Escape

Capítulo 25: La venganza es un plato dulce.

~~ Violena ~~

El dolor está consumiendo mi cuerpo, incluso ahora que no están experimentando conmigo, a cada momento, olas de fuerte dolor me recorren de pies a cabeza. Han pasado ya tres días desde que comenzaron a inyectarme el catalizador y los experimentos van cada vez más lejos, si siguen así me voy a volver loca, si es que ya no lo estoy.

Ya ha llegado hasta el punto de cortarme los brazos y piernas por completo, me sacan lo ojos, me arrancan los órganos y todo vuelve a crecer otra vez, cada vez más rápido que la anterior, aunque el dolor no disminuye ni un ápice.

Creo que mi fuerza ha aumentado también, lo siento dentro de mí, pero no he podido comprobarlo, no quiero darles más motivos para experimentar. Estoy planeando escaparme, pero no sé a dónde ir y quisiera saber de mis amigas, si puedo salvarlas lo hago, pero en mi situación no puedo ser ambiciosa.

Pero, si no logro escapar, al menos voy a matar a esa loca, que creo que se llama Lilian. Tengo que pensar en algo pronto, el dolor tortura mi alma y los gritos de mis compañeros me atormentan a diario.

A pesar de que el dolor es enorme, al menos ya no me tira por el piso como al principio, tal vez me estoy acostumbrando a él. Hay otra cosa que me preocupa, sé que mi fuerza aumentó, pero la dureza de mi cuerpo no está al mismo nivel, tal vez resista mejor los golpes y objetos contundentes, pero las balas seguro me atraviesan fácil, si las agujas y las sierras que utilizan en el laboratorio lo hacen, no me cabe ninguna duda.

Pero no aguanto más, no creo que soporte subir otra vez a esa mesa, en ese laboratorio y con esa loca, me tengo que ir de aquí y tiene que ser ya, debo reunir el valor, pase lo que pase, en realidad, siento que es mejor estar muerta que seguir pasando por todo esto. Lo siento por mi familia, pero me tengo que arriesgar, sea como sea, a este paso, nunca volveré a verlos.

Mientras mi mente divagaba, alguien se acercó a la puerta y se colocó al frente. Es mi oportunidad, a penas abran ataco, no puedo dejar que me disparen ningún tranquilizante o estoy perdida, tienen un efecto muy fuerte y mi regeneración no me ayuda a eliminar esos tóxicos de mi cuerpo rápidamente, por desgracia.

– Abran la número 11 - es ella, la desquiciada, está aquí otra vez.

La puerta se abre y ella me observaba con una mirada maniática, dos guardias entran apuntando sus armas, pero en ese instante, se va la electricidad, apagón total, es mi momento, avancé y le di un golpe en la cabeza a uno de los guardias, fue tan fuerte, que sentí como su cráneo se quebró en mi puño, segundos después, estaba estampado en la pared lateral y luego cayó tendido al piso.

Mi visión se comenzó a adaptar a la oscuridad más rápido de lo normal, así que aproveché para atacar al segundo guardia. Sujeté con una mano donde portaba el arma y con la otra agarré su cuello, hasta que destrocé su garganta de un apretón. Las luces se prendieron nuevamente, debe ser la energía de reserva o algo así, gracias a eso pude ver la escena frente a mí con claridad.

No podía creer que yo hubiera hecho todo eso, ambos guardias estaban ahogados en un charco de sangre a mis pies, pero lo mejor de todo era que no sentía ningún remordimiento, al contrario, estaba deleitándome con mis acciones. La desquiciada me miró con una expresión de terror e intentó escapar, pero de una patada le fracturé una rodilla, su grito de dolor fue el éxtasis supremo para mí.

~~ Dra. Lilian. ~~
~~~ 30 minutos antes ~~~

– Buenos días General.

– Buenos días doctora, estoy listo ¿qué es lo que quiere mostrarme?

– Le quiero informar del avance del proyecto, hasta ahora, este lote de sujetos ha sido el más exitoso, pasamos de tener solo el 8% de éxito a más del 50%.

– Bien, bien, continúa.

– De los 23 jóvenes que ingresaron, 11 han evolucionado correctamente, 5 serán trasladados al Proyecto Omega y los otros siete fueron desechados - estoy incluyendo ahí al que escapó y al que no encontramos, pero él no debe enterarse de eso - Incluso, esta vez, dentro de los 11, tenemos a una excepcional, su código genético puede ayudar mucho en el futuro.

– Oh qué bien ¿quién es? Quiero verlo.

– Es una ella, es el sujeto HE011, su regeneración celular instantánea es asombrosa.

– ¡Muéstrame!

– De inmediato General, aunque es una lástima que sea a través de una pantalla y que no esté aquí para presenciarlo directamente.

– No se preocupe, ya tendré tiempo para eso.

– Espere solo unos minutos, la traeré yo misma.

Hoy Miles no está aquí, tendré que ir a buscarla yo, voy con dos guardias, no vaya a ser que se ponga malcriada mi bella niña. Llego al frente de su celda y el solo pensamiento de volver a experimentar con ella me excita.

– Abran la número 11 - indico mirando a la cámara.

La puerta se abre, la miro y está arrinconada al final de la celda, ya no aguanto las ganas de tenerla en mi laboratorio a mi merced, de cortarla, pincharla, una sonrisa me sale involuntariamente. Hago señas y los guardias entran a la celda apuntando sus armas, pero de pronto falla la electricidad.

No puedo ver nada, siento unos golpes frente a mí y un grito leve, como de alguien ahogándose, la energía de reserva entró en funcionamiento y veo una escena horrible. Ella está parada frente a mí, con una cara de locura, como si estuviera en trance, mientras a sus pies los guardias yacían muertos.

Por mi cuerpo sube un miedo que jamás había sentido, como el de una presa frente a su depredador, me giro para salir corriendo de allí, pero siento un golpe contundente en mi rodilla. Suelto un grito de dolor que sale desde el fondo de mi ser, el dolor es insoportable, mi rodilla está rota, los huesos sobresalen; caigo al suelo y ella, con una sonrisa, se acerca lentamente a mí.

– ¡Auxilio! - grito desesperada.

– Grita todo lo que quieras - me susurró al oído - no creo que lleguen a tiempo para salvarte, tal vez disfruten mirando como te hago sufrir por la cámara.