hermione seguían ingresados. Solían reunirse con Luna, Neville, Ginny y Harry, y aunque el nombre de Sirius siempre flotaba en el aire, se las apañaba bastante bien redirigiendo las conversaciones al tema principal de Voldemort. Aparte, a diferencia de Hermione, descubrió que Ginny no intentaba obligarla a hablar sobre lo que sentía y respetaba su espacio, así que durante las horas junto a la pelirroja podía reír y frivolizar sin problema. Fue a raíz del Ejército de Dumbledore que empezó a tratar más con Ginny y desde lo del Departamento de Misterios, que habían compartido más ratos juntas cuando la rubia no estaba con Lee.

El muchacho trató de disculparse con Enllunada de mil maneras distintas por no haber estado con ella cuando el galeón que había hechizado Hermione para el ED, les avisó que los necesitaban para una misión de rescate. Enllunada no estaba enfadada con Lee; había ido todo tan rápido (el aviso, la detención por parte de Umbridge y la Patrulla Inquisitorial y la consiguiente huida hacia Londres), que cuando se vio inmiscuida en pleno follón no tuvo tiempo de ir a por él. Apenas de coger un thestral y salir volando como snitch hacia el Ministerio de Magia.

Aquello le hizo comprobar por enésima vez que la comunicación en situaciones extremas era fundamental. No podía fiarse ni de objetos o lechuzas cuando la supervivencia apremiaba, por ello decidió que le pediría ese verano a Remus o a Moody que la enseñasen, no solo a dominar el conjuro del Patronus, sino a hacerlo hablar. Era absurdo que supiese producir un Crucio y que el maldito Patronus siguiera sin ser nada más que una tenue luz sin forma.

Until the very end | #PGP2024Où les histoires vivent. Découvrez maintenant