Caminos a Ti.

Capítulo 23

MADISON

Odiaba a la gente que hacía siempre sus compras a últimas horas, y odiaba tener que salir sobre todo el 24 de diciembre. Amaba la navidad, pero detestaba lo lleno que todo estaba en estas fechas.

Sé que estoy siendo parte del grupo que odio.

Pero me gusta quejarme.

La rubia que me acompañaba tenía sus ojos puestos en su lista de ingredientes mientras caminábamos por el supermercado, habíamos acordado que pasaríamos el día en mi casa y en la noche nos iríamos a su departamento. Noah no quería que Lana pasara demasiado tiempo sola y yo no me iba a negar a eso, pese a que mi gata quería robarme siempre la atención de Noah.

No estaba celosa de una gata.

Lo juro.

De hecho, amaba el hecho de que Lana fuera cariñosa con ella. Era como volver a Noah una persona familiar.

—En mi casa no hay alcohol, no sé si quieres comprar un vino para la cena. —Noah me miró.

—Estoy bien sin beber alcohol, además, ¿una cena?

—Claro, te demostraré mis habilidades culinarias. Además, es la cena de navidad. —Olvidaba que la gente tenía esa costumbre, desde hace años en mi navidad solo había fideos instantáneos durante la noche. No me interesaba pasar un día familiar con otras familias, cuando mamá estaba libre solo nos acostábamos en su cama y veíamos películas navideñas. Nada fuera de lo común. —¿No quieres beber nada?

—En serio. —Le sonrió y ella pareció relajarse un poco. —Entonces, ¿en serio cocinas?

—Claro, Dante es cocinero y me ha enseñado a lo largo de los años sus trucos culinarios.

—Pensé que solo hacía pizza's.

—Solo le gusta perder su talento. —Bromeó. —Dante disfruta su pizzería, es un raro sueño que siempre tuvo, pero quién soy yo para juzgar. Supongo que la pizzería también le da algo más de libertad a comparación que cuando era jefe de cocina de un conocido restaurante.

—Descansar y hacer lo que deseas suena bien.

—Si, es un equilibrio bastante bueno. —Noah tomó una bolsa de harina. —¿Cómo te gustaría estar en unos años?

—Te responderé, si me dices cómo te gustaría estar a ti.

—Me gustaría poder aprovechar esta oportunidad lo que más pueda, tengo un departamento que terminar de pagar y he pensado en empezar a invertir en algunas cosas, quizás trabajar en la empresa que trabaja Hunter. Algo así.

—¿Un departamento que pagar?

—Hace unos meses nos pidieron el departamento para venderlo, así que lo tomé como una oportunidad para comprarlo. —Se encogió de hombros. —Tenía ahorros y del banco obtuve un crédito que se asemeja a lo que pagábamos de renta con Julie. —Noah veía concentrada las marcas de chispas de chocolate, ella habló de ello como si nada.

—¿Qué harás cuando Julie se vaya?

—¿Irse? —Sus ojos se posaron en mí. —Oh, claro. Supongo que seguir pagándolo, podría hacerlo sola. —Hizo una mueca, supuse que Noah no pensaba mucho en que Julie un día tendría que irse para hacer su vida. Y cómo iba su relación con Christine no dudaba que mi amiga le propusiera vivir juntas en un tiempo.

—En serio ganas dinero, eh. —Quise molestarla para no enfocarnos en su amiga.

—Si, la verdad es que ahora creo que gano bastante. Hunter siempre me dice que no sé cuidar mi dinero porque nací pobre.