Caminos a Ti.

Capítulo 5

MADISON

Yo había perdido totalmente la cabeza, quizás había caído a la locura e incluso empezaba a pensar que podía ser causa del alcohol de dudosa procedencia en el bar al que fui luego de que mi ex me terminara. No podía ser normal de que siguiera pensando en Noah Dubois.

No era como si todo el día pensara en ella, pero al menos una vez al día me entraba la curiosidad y veía su Instagram como si algo fuera a cambiar, o como si quisiera saber sobre su día, pero ella en realidad para trabajar con ellas no subía demasiadas cosas más que fotos de sus outfits con canciones de Taylor Swift, aviso de sus transmisiones y algunas fotos algo aleatorias. No pensaba que una "influencer" fuera de esa forma, me imaginaba algo como cien historias diarias.

Aunque con lo loca que estaba era capaz de verme esas cien historias.

Me preguntaba qué tan normal era fijarme en una persona tan pronto, las cosas con mi ex no habían pasado hace demasiado.

—¿Sabes?, aun no entiendo bien lo de las flores. —Mire a Maya quien inflaba algunos globos para decorar el lugar que habían arrendado para el cumpleaños de Charles, no todos los días cumplías 30 años y él quería celebrarlo. Bueno, en realidad Maya lo convenció de poder disfrutar un poco su cumpleaños y poder salir sin su hija luego de un año y medio sin mucha interacción social. Que difícil sonaba ser madre. —¿Por qué te regalan flores?, a mi nunca me han regalado algo.

—Siempre me regalan cosas, a veces me regalan mermeladas o cosas que hacen mis clientas, en general, las mujeres me regalan cosas porque las hago quitarles dinero a los hombres. Me parece que me merezco algo así. —Traté de escapar de la situación, de nuevo. Mis amigas estaban algo insistentes con el tema.

—Quizás Madison enamoró a una de sus clientas. —Christine bromeó, pero yo hice caso omiso. Primero, porque Noah era increíblemente amable. Segundo, no quería ponerme en esa situación. Ya era un martirio pensar de vez en cuando en ella. —Hasta empezó a escuchar a Taylor Swift.

—Mi novio de siete años me terminó, claramente iba a empezar a escuchar a Taylor Swift. Lana del Rey y Mitski me iban a llevar a una depresión mucho más profunda.

—Para ser una mujer que dejaron, no te ves tan mal.

—¿Gracias? —Miré a Christine quien estaba en su celular.

—Es un cumplido, podrías verte patética comiendo helado en tu cama viendo películas románticas.

—Me parece un mejor plan que estar decorando este salón mientras tú sólo gastas oxígeno.

—Traje las decoraciones. —Se quejó.

—Maya ya las tenía encargadas, sólo tuviste que ir en tu auto a buscarlas.

—No peleen. —Maya nos dio una mirada de advertencia. —De todas formas, Christi tiene que colgar todo.

—¿Qué?, eso no era parte del trato.

—Eres la más alta de las tres.

—Medimos prácticamente lo mismo.

—Nos ganas por un centímetro, te cansarás menos.

—Charles ni siquiera me cae tan bien. —Ambas miramos a Christine. —Bien, pero no le digan que lo hago porque me agrade, díganle que fue porque Maya me pagó.

Con mis amigas decoramos gran parte del lugar, Maya se había preocupado de contratar un servicio de comida junto a una barra de alcohol que funcionaría de manera libre, lo cual no pensé que sería una buena idea sobre todo para quienes tienen problemas con aprender a parar cuando beben.