Caminos a Ti.

Capítulo 25

MADISON.

Veía las flores que estaban en mi oficina, Noah enviaba todas las mañanas flores a mi oficina. Siempre que llegaba me encontraba a Gillian acomodando el nuevo ramo de rosas que decoraría el lugar esa semana. Verlas me hacía sentir un poco más tranquila al saber que Noah no lo había olvidado, era como sentir que ella estaba ahí conmigo.

La había cagado, lo sabía. No fue para nada intencional, pero en serio necesitaba terminar las cosas del caso que teníamos con Xavier para evitar tener demasiado trabajo porque necesitaba pedirme dos días libres para celebrar el cumpleaños de Noah, no pensé que aquello podría traer alguna consecuencia, si se podría decir eso. La verdad es que la situación me desesperó un poco más al sentir que ella podría desaparecer de mi vida de nuevo.

Además, me sentía culpable.

Cuando ella me dio su teléfono para elegir la música cuando volvíamos a casa por accidente vi un mensaje que había llegado de Carrie, aún recordaba perfectamente lo que decía y eso solo me hacía sentir más culpable: "Nos veremos el lunes en la sesión de fotos de John, espero poder ir a tomar una limonada luego". No quería invadir su privacidad, pero llegaron y no pude evitar leerlos, temía decirle algo porque se veía molesta y yo iba a terminar llorando.

¿Ella si se iba a reunir con Carrie?, eso no necesariamente significaría que ellas volverían. Quizás solo significa que quieren llevar una buena amistad.

No lo sé.

Quizás debería hablarlo con ella.

Pero desde lo del viernes no hemos hablado demasiado, no porque no quisiera, creo, sino porque me dijo que debía estar ocupada para unas sesiones de fotos que me hicieron todo el sentido. Ella estaba trabajando en una campaña publicitaria de una nueva serie de televisión, pese a eso seguía recibiendo sus mensajes diarios y eso me calmaba un poco, incluso me gusto que ella me comentase que participaría Carrie y Anastasia, casi buscando mi aprobación. Yo jamás podría pedirle que dejara algo de su trabajo por algo como esto, mis inseguridades eran mi problema y Noah nunca me había dado verdaderas razones para no confiar.

Tal vez la idea de que Noah me dejara me daba más ansiedad de lo que yo pensaba, eso no estaba bien, porque en el fondo sabía que el problema central no era mi relación con Noah. El problema era mi miedo a que la gente me deje cuando yo no cumpla sus expectativas. Toda mi vida me he sentido presionada a cumplir con las expectativas que tenían sobre mí, y me he esforzado por alcanzarlas, eso siempre ha dejado un sentido de vacío en mi cuando no siento que lo estoy cumpliendo, pero también el miedo me invade al ver cómo la gente dejaba de verme como alguien excepcional. Me preguntaba cuanto tiempo pasaría hasta que Noah deje de verme como alguien especial.

—Madison. —Vi al joven que entraba con una carpeta en sus manos y se sentó directamente frente a mí.

—Empiezas a acostumbrarte a invadirme cada vez que vuelvo de la corte, Gillian.

—Estuve tocando, pero no respondiste.

—Pude estar ocupada.

—Noah no estaba por acá. —Mis mejillas se encendieron.

—Pensé que no volveríamos a hablar de eso.

—Es algo que nunca borraré de mi cabeza. —Él me molestó un poco antes de abrir la carpeta frente a mí. —Durante la mañana vino una mujer buscándote, dijo que se conocían así que la atendí por ti. Es un caso de pensión de alimentos, le explique que ya no te dedicabas a eso, pero insistió en que tú podrías ayudarla. —Tomé la carpeta y reconocí el apellido, cómo olvidar a esa mujer. —Es una buena cifra.