Capítulo 19

10K 974 505
                                    

MADISON

Completaba algunos formularios para entregarlos en la corte cuando Christine apareció por la puerta, se detuvo al ver la cantidad de rosas en mi oficina, no caían todas en mi auto. Fue un fin de semana algo loco, y empezar un lunes como este estaba fuera de mis planes, pero no era algo que me disgustara al ser un acto de Noah. Normalmente no me gustaba la idea de llamar demasiado la atención, menos en la oficina, pero con ella sentía que era lo más romántico del mundo.

Aunque empezaba a creer que todo lo relacionado a ella lo vería de esa forma.

—Christine, ¿pierdes tu hora de almuerzo lejos de los niños que cuidas?

—No cuido niños, los educo. Educo al futuro de este país, respeta mi trabajo. —Ella se sentó frente a mí. —Solo vine a verte, ¿no puedo visitar a una amiga?

—Solo cuando tienes problemas, sino estarías ahora mismo buscando a Julie. —Mi amiga hizo una mueca. —¿Han discutido?, ¿qué has hecho?

—¿Por qué asumes que yo cometí el error?

—¿Has visto a Julie?, ella se ve demasiado adorable, es como del tipo de personas que lloran si le elevas un poco la voz. —Christine soltó un suspiro. —¿Por qué han discutido?

—Algo sin sentido.

—Suena a algo como tú, pero no como para discutir con Julie.

—Solo tuvimos una discusión sobre uno de sus personajes favoritos, solo le dije que no era tan cool como creía, pero Julie se toma muy personal a sus personajes ficticios. Ya lo solucionaremos luego, pero no te vine a ver por esto.

—Entonces si has venido por algo.

—Me conoces muy bien, pero antes, ¿qué son todas estas flores? —Ella intentó tomar una de las rosas que estaban sobre mi escritorio y golpee su mano antes de que lo hiciese.

—Son un regalo.

—¿Estás trabajando ahora con una florería?, porque no cualquiera te da esta cantidad de flores. ¿Por fin has conseguido un suggar daddy o mommy?, estarías cumpliendo uno de mis mayores sueños. Me harías sentir muy orgullosa. —Ella tomó mis manos y miré su cara dudando si estaba bromeando o lo decía en serio, con Christine nunca se sabía.

—No tengo un o una suggar. —Noah no ganaba tanto, creo. Además, es menor que yo.

—¿Entonces tu cita con Xavier fue bien?, ¿qué le hiciste para que te trajera tantas flores? —Solté sus manos y noté su mirada sobre mí, me sentí atrapada en el delito. —¿Ha pasado algo?, ¿es malo en la cama?, porque tiene esos aires de gran...

—Christine. —La corté antes de que siguiera hablando y yo quisiera no escuchar nada nunca más. —No salí con Xavier.

—¿Por qué no?

—Tuve un imprevisto.

—¿Estás menstruando?, dicen que si lo haces con el periodo pueden embrujar a esa persona. Lo vi en tiktok.

—Me preocupa que como maestra de niñas y niños hagas esos comentarios.

—Es para hablar en su idioma, te sorprenderían los niños de hoy. —Ella se encogió de hombros. —Entonces, ¿qué pasó? —Sus codos se apoyaron en mi escritorio y se inclinó. Sus ojos se fueron al contenedor donde aun quedaban galletas que me trajo Noah. —¿Galletas caseras?

—Son un regalo.

—Tienes dos opciones, Julie me esta engañando contigo o seguirás negando que te acostaste con Noah el sábado. Claramente sé que es lo último, Julie no me dejaría por ti, sería una tonta al hacerlo y ella es la persona más inteligente que conozco.

Caminos a Ti.Where stories live. Discover now