Escape

Capítulo 30: El inicio de una gran tormenta.

~~ Aaron. ~~

Me encuentro en un cuarto de interrogación, aunque bien podría decir que es un cuarto de tortura, a mi lado, esposada a una silla al igual que yo, se encuentra Elaine, pero con una diferencia, ella ya está muerta, la torturaron hasta que falleció, le arrancaron las uñas, le sacaron los ojos y al final la degollaron, ahora es mi turno.

El coronel Ryan se encuentra frente a mí, con varios instrumentos de tortura encima de una mesa, están llenos de sangre, sangre de Elaine, sus gritos fueron desgarradores y el miedo que siento ahora es insoportable.

– Dígame subdirector ¿cómo escaparon los sujetos?

– Le repito que no lo sé – replico con voz de súplica.

– Entonces cómo explica que a tan solo dos semanas de haber dado inicio el Proyecto, con un buen circuito de vigilancia, con sus guardias de seguridad y soldados, militares entrenados que dejamos bajo su mando, los sujetos igual escaparon.

– No sé, no sé.

– ¿Ah no? Pues le cuento, tenía a alguien infiltrado y dejaron que hiciera lo que le dio la gana. Me da la impresión de que colaboraron con él.

– No, de verdad, no sabía nada.

– ¿Y crees que de verdad no nos enteramos de que uno de los sujetos se había escapado antes? E informaron que había muerto, que hilarante, en serio me das pena.

No pude refutar ese último comentario, pero tenía que hacer algo o mi suerte estaba echada, adoraba mi vida por sobre cualquier cosa, incluyendo mi dignidad u orgullo, lo único que me importa es vivir, al precio que sea necesario.

– Por favor no me mates, aún puedo serles útil, hago lo que sea.

– No creo que te necesitemos más.

– Prometo rectificar todo lo que he hecho mal – dije – encontraré a los que se escaparon y los traeré ante ustedes.

– Eso no va a ser necesario, ya tenemos quien se encargue de eso.

– ¿Entonces puedo seguir encargándome del centro, de mantener la fachada? – supliqué.

– No, dije que ya tenemos sustituto para ti en todo, incluso en el puesto administrativo y es la misma persona, creo que te sorprenderá.

– ¿Quién?

– Pasa – indicó el coronel.

Seguido a la orden, la puerta del cuarto se abrió, entró una persona que me dejó totalmente sin palabras ¿no podía ser? ¿por qué él? Esperaba a cualquiera menos a él. Varias emociones se apretaban en mi pecho, rabia, odio, tristeza, todas queriendo explotar.

Frente a mí estaba Dylan Miller, con una mirada prepotente, de superioridad, me miraba por encima del hombro como si yo no fuera nada, tan insignificante como una hormiga lo es para un elefante, como un pez lo es para el océano.

– Te presento a tu sustituto – dijo el coronel mientras reía – ya sabes lo que debes hacer para obtener el puesto Dylan, demuéstrame tu ambición.

– ¡No lo hagas! ¡no me mates! – dije cuando me apuntó con el arma – yo te lo di todo.

– Lo siento padre, pero ya tu tiempo pasó, ahora es el mío – el sonido de un disparo hizo eco en el recinto.

– Espero que esa ambición no te arruine...

~~ General ~~

Apago el monitor por el que estaba mirando todo el espectáculo, es una lástima, pensé que Aaron me sería de más utilidad, pero la sangre nueva parece tener agallas, el pobre, no tiene cerebro, pero así es mejor.

Ese tipo de personas no puede ocupar puestos directivos, al menos no altos, solo en los que los podamos utilizar como simples marionetas, son basura desechable. Es imposible que confiemos en alguien que es capaz de matar a su propio padre por conseguir poder.

No puedo negar que tiene algo de valor para nosotros, es uno de los experimentos de mayor éxito, pero aún tiene defectos, mensualmente debe inyectarse el catalizador y reactivar el gen Alpha para mantener su habilidad y eso al final es un desperdicio de recursos.

En cuanto cumpla su papel principal lo voy a desechar, pero primero debe atrapar al sujeto HE011, ella es la clave para el éxito total de mi proyecto. Su habilidad de regeneración, su ADN es primordial para mí, con él podemos revertir el proceso de degradación celular por el que pasan la mayoría de los sujetos de prueba y aumentar exponencialmente el índice de éxito.

Para eso debemos atraparla viva, ya se ha probado que una vez que el sujeto muere, su habilidad desaparece, el gen muere y por supuesto, la información en su código genético también se pierde, no podemos perderla.
Todo salió mal por culpa de ese estúpido de Davis, fue el punto de inflexión que no esperaba, esa basura inútil que al final ha obstaculizado mis planes, tengo que liquidarlo.