Capítulo 44: Reencuentro apresurado.

0 0 0
                                    

Después de las 13 horas de viaje en autobús más largas de mí vida, con tan solo pequeñas paradas en el camino, llegamos a Santiago de Cuba, mi bella ciudad, tan calurosa, tan bulliciosa, ahora que la vuelvo a ver me doy cuenta de cuánto la extrañaba. Tenía toda una vida aquí, mis recuerdos, amistades, mis amores, todo eso había acabado, lo tendría que dejar atrás.

El transporte partió desde el Habana Libre a las nueve en punto de la noche, así que arribamos al Casa Granda aproximadamente a las once de la mañana, justo a la hora necesaria. Esta vez eran tres objetivos a buscar en diferentes lugares, pero había un horario en el que todos coincidían, si, el almuerzo, es un riesgo grande que debíamos asumir, pero era lo mejor.

No teníamos tiempo que perder, el plan terminaba hoy mismo, sacaríamos a mi familia y "Papi" nos llevaría al aeropuerto luego. Una vez en el avión que nos sacaría de aquí, ya todo dependería de los "Shadow Hammer", quienes nos conducirían a unas instalaciones secretas donde nos darían asilo, al menos, así esperábamos que saliera todo.

A las 11:35 am todo el equipo estaba saliendo, nos dividiríamos en dos grupos, el primero, conformado por "Princess", dos soldados más, Hugo y su hermana, se dirigirían hacia la parte trasera del teatro Heredia, Nick, Davis, Gabi y el resto, iríamos a mi casa para realizar la extracción. Debíamos ser lo más veloz posible, "Papi" nos esperaría solamente hasta la 1:30 pm, ni un minuto más, si perdíamos ese transporte, no podríamos utilizar el avión, un retraso y perderíamos todo.

Lo peor de todo era la inseguridad de lo que podríamos encontrar y la ausencia de armas, solo contábamos y bayonetas que pasamos sobornando a mucha gente. Además, teníamos el estrés de que, aún con el canal que "Hacker" nos consiguió, no habíamos podido contactar con Adam, por lo que no teníamos idea que como resultó su misión.

Al salir del hotel con tan poco tiempo de haber arribado, las miradas de los trabajadores se centraron en nosotros y más cuando supuestamente era nuestra primera visita. El recepcionista nos hizo pequeñas preguntas, nos ofreció el servicio de guía turística, pero yo salí al rescate, le expliqué que no era mi primera vez aquí, que ya había visitado la ciudad anteriormente con mi familia, pero que nos hospedábamos en hostales o casas de renta, no fue una explicación muy convincente, pero funcionó para que nos dejara seguir.

Preguntó por nuestro destino y solo dije que visitaríamos museos y lugares históricos que yo ya conocía, eso lo dejó más tranquilo o al menos no hizo más preguntas, aunque igualmente al alejarnos pude ver cómo levantaba el teléfono. Era obvio que parezcamos sospechosos y más en un país que tiene una historia terrible de atentados terroristas contra su pueblo, perpetrados por agentes encubiertos como turistas.

Solo espero no causarle problemas a nadie, juro que no es mi intención, tenemos que apresurarnos y rezar porque todo salga bien. Una vez fuera del hotel el problema sería el transporte, pero para turistas eso no era nada, no podíamos ni teníamos la necesidad de complicarnos con el transporte público, las ofertas de los choferes particulares que nos brindaron su servicio a cualquier parte nos inundaron apenas pusimos un pie fuera.

Alquilamos cuatro autos marca Lada, abrieron los ojos de sorpresa al ver lo que les ofrecía Nick por tan solo unas pocas horas de alquiler y cómo es costumbre, con esa cantidad ninguno hizo preguntas, es más, parecía que nos llevarían al infierno si era necesario.
Inmediatamente partimos y en pocos minutos llegamos al semáforo que dividiría nuestra ruta, Nick le hizo una seña a "Princess" de que volveríamos pronto, se llevan muy bien, por cierto, y alejándome del tema, no era alguien ajeno al grupo, era ella la que estaba con Nick el día que irrumpí en su habitación, simplemente en la confusión no me percaté. Ella bajo la Carretera Central, camino al Teatro Heredia, mientras que nosotros continuamos por la Avenida Garzón hacia nuestro destino.

Escape Where stories live. Discover now