Capítulo 13

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MADISON

Sabía perfectamente que lo que estaba por hacer sería uno de los errores más grandes de mi vida, pero no tenía más opciones.

Ya me lamentaba desde antes de siquiera hacerlo porque sabía que esto traería consecuencias irreparables a mi vida.

—Christine, necesito un consejo. —Mi amiga detuvo su tenedor a medio camino de llegar a su boca.

—¿Tú necesitas un consejo de ella? —Maya frunció el ceño y yo asentí. —¿Estás bien?

—Es que... necesito un consejo más íntimo, tú no sabes demasiado de estas cosas.

—Dios salve a la reina, siempre supe que este día llegaría. No sabes cuantas veces he soñado con este momento. —Temía que ella estuviera hablando en serio. —¿Quieres probar con juguetes sexuales?

—No es nada de eso.

—Me siento realmente ofendida, he tomado cursos sobre el placer femenino. —Maya volvió a quejarse, el hecho de que recura a Christine era algo inusual. Muy inusual. —Hasta conozco una sexshop internacional bastante exclusiva.

—Que no es eso, sólo quiero saber lo básico.

—Dios Madison, siempre supe que eras una pillow princess pero no pensé que tanto. ¿Lo básico? —Christine pareció ofendida. —Has estado con más mujeres.

—Si, pero fue hace mucho y no sé si... será lo mismo.

—¿Y qué le gusta a tu cachorrita?

—Christine, en tu puta vida vuelvas a llamar a Noah de esa forma. —Le advertí, eso dejó una muy mala sensación en mi cuerpo.

—Hey, tranquila. Esta bien, no molestaré a tu chica. —Christine levantó sus manos antes de volver a comer. —Pero dime, ¿qué le gusta?

—¿Cómo se supone que sepa eso?

—Ya se acostaron, ¿no? —Asentí. —Pues imagínate algo con eso. —Sentí mis mejillas arder al recordarlo. —No ahora mismo, por favor. Estoy comiendo y no quiero vomitar.

—Puedes preguntarle. —Maya sugirió, sabía que ella iba a tratar de una u otra forma dar su opinión. No me molestaba, aunque Maya era una mujer muy heterosexual, aunque a veces no lo pareciera. —La comunicación es buena en todos los sentidos de una relación, si le haces caso a Christine terminaras en medio de un mal juego de BDSM.

—¿Y cual sería el problema de eso? —Christine la apuntó con su tenedor. —Pero ella tiene un punto, Noah se ve como la clase de chica que "hace el amor".

—A decir verdad...no, creo que es más ruda en ese sentido. —Prácticamente murmure y mis dos amigas se miraron sorprendidas. —La cosa es esa, ¿debería ser de la forma en que ella me trata?

—Madison, solo empieza lento, ella misma te dirá si lo quiere más rudo. —Cuando Christine puso su mano sobre mi hombro me sentí tan incomoda como cuando mi madre me dio la charla. Lo cual pasó dos veces pues luego de que le dijera que era bisexual como una buena enfermera llegó a casa con un montón de volantes dirigido a las mujeres que mantienen relaciones sexuales con mujeres. —Y si ella sigue pidiéndolo más duro, te recomendaré algunos juguetes y lubricantes.

—Yo también tengo sugerencias.

—Maya, supéralo. Yo soy el gurú del sexo en el grupo. —Christine parecía orgullosa del titulo que se dio a si misma.

—Creo que siempre debí hablar esto con Noah. —Sabía que esto sería un error.

—¿Entonces lo suyo va en serio? —Miré a Maya antes de volver a jugar un poco con la comida.

Caminos a Ti.Where stories live. Discover now