Capítulo 3

11.4K 1K 603
                                    

MADISON

—Le pateare sus bolas hasta dejarlo estéril. —Mire sorprendida a Christine, digo esperaba más una respuesta de "te lo dije", pero no sé por qué no pensé que algo así vendría de su parte. —En serio, lo haré. De hecho, llamaré a alguien para que me ayude, a menos que también quieras participar.

—Christine. —Maya movía un poco a su niña que estaba entretenida jugando con la pañoleta que le había robado a Christi. —No puedes decir esas cosas así a la ligera. —Maya casi siempre era la voz de la razón en el grupo. —No necesitas buscar a alguien, yo lo haré contigo. —Casi siempre. —Dios, siempre supe que era un imbécil pero no pensé que a ese nivel.

—Yo siempre se los dije. —Christine parecía más enojada de lo que esperaba. —Madison, ¿por qué no nos dijiste antes? —Ella tomó mi mano. —De seguro has tenido que pasar por tanto sola.

—Solo ha pasado una semana, tenía que procesarlo. —Creo que por ahora no les mencionaría el tema de la llamada a Noah Dubois, no necesitaba más humillaciones por ahora.

—Bueno, es que no se veía venir. —Maya comentó. —Digo, él siempre fue algo distante, pero no pensé que un día solo te diría que terminaran y te dijese esa clase de cosas.

—Aunque creo que lo de salir con su secretaria es parte del estereotipo que lo cubre, pero para nuestra suerte también lo sigue la calvicie y no es un calvo sexy. —Solté una pequeña risa.

Decirles a mis amigas resultó ser algo tranquilizador, Noah tenía razón.

—Si, tienes razón. —Miré mi almuerzo. —Aunque para una parte de mi es raro.

—Bueno, fueron 7 años mal gastados. Todo es culpa de Maya por presentártelo.

—Yo sólo quería que me acompañara a una cita con su amigo.

—¿Ves?, ella se quedó con el lindo y te dejó las sobras. —Maya le dio un golpe en su hombro. —Hey, te aprovechas de que no cometo actos de violencias con madres. Tener ética es de lo peor.

—No me refería a eso. —Ellas me miraron. —Es raro porque en realidad creo que lo que más me duele no es que hayamos terminado, una parte de mi lo esperaba en un momento, supongo. Es el hecho de cómo pasaron las cosas.

—Es entendible, un idiota como él se atrevió a dejar a un tremendo partido como tú, Madison. ¿No es así, Maya? —La castaña asintió. Tomé un poco de mi limonada mirando a las personas que caminaban por la calle. —Oh, ahí viene su reflexión. —La ignoré. Para comentarles mi reflexión.

—Quizás él no se equivoca, y yo soy solo un material de esposa.

—Eso es algo que diría un imbécil, ¿qué es eso de ser material de novia o esposa? —Maya le entregó a su bebe a Christine para acercarse a mí y tomar mis hombros. Me sorprendió. —Tú eres una mujer que vale mucho, de hecho, demasiado como para solo poder clasificarte en algo como eso. Ninguna mujer es material de novia o de esposa, somos mujeres que vamos más allá que para servirles de algo a los hombres. Somos increíbles y una relación nunca tiene que sentirse como si solo fueras algo material, o algo para lucirse, frente a él. —Escuché los aplausos de Christine junto a Simone, el bebe de mi amiga.

—Vaya, eso de hacer charlas de empoderamiento femenino en el mundo empresarial también sirve para darle consejos a tu amiga. —Maya volvió a su lugar para tomar a su hija a sus brazos.

—El feminismo vive en todas las áreas.

—Y tú lo vendes muy bien. —Ambas compartieron una mirada que me dijo que si dejaba a Christine seguir con sus comentarios tendríamos una pelea y yo tendría que hacerme cargo de Simone, y yo no era muy buena con los bebés.

Caminos a Ti.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum