Capítulo 14: Raíz de Dios.

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~~~ martes 19 de marzo de 2019 ~~~

~~ Violena ~~

A pesar de todas las dudas que sentía en mi mente, la vida continúa. Hoy en la mañana, antes de clases, en pleno desayuno, nos dijeron que nos preparáramos para ir a nuestra primera excursión oficial como parte del curso, para encontrar la planta milagrosa de la que tanto hablan, la "Raíz de Dios".

Cómo ni siquiera hemos podido utilizar los laboratorios y no nos han demostrado todo lo que dicen que puede hacer, todavía no confío plenamente en que esos efectos tan buenos sean verdad.

Es cierto que existe, eso sí, nos mostraron el único espécimen que queda intacto de los tres que poseían, es cierto que es extraña, nunca la había visto, pero bueno, hay cientos, para no decir miles de plantas que no he visto.
Pero esta era grande, o sea, no alta, pero si era una flor increíblemente grande, de color rojo, desprovista de hojas alrededor, muy linda. Pero lo importante no es la flor en sí, lo que se utiliza para la medicina, como lo indica su nombre, es la raíz, pues en ella es donde nacen sus frutos; tres semillas de color rojo púrpura con tres rayas negras finas que la rodean.

Ya a las once de la mañana habíamos recorrido varios kilómetros, pero, para llegar al destino, aún faltan alrededor de ocho kilómetros más. Detrás mío va Dylan, al final del grupo, como si hoy no tuviera ganas de hablar con nadie.
Llegamos a una parte donde el camino se dividía en dos. La Sta. Lesley, Neuman, que nuevamente nos acompaña y el profesor Alexander, son los que van al frente y nos indican que debemos tomar el camino de la derecha.

Caminamos por media hora y me decido dirigirle la palabra a Dylan, pero al buscarlo detrás mío, no lo veo, miro al frente y tampoco ¿dónde se metió? ¿será fantasma? Como no lo encuentro, avanzo en busca de Gabi, para hablar con ella un rato.

Gabi camina más rápido que yo y eso que según ella no hace ejercicio porque no soporta sudar tanto, me toma unos segundos llegar hasta donde está.

– Gabi ¿has visto a Dylan?

– No ¿por qué?

– Es que lo ando buscando para hablar con él, iba en la parte de atrás, pero ahora no está - señalo en dirección al fondo.

Pero para mí sorpresa, cuando miro, él está allí, definitivamente es un fantasma, Gabi me mira dudando, pero no dice nada. Nos mantenemos conversando un rato, pero luego me vuelvo a separar.

Cuando falta poco para llegar al punto indicado, veo que Alexander le hace unas señas a Lesley y da indicaciones a Neuman. Nos comunican que debemos detenernos, que hay animales salvajes más adelante y los ahuyentarán o sedarán para poder avanzar sin peligro.

Momentos después siento unos disparos, no me suenan como sedantes, pero como nadie pregunta, tampoco digo nada, al único que veo nervioso por algún motivo, como si quisiera decir algo es a Hugo, que mira en todas direcciones, y Dylan otra vez se me perdió de vista.

Cuando los de seguridad regresan y comunican que todo está bien, comenzamos a avanzar nuevamente, tan solo faltaban alrededor de 400 metros para llegar al lugar, según Alexander. Miro hacia atrás para buscar a Dylan, pero no lo veo y de pronto una voz desde el frente me sorprende.

– ¿Me buscas a mí?

– ¡Aaaahh! - grito sobresaltada, y me miran como si estuviera loca - Dylan, me vas a matar del susto.

– Perdona, no era mi intención, es que he notado cómo me has estado mirando todo este tiempo ¿necesitas algo de mí?

– Sólo quería hablar contigo - digo evitando su mirada - intenté acercarme, pero te me perdiste varias veces ¿dónde estabas? no, perdón, no tienes que responder, no es de mi incumbencia.

– No te preocupes, no me molesta, además es simple, es que desde esta mañana me he sentido mal del estómago y he tenido, tú sabes, el número dos, en dos ocasiones - se puso rojo como un tomate - pero ya me siento mejor.

– Ah, está bien, que bueno que te sientes mejor - ay Violena, tú y tu lengua, se me cae la cara de pena.

La conversación siguió y hablamos de cosas simples, sin importancia, nos reímos un rato, me sentí muy bien, es un buen muchacho, creo que esto puede avanzar a otro nivel.

Al final llegamos al lugar, estaba lleno de la planta que buscamos. El lugar parecía un santuario, había tótems, señales rústicas y lo que parecía ser un altar, pero no había nadie en los alrededores.

– Muchachos - habló Alexander - aquí está lo que buscamos, ya les enseñamos el procedimiento para la correcta extracción, así que adelante.

Ese era el verdadero motivo de nuestra presencia en esta excursión, los científicos estaban muy ocupados en su trabajo y los de seguridad eran mucho músculo y poco cerebro, muy toscos para este trabajo, así que, los que más tiempo libre tienen ¿quiénes son? Exacto, nosotros, nos encargaremos de esto, claro, bajo el pretexto de que forma parte de nuestra evaluación final del curso.

No nos tomó mucho tiempo recoger las plantas entre todos, al final conseguimos 300 especímenes. Ya a las tres de la tarde íbamos de regreso con el cargamento.

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